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El pequeño ingresó inconsciente al hospital. Sus cuidadores los golpearon y lo quemaron con una plancha y un cigarrillo. La pareja cuidaba al infante desde hace un mes. La Policía detuvo a la madre y busca los agresores

Inconsciente ingresó ayer al mediodía un niño de tres años a la emergencia pediátrica del Hospital General Santa Bárbara, en Colón. La Policía informó que sus cuidadores lo torturaron por orinarse en la cama. La madre del pequeño, Norlis María Arenilla Vera, colombiana de 22 años, es la única detenida. Sus agresores están prófugos.
Los médicos de guardia le diagnosticaron hemorragia interna y lo remitieron de emergencia al Hospital Universitario de los Andes, donde lo intervinieron quirúrgicamente. Se encuentra delicado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Los funcionarios de la Policía regional informaron que al niño lo llevó al hospital su progenitora. Por la gravedad de las heridas del pequeño la detuvieron. En el interrogatorio contó que a su hijo lo cuidaban unos parientes en el kilómetro 8 de la carretera San Carlos-Encontrados, en la hacienda El Rosario, en el municipio Colón.
Norlis Arenilla contrató a una prima de 17 años para que cuidara a su hijo mientras ella trabajaba como doméstica. La adolescente y su pareja, Énder Rojas, aceptaron el trabajo y recibieron en su casa al niño.
La mujer aseguró que se comunicaba a diario con su pariente para saber cómo se encontraba. Su prima le dijo que estaba bien. Hace 15 días le tocaron sus días libres y llamó a su pariente para decirle que pasaría a ver a su hijo y a pagarle, pero la muchacha le habría dicho que no fuera a venir porque no se encontraba en el fundo.
Ayer Arenilla se acercó hasta la hacienda El Rosario y se encontró con que al niño lo tenían encerrado en una pieza. Tenía quemaduras con cigarrillos, una quemadura en la espalda producida con una plancha y marcas en las piernas provocadas por el uso de una correa y fuetes de árboles. Al verlo tan delicado lo llevó al centro de salud.
Al parecer, Énder Rojas, en compañía de su mujer (adolescente), golpeaba al niño y lo torturaba por defecar y orinar en la cama.
La Policía se trasladó hasta la hacienda, pero ya la pareja había huido. El caso pasó a la orden de la Fiscalía Décimo Sexta del Ministerio Público y del Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente de la localidad.