A principios de los 90, ID Software puso la industria patas arriba con el lanzamiento del primer Doom, juego que hizo del género FPS un fenómeno de masas. El motor que lo movía, ID Tech 1, se usó para muchos otros títulos, los cuales formaron parte de la generación inicial de juegos de acción en primera persona. Ahora nos disponemos a rememorar y homenajear a estos abuelos de los FPS actuales.
link: http://www.youtube.com/watch?v=uf47DQj_2Gg
Cuando alegremente introducimos un nuevo disco o finalizamos una descarga digital en cualquiera de nuestros sistemas del siglo XXI, en la mayor parte de ocasiones no solemos conceder gran importancia a la sucesión de siglas que se nos muestran antes que nada, entre las que hay nombres propios que ya nos llevan acompañando algunos años: Havok, Fox Engine, Unity, UbiArt Framework, Crytech o el omnipresente Unreal Engine son sólo algunos de los más populares. Motores, licenciados o propios de cada compañía, que dan forma en la actualidad a la casi totalidad de proyectos, grandes y pequeños, y suponen un considerable ahorro de tiempo y esfuerzo a los creadores hasta el punto de haberse convertido en imprescindibles. Una realidad que no apreciamos a simple vista, pero que existe por detrás de casi todos los personajes que se mueven por nuestras pantallas.
Como no puede ser de otra forma, la historia del software escrito con el objetivo de servir como base al desarrollo de videojuegos y ser reutilizado después en otros proyectos tiene ya sus décadas tras de sí, y nombres que brillan más que refulgentemente en la misma. Es por esto por lo que hoy dedicamos este viaje de nuestro DeLorean a una época en la que contemplamos atónitos cómo uno de los títulos más influyentes de toda la historia de los videojuegos ponía el mundo patas arriba con inusitada violencia y como sólo sucede cada muchos años. También, de manera más discreta a simple vista pero igualmente relevante, a la llegada del que se considera uno de los primeros engines que posibilitarían el desarrollo de videojuegos usando la tecnología creada para dar vida a otros. Era el que entonces se llamaría Doom Engine y años después rebautizaríamos como Id Tech 1. La mente maestra tras Doom, uno de los nombres que siempre está en las listas históricas de los mejores videojuegos de la historia. Las cifras en verde y negro que, a la manera de la fantasía de Matrix, se situaban tras bambalinas en los violentos viajes a Marte y al mismísimo infierno que nos proponía el juego que cambiaría casi todo allá por 1993. Un título pionero por su influencia en el mundo de los ordenadores, pero también por asentar todo un género que consolidaría y lanzaría a un éxito que hoy vive una época de éxito descomunal.
link: http://www.youtube.com/watch?v=yr-lQZzevwA
Con Doom, Id Software provocaba en 1993 un cataclismo de godzillesca magnitud, que 21 años después tenemos que recordar por muchos aspectos en los que sería un auténtico punto de inflexión. Por una parte, en una época en la que el PC aún no era la máquina para todo en que hoy se ha transformado, un juego diseñado específicamente para ordenadores se convertía en auténtico bombazo de la industria a todos los niveles. Además, en los años en los que se comenzaba a hablar de redes locales e internet de manera mucho más cercana, Doom también suponía un decidido paso adelante en el aspecto multijugador usando estas nuevas posibilidades. Para terminar, este juego de alcance insuperable sería el primero de una serie de títulos que usaban su mismo motor y continuarían una exitosa escuela a la que hay que referirse sin vacilación alguna como la de los primeros grandes éxitos dentro de los First Person Shooters, que comenzarían con ellos a ir ganando terreno con rapidez, hasta convertirse en el fenómeno desmedido que hoy suponen en todo el mundo los sucesivos lanzamientos de las sagas Call of Duty y Battlefield. Hoy recordamos a sus predecesores más lejanos, basados en un motor que también pertenece por sí mismo a lo más glorioso de la evolución del videojuego y que visitaría posteriormente muchos otros sistemas, lejos de los ordenadores que acogieron su gestación.
ID Software y el ascenso del PC
Compañía legendaria donde las haya, ID Software es la típica empresa americana formada por algunas mentes dinámicas con una idea muy clara de lo que querían desarrollar, pero también talento más que suficiente para llevarla a cabo. Con nombres que ahora están entre los más respetados de la industria, sobre los que destaca el del ahora verdadero gurú John Carmack, ID comenzaba sus andanzas por el mundo del videojuego allá por 1991 en un momento en que las consolas de 16 Bit, las recreativas y, por qué no, las portátiles de la familia Game Boy, se repartían la mayor parte del pastel. Aunque su vocación inicial fue bien diferente a la que seguían la mayoría de empresas del momento, ya que la idea común a todos los primeros desarrollos de ID, que ciertamente la distanciaba del resto de grupos de programación y finalmente terminó por situar sus siglas entre las de la élite mundial, era la de convertir el PC en un sistema de juegos con mayúsculas, sobre todo fuera de sus géneros tradicionales. Para cumplir este objetivo, hoy veremos que terminaron prácticamente creando un género nuevo.
