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Los costos millonarios de sincerar la deuda pública


La Argentina buscó normalizar parte de la deuda impaga para conseguir divisas. En ese camino, ya se sumaron unos US$20.000 millones que pagarán, casi en su totalidad, los gobiernos futuros.

Pagador serial. Debido a la falta de dólares, Axel Kicillof (en la foto, el miércoles en Nueva York) incrementó la deuda para intentar conseguir divisas en el mercado de deuda voluntaria. Pero ahora es difícil que consiga los dólares que necesita el país.


Por los acuerdos en el CIADI, con el Club de París y con Repsol, la Argentina “blanqueó” el pago de nueva deuda por más US$20.000 millones. Y podrían agregarse entre US$15.000 millones y US$20.000 millones si se suma lo que reclaman los bonistas que no ingresaron al canje y que ahora tendrían “derecho” a cobrar lo mismo que los fondos buitre y demás bonistas que ganaron el juicio con el fallo del juez Thomas Griesa.

Así, la “normalización” de la deuda implica una fuerte carga de aquí a fin de 2015, y sobre todo para el próximo gobierno ya que el grueso de los compromisos, a diferencia de lo que sucedió con el canje de deuda que incluye pagos hasta 2038, vence entre 2016 y 2019.

En el caso del CIADI, por unos US$500 millones los pagos se hicieron con Boden 2015 por los intereses y Bonar 2017 por el capital. A Repsol le entregaron por casi US$9.000 millones, incluidos los intereses, Boden 2015 y 2017, Bonar 2024 y Discount. Y con el Club de París se reconoció una deuda de US$9.690 millones, de los cuales US$642 millones se pagaron la semana pasada y el resto a 5 años, prorrogables otros dos años, a tasas de interés de entre el 3% y 9%. Así, si no hay atrasos, la deuda refinanciada podría devengar intereses por otros US$1.000 millones.

Según Economia, al 30 de abril de 2014 la deuda vencida impaga con el Club de París ascendía a US$4.955 millones. Sin embargo, el acuerdo fue por US$9.690 millones: la diferencia, según el Gobierno, son intereses vencidos por US$1.102 millones y punitorios por US$3.633 millones.





Así, la cuenta de intereses incrementó un 95,6% el capital adeudado. A eso se agregan US$148 millones de deuda no vencida. Estas sumas pueden variar en dólares porque la deuda está contraída con 16 países donde intervienen 8 monedas diferentes.

De estos US$20.000 millones, en 2014 vencen unos US$1.000 millones y otros US$2.000 en 2015, y el próximo Gobierno (2016-2019) deberá cargar con el pago de US$15.000 millones, a un promedio anual de US$3.400 millones.

Esta nueva deuda se suma a los fuertes vencimientos y pagos de intereses por más de US$75.000 millones que vencen de aquí a 2019. Entre otros, el Boden 2015 por unos US$5.900 millones que vencen a fines del próximo año.

En esta cifra no se incluyen US$9.530 millones de la deuda del Tesoro con el Banco Central que vence a comienzos de 2016. Son las reservas “prestadas” por el Central para pagarle por anticipado al FMI. Tampoco se sumaron los “adelantos transitorios” (deuda en pesos) ya que se supone que van a ser autorrefinanciados. Y quedan fuera del cálculo otros US$11.000 millones con los organismos financieros internacionales, como BID o Banco Mundial, descontando que la Argentina recibirá desembolsos de nuevos créditos equivalentes a los pagos que realice.

Según Economía, al 30 de septiembre de 2013 (ultimo dato oficial), la deuda pública interna y externa sumaba 201.000 millones de dólares. Es una deuda que crece ya que devenga intereses que llegan en el caso del Repsol a 8,75% anual, más la nueva deuda que se está tomando para financiar el déficit fiscal Si se agregan los bonos emitidos por Repsol, más los intereses reconocidos al Club de París, más lo que aún resta pagar del cupón PBI y lo que finalmente se reconozca a los que no ingresaron a los canjes de deuda, el endeudamiento público total subiría a US$250.000 millones. Son un poco más de 100.000 millones de dólares adicionales a los US$144.500 millones adeudados cuando en 2001 se declaró el “default del país”. Más de la mitad de la deuda está contraída con la ANSES y el Banco Central.