
“Jóvenes militantes de la agrupación La Cámpora se congregaron en distintos puntos del centro de la capital tucumana desde temprano para distribuir una versión apócrifa del diario Clarín de diciembre de 2015, con el objetivo de visibilizar, desde la ironía y el humor, las consecuencias que tendría para la Argentina el pago a los fondos buitre, tal como lo ordena en su fallo el Juez Griesa”.
Así este viernes la oficialista agencia Télam publicaba la noticia de la falsa impresión de diario Clarín que se mofa de Sergio Massa, Julio Cobos y Mauricio Macri, los tres principales “enemigos” del modelo kirchnerista.
Sin embargo, la gran duda desde el viernes temprano fue ¿dónde se hicieron los afiches? ¿Quién está detrás de semejante gasto en medio de un momento de crisis como el que vive la Argentina?
La respuesta la obtuvo Tribuna de Periodistas el mismo viernes por parte de una fuente oficial, pero llevó dos días más poder confirmar el dato con otras fuentes de información. La respuesta es: imprenta Poligráfica del Plata, de los empresarios K Sergio Szpolski y Matías Garfunkel.
“Los fondos salieron del gobierno, de la Secretaría de Comunicación Pública y de Télam, entre otros organismos. Mucha guita”, dijo a este portal uno de los consultados, con alto cargo en la agencia de noticias oficial.
Szpolski y Garfunkel compraron la imprenta Poligráfica del Plata hace poco más de tres años y allí se imprimieron las boletas del Frente para la Victoria en 2011, a pedido de la ex Ciccone, bajo la dirección entonces de Alejandro Vandenbroele.
Ubicada en la calle Algarrobo 877 de la Ciudad de Buenos Aires, su página institucional se jacta de tener más de 10 años “de fecundo tránsito por la industria gráfica, honestidad comercial y responsabilidad ante las exigencias de nuestros clientes”.
Y cuenta que su razón de ser está orientada a la realización de revistas, fascículos, libros, catálogos y folletos. Casi como una cargada, asegura en otro lugar de su página web: “Logramos una excelente relación de la calidad con el precio”.
La justicia ya está investigando la impresión de los Clarín “truchos”, luego de una denuncia del massismo. El chiste, que a nadie le causó mucha gracia, le puede costar caro al kirchnerismo.