link: http://www.youtube.com/watch?v=uf47DQj_2Gg
Cuando alegremente introducimos un nuevo disco o finalizamos una descarga digital en cualquiera de nuestros sistemas del siglo XXI, en la mayor parte de ocasiones no solemos conceder gran importancia a la sucesión de siglas que se nos muestran antes que nada, entre las que hay nombres propios que ya nos llevan acompañando algunos años: Havok, Fox Engine, Unity, UbiArt Framework, Crytech o el omnipresente Unreal Engine son sólo algunos de los más populares. Motores, licenciados o propios de cada compañía, que dan forma en la actualidad a la casi totalidad de proyectos, grandes y pequeños, y suponen un considerable ahorro de tiempo y esfuerzo a los creadores hasta el punto de haberse convertido en imprescindibles. Una realidad que no apreciamos a simple vista, pero que existe por detrás de casi todos los personajes que se mueven por nuestras pantallas.
Como no puede ser de otra forma, la historia del software escrito con el objetivo de servir como base al desarrollo de videojuegos y ser reutilizado después en otros proyectos tiene ya sus décadas tras de sí, y nombres que brillan más que refulgentemente en la misma. Es por esto por lo que hoy dedicamos este viaje de nuestro DeLorean a una época en la que contemplamos atónitos cómo uno de los títulos más influyentes de toda la historia de los videojuegos ponía el mundo patas arriba con inusitada violencia y como sólo sucede cada muchos años. También, de manera más discreta a simple vista pero igualmente relevante, a la llegada del que se considera uno de los primeros engines que posibilitarían el desarrollo de videojuegos usando la tecnología creada para dar vida a otros. Era el que entonces se llamaría Doom Engine y años después rebautizaríamos como Id Tech 1. La mente maestra tras Doom, uno de los nombres que siempre está en las listas históricas de los mejores videojuegos de la historia. Las cifras en verde y negro que, a la manera de la fantasía de Matrix, se situaban tras bambalinas en los violentos viajes a Marte y al mismísimo infierno que nos proponía el juego que cambiaría casi todo allá por 1993. Un título pionero por su influencia en el mundo de los ordenadores, pero también por asentar todo un género que consolidaría y lanzaría a un éxito que hoy vive una época de éxito descomunal.
link: http://www.youtube.com/watch?v=yr-lQZzevwA
Con Doom, Id Software provocaba en 1993 un cataclismo de godzillesca magnitud, que 21 años después tenemos que recordar por muchos aspectos en los que sería un auténtico punto de inflexión. Por una parte, en una época en la que el PC aún no era la máquina para todo en que hoy se ha transformado, un juego diseñado específicamente para ordenadores se convertía en auténtico bombazo de la industria a todos los niveles. Además, en los años en los que se comenzaba a hablar de redes locales e internet de manera mucho más cercana, Doom también suponía un decidido paso adelante en el aspecto multijugador usando estas nuevas posibilidades. Para terminar, este juego de alcance insuperable sería el primero de una serie de títulos que usaban su mismo motor y continuarían una exitosa escuela a la que hay que referirse sin vacilación alguna como la de los primeros grandes éxitos dentro de los First Person Shooters, que comenzarían con ellos a ir ganando terreno con rapidez, hasta convertirse en el fenómeno desmedido que hoy suponen en todo el mundo los sucesivos lanzamientos de las sagas Call of Duty y Battlefield. Hoy recordamos a sus predecesores más lejanos, basados en un motor que también pertenece por sí mismo a lo más glorioso de la evolución del videojuego y que visitaría posteriormente muchos otros sistemas, lejos de los ordenadores que acogieron su gestación.
ID Software y el ascenso del PC
Compañía legendaria donde las haya, ID Software es la típica empresa americana formada por algunas mentes dinámicas con una idea muy clara de lo que querían desarrollar, pero también talento más que suficiente para llevarla a cabo. Con nombres que ahora están entre los más respetados de la industria, sobre los que destaca el del ahora verdadero gurú John Carmack, ID comenzaba sus andanzas por el mundo del videojuego allá por 1991 en un momento en que las consolas de 16 Bit, las recreativas y, por qué no, las portátiles de la familia Game Boy, se repartían la mayor parte del pastel. Aunque su vocación inicial fue bien diferente a la que seguían la mayoría de empresas del momento, ya que la idea común a todos los primeros desarrollos de ID, que ciertamente la distanciaba del resto de grupos de programación y finalmente terminó por situar sus siglas entre las de la élite mundial, era la de convertir el PC en un sistema de juegos con mayúsculas, sobre todo fuera de sus géneros tradicionales. Para cumplir este objetivo, hoy veremos que terminaron prácticamente creando un género nuevo.