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La “tucumana”, como la Bonaerense, como todas

Miércoles 1ro de octubre de 2014 - La izquierda Diario
Por: Daniel Satur

Efectivos de la policía tucumana se filmaron torturando a un detenido. El video llegó a los medios provinciales y se transformó en un escándalo.



El agente de la Policía de Tucumán le debe haber dicho muchas veces cosas similares a sus hijos. “¿Cómo hace el caballito?”… “¿Cómo hace la gallina?”… Pero probablemente a sus hijos no los esposa con las manos en la espalda, ni los acuesta boca abajo ni mucho menos los agarra de los pelos, los levanta y los tira dándoles la frente de lleno contra el piso.

Esas palabras, juguetonas en otro contexto, son el discurso que acompaña una tortura brutal en una comisaría tucumana. El ensañamiento de los uniformados con un preso se complementa con la filmación de la escena y su posterior difusión hasta llegar a medios importantes de provincia como La Gaceta.

“Investigación”

Inmediatamente después de desatado el escándalo el gobierno de José Alperovich salió a responder. Pero lo hizo, paradójicamente, a través de la misma jefatura de la Policía. En un comunicado oficial, esa fuerza (una de las más corruptas y violentas del país) pone en dudas, antes que nada, la veracidad de la filmación. “En vista de la publicación de un video donde un supuesto efectivo policial agrede violentamente a un presunto detenido, la Policía de Tucumán ordenó que se inicie una investigación para que se llegue hasta las últimas consecuencias, a fin de esclarecer la situación”.

Es sabido que cuando las autoridades de una fuerza represiva, sea una policía, la Gendarmería, la Prefectura o alguna fuerza armada dicen que se investigará “hasta las últimas consecuencias”, fiel a su criminal “espíritu de cuerpo” seguramente ya se pusieron en marcha todos los mecanismos internos para asegurar la impunidad de los culpables.

A no ser que un video, como en este caso (o como en el del “gendarme carancho”, para poner otro ejemplo), saque a la luz una parte de la verdad.

Peritajes

Por su parte el Ministerio Público Fiscal, representado por Edmundo Jiménez, informó a los medios tucumanos que inició actuaciones de oficio al conocer la existencia del video. Para eso convocó a peritos informáticos en pos de determinar las imágenes, las voces y las palabras que se registran en el video.

Sin embargo desde la misma policía aseguraron que el video está circulando internamente por Whatsapp desde hace más de diez días.

Cabe preguntarse cuál fue el destino final del preso torturado, más allá del minuto y medio de filmación en el que se lo ve maltrecho pero con vida. Hasta el momento se desconoce su identidad. Y aunque oficialmente aún no se informó quiénes son los torturadores, en su caso sí son perfectamente identificables.

Y caben otras dos preguntas, al menos. Una, ¿por qué a los discípulos de la dictadura se les “escapó” el video y circuló públicamente? Y dos, ¿cuántas torturas cotidianas más se producen, filmadas o no, en las comisarías tucumanas?

No será la propia policía alperovichista la que responda estas preguntas. Y mucho menos cuando responde al escándalo que les estalló en las manos con la clásica y nefasta promesa de “investigar hasta las últimas consecuencias”.

Como dicen desde hace años las organizaciones que luchan contra el gatillo fácil y la represión policial e institucional, “no es un policía, es toda la institución".



El video de las torturas

link: http://www.youtube.com/watch?v=ZaEmxKiuJRw