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El Presidente venezolano dijo que no le tiene miedo a Obama y dijo que irá a plantársele cara a cara en su propia casa.



Pidió a su encargado de negocios en la capital norteamericana que organice una exposición sobre Venezuela. Y sugirió que podría asistir personalmente para "dar la cara por mi país".

El presidente venezolano, Nicolás Maduro tal vez se de una vuelta por Washington, en un nuevo round en la pelea que mantiene con la Casa Blanca. Al menos así lo sugirió anoche, cuando volvió a cruzar duramente al presidente Barack Obama, a quien le reclamó que rectifique y derogue la orden ejecutiva que dictó esta semana, y que califica la situación en Venezuela como "una amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos".

Maduro pidió a sus asesores que organicen en la capital norteamericana una exposición sobre el país caribeño, como la que se ya hizo días pasados en Madrid ("Expo Venezuela de Verdad"), para "demostrar que la amenaza no está en Venezuela".

"Tal vez aparezca en Washington en esa exhibición, para dar la cara por mi país y decirle al gobierno en Washington que están cometiendo graves errores", recitó Maduro.

Maduro hablaba en la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Venezuela, en Caracas, cuando públicamente le pidió a Maximilien Sánchez Arveláiz, encargado de negocios en la capital estadounidense -y quién se encontraba en el acto-, que organice la "Expo Washington".

"Tengo la esperanza de que a Obama le llegue un rayo de luz que lo convierta otra vez en el joven de Chicago. A Obama le conviene hacerse una paseadita por Detroit, por Chicago, volver a ver sus calles porque los lobbies de Washington lo tienen amordazado, maniatado y secuestrado", insistió Maduro.

La relación entre Caracas y Washington atraviesa una escalada de tensiones después de que Obama aprobara sanciones contra siete funcionarios venezolanos que, según la Casa Blanca, promovieron la violación a los derechos humanos de los manifestantes que participaron en las protestas antigubernamentales que dejaron 43 muertos en 2014.

En respuesta a esta decisión, Maduro pidió poderes especiales al parlamento en materia de seguridad para enfrentar "las agresiones antiimperialistas", y se prepara para dirigir un "ejercicio militar defensivo" este sábado con la fuerza armada venezolana.