
“$ 2500 + VINO + UN POLLO DE REGALO”, se lee en uno de los primeros carteles del libro, si se puede llamar cartel a esas letras garabateadas con pintura sobre el parabrisas de un auto desvencijado y carcomido por el óxido. Lo dicho, creatividad y recursos, que se pueden expresar de la manera más sorprendente.




¿Nos volvimos más violentos en estos 10 años? ¿Respetamos menos los buenos usos y costumbres? Eso parecerían mostrar los carteles que recurren a originales fórmulas para pedir que no entren a la propiedad privada, que mantengan limpios los lugares públicos, que hagan sus necesidades en el lugar correcto o que, por ejemplo, no se lleven la vereda.
