
Un informe del FMI señala que Argentina tendrá un 2015 con fuerte recesión, alta inflación y mayor desocupación. La crisis se sentirá con fuerza en el bolsillo de la gente
El 2014, más que otros años, ha mostrado la miseria humana que reina en el oficialismo, que parece estar sumergido en una profunda contradicción insoluble, no sabiendo a ciencia cierta cuáles son los pasos a seguir en su entramado económico y con peleas en todos los frentes.
Para agravar aún más los problemas, el FMI lanzó su informe "Perspectivas de la Economía Mundial", en el cual advierte que la economía argentina caerá este año un 1,7% y que en 2015 la caída será del 1,5%. A todo esto, le suma que la inflación será todavía más alta que la del 2014 y que la desocupación en vez de detenerse, seguirá aumentado a causa de la menor actividad económica.
Las últimas medidas anunciadas por el gobierno, terminan siendo iniciativas miserables, que no hacen más que ratificar las contradicciones que sufre a su interior, y más que asistir a la redistribución de la riqueza para la "Argentina profunda", se asiste a un país en caída libre en su economía, con realidades complicadas de las que costará mucho salir.
En diálogo con Hoy, el economista y experto en mercados internacionales, Luis Palma Cané, señaló que “está claro que el año que viene va a haber más recesión y más inflación en la medida en que no se cambien las políticas. Va a haber menos actividad industrial, mayor desempleo, mayor intervencionismo estatal y caída en las perspectivas económicas”.
Para cambiar esta situación complicada, el economista sugiere que lo primero que debería hacer el gobierno “es cambiar el equipo económico, ya que con este equipo económico no hay manera de cambiar las cosas. Hay que generar un plan de estabilidad que combata la inflación y que simultáneamente libere el tipo de cambio y esto no se va hacer con las autoridades que están hoy”.
Según Palma Cané, las acciones planeadas por el kirchnerismo para detener la caída de la economía, en vez de dar confianza y seguridad, “sólo van a provocar mayor intervencionismo del sistema financiero, con lo cual va a provocar un menor nivel de crédito y por lo tanto va a profundizar todavía más la recesión y la inflación que está manejada por el Ministerio de Economía”.
Resulta inconcebible a esta altura que se quiera mentir y engañar después de más de once años de gobierno, donde las políticas de estado terminan siendo el desacertado plan Precios Cuidados o el fracaso plan para la compra de autos 0 km. Si esto es todo lo que el gabinete económico tiene para dar, realmente la situación del pueblo argentino va a ser de muchos sinsabores en los meses venideros.
Si se toman los primeros veinte países del mundo, medidos por su PBI, que generan el 90% del PBI mundial, en ninguno de ellos se ha seguido la política económica que sigue la Argentina de no respetar la Justicia, de controles de precios, control de cambio, precios cuidados y toda esa parafernalia de herramientas que hoy están obsoletas y que han demostrado a lo largo de los últimos cien años un fracaso total.
Complicado panorama el que se le presenta al país de cara al 2015, con una economía barranca abajo y con un gobierno que hace oídos sordos a los reclamos de la población y se concentra en políticas fracasadas de antemano que no hacen más que dejar a la Argentina cerca del abismo.
Un país guiado por los caprichos gubernamentales
El kirchnerismo ha hecho gala desde su llegada al poder de guiar sus acciones a través de las emociones del momento, sin pensar mucho en la implicancia que las mismas tendrá para el futuro de los argentinos.
Cuando hay una recesión económica como la que vive la Argentina hoy día, con pronósticos que hablan de una fuerte caída del PBI para el año que viene, resulta evidente que haya una mayor inflación, así como también mayores desequilibrios económicos y falta de inversión privada.
El profesor de Administración Financiera en la Universidad de Buenos Aires (UBA), Roberto Drimer, remarcó a Hoy que “la situación que vive el país no es buena. En las autoridades económicas había un plan A que era conseguir dinero internacional a cambio de materias primas que no se dio; y un plan B que era tomar plata prestada en el mundo que se frustró por el problema judicial en los Estados Unidos, así que ahora hay medidas aisladas y se nota mucho la falta de un plan integral”.
En ese sentido, el economista subrayó que “los caminos para mejorar esto es ordenando las cuentas fiscales, reduciendo los gastos con efecto negativo, caso subsidios que distorsionan precios; y además desde principios del año que viene se debe hacer una negociación para conseguir terminar con el problema jurídico que hay en Nueva York para así acceder de nuevo a los mercados de capitales”.
Confianza en las acciones de gobierno y diálogo con todos los sectores, parecen ser las claves centrales que debe tomar en cuenta el gobierno a la hora de llevar adelante las acciones necesarias para sacar a la Argentina del estancamiento en el que se haya sumergido desde hace varios meses.
La administración K no quiere hacer cambios a la política que viene llevando adelante durante la mal llamada década ganada y pone todo debajo de la alfombra esperando que el próximo gobierno que asuma en diciembre del 2015 solucione todos los desaciertos que se han acumulado con el correr de los años.