El "Ice Bucket Challenge" llegó para quedarse. No sirve para mucho, pero todos lo hacen. Por qué no ayuda a combatir la ELA.

La reciente moda de tirarse agua congelada encima para supuestamente ayudar a combatir la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), es algo que supera todo símbolo de imbecilidad humana.
El desafío es más o menos así: uno debe donar 10 mil dólares o aceptar que le tiren agua congelada y solo aportar 10.
Como era de esperar, la mayoría de las personas deciden… el baldazo de agua fría.
Esto ha llegado a niveles insólitos: todo el mundo se filma haciendo que alguien más lo empape en vivo y en directo, como si fuera una especie de chiste. Así lo hicieron personas del espectáculo y hasta referentes políticos de la talla de Francisco De Narváez, Aníbal Ibarra y María Eugenia Vidal.
Entonces aparece la pregunta necesaria: ¿Cómo ayuda esto a que se pueda avanzar en la cura de la ELA, una patología que hasta ahora se muestra incurable?
Basta remitirse a los datos duros para darse cuenta de que no ayuda en nada:
-En Argentina solo se recaudaron menos de 70 mil pesos.
-Quienes se someten a que les tiren agua congelada desconocen de qué se trata la ELA.
-Quienes miran los videos tampoco saben de qué se trata la ELA ni se interesan por conocerla.
-Según estimaciones, se derrocharon ya 19 millones de litros de agua por este desafío.
-La mayoría de los que soportaron el baldazo, no donaron un solo centavo.
Eso son solo algunos de los tópicos que muestran la irracionalidad que ostenta el desafío de marras.
Solo hay un dato para puntualizar: si alguien quiere ayudar, solo debe donar. Es así de simple. No hay mejor actitud que ayudar de manera anónima, sin mayores ostentaciones.
No hay mucho más para agregar, solo una brillante frase de Albert Einstein: “La inteligencia es muy limitada... pero la idiotez no tiene límites”.
El desafío es más o menos así: uno debe donar 10 mil dólares o aceptar que le tiren agua congelada y solo aportar 10.
Como era de esperar, la mayoría de las personas deciden… el baldazo de agua fría.

Esto ha llegado a niveles insólitos: todo el mundo se filma haciendo que alguien más lo empape en vivo y en directo, como si fuera una especie de chiste. Así lo hicieron personas del espectáculo y hasta referentes políticos de la talla de Francisco De Narváez, Aníbal Ibarra y María Eugenia Vidal.

Entonces aparece la pregunta necesaria: ¿Cómo ayuda esto a que se pueda avanzar en la cura de la ELA, una patología que hasta ahora se muestra incurable?
Basta remitirse a los datos duros para darse cuenta de que no ayuda en nada:
-En Argentina solo se recaudaron menos de 70 mil pesos.
-Quienes se someten a que les tiren agua congelada desconocen de qué se trata la ELA.
-Quienes miran los videos tampoco saben de qué se trata la ELA ni se interesan por conocerla.
-Según estimaciones, se derrocharon ya 19 millones de litros de agua por este desafío.
-La mayoría de los que soportaron el baldazo, no donaron un solo centavo.
Eso son solo algunos de los tópicos que muestran la irracionalidad que ostenta el desafío de marras.

Solo hay un dato para puntualizar: si alguien quiere ayudar, solo debe donar. Es así de simple. No hay mejor actitud que ayudar de manera anónima, sin mayores ostentaciones.
No hay mucho más para agregar, solo una brillante frase de Albert Einstein: “La inteligencia es muy limitada... pero la idiotez no tiene límites”.