Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Los alumnos del magisterio, en el sureño estado de Guerrero, habían participado de una protesta, a fines de setiembre. Extraen cadáveres de fosas clandestinas. Realizan pruebas de ADN a los familiares de los jóvenes. Están detenidos policías municipales.



Uniformados trasladan cuerpos quemados extraídos de fosas comunes, en las afueras de Iguala.
Iguala. Los restos encontrados en las fosas clandestinas ubicadas el sábado en una localidad del sur de México, donde desaparecieron
días antes 43 estudiantes del magisterio, están calcinados, señaló ayer a The Associated Press un asesor legal de las familias de los desaparecidos.

Agentes custodiaban una fosa clandestina en Pueblo Viejo, donde fueron hallados varios cadáveres. En ese lugar podrían estar los cuerpos de estudiantes desaparecidos luego de una protesta, hace más de una semana.

Vidulfo Rosales, representante legal de las familias, indicó que autoridades del gobierno del estado de Guerrero les informaron que los restos humanos de un número indeterminado de personas encontradas en las afueras de Iguala, unos 200 kilómetros al sur de Ciudad de México, habían sido quemados.

Las autoridades no han aclarado si los restos corresponden a los 43 estudiantes desaparecidos desde el 26 de setiembre, pero 37 familiares de los mismos ya se han hecho las pruebas de ADN pertinentes para confirmar o negar su parentesco con los cuerpos localizados el sábado, añadió Rosales.

La extracción de sangre para las muestras genéticas comenzó a fin del mes pasado, antes del hallazgo de las fosas.

Iñaky Blanco, procurador del estado, dijo que "sería irresponsable" afirmar que se trata de los estudiantes. No obstante, reveló que fueron nuevos detenidos por los sucesos de Iguala los que les indicaron la ubicación de las fosas.

Sobre la condición en la que estaban los restos humanos encontrados, el gobernador estatal Ángel Aguirre señaló que las víctimas habían sido "salvajemente masacradas".

Mientras continúan las investigaciones, aproximadamente 2.000 estudiantes y familiares iniciaron una jornada de protesta para reclamar al gobernador que les entregue a sus hijos vivos.

Junto a una pancarta en la que se leía "Vivos se los llevaron, vivos los queremos" , los manifestantes bloqueaban la carretera que une Ciudad de México con el puerto de Acapulco a la altura de Chilpancingo, capital de Guerrero, estado situado en el sur del país.

Dudas

"No son ellos a los que encontraron, desconocemos dónde los tengan, pero no son ellos, no confiamos en el gobernador Aguirre, sólo dice mentiras", declaró a AP el padre de uno de los desaparecidos que no quiso dar su nombre por motivos de seguridad.

"Tenemos miedo, por eso no queremos dar nombres ni nuestro ni de los muchachos", indicó.

No obstante, aseguró que él ya le habían tomado las muestras de ADN hace días.

Jesús López, un comerciante ambulante de Acapulco y padre de otro desaparecido, participó en acciones de protesta en ese turístico puerto con la esperanza de que los restos no sean de los estudiantes. Busca a Giovani (19), su hijo más pequeño.

Acababa de entrar en la escuela de magisterio cuando sucedieron los hechos violentos del 26 de setiembre. Esa fatídica noche murieron 6 personas, entre ellos tres estudiantes y un menor, y desaparecieron casi medio centenar de estudiantes a manos de policías locales en coalición con el crimen organizado.

"Mis otros 2 hijos están participando en la organización de actos con otros padres de desaparecidