
Un hombre que se hizo implantar en la frente unas protuberancias parecidas a cuernos fue declarado culpable de homicidio y otros cargos por su papel en el secuestro y asesinato de tres hombres en Massachusetts en 2011.
Caius Vejovis gritó a los miembros del jurado de Springfield que lo condenaron el viernes: "¡Los veré a todos en el infierno!".
El jurado había examinado su caso durante la semana pasada.
Vejovis fue declarado culpable de matar a David Glasser, Edward Frampton y Robert Chadwell. Los restos de los tres hombres de Pittsfield fueron enterrados en una propiedad privada en Becket.
Las autoridades dicen que uno de los acusados quería matar a Glasser para que no pudiera testificar contra él en otro caso. Las otras víctimas fueron asesinadas para eliminar testigos.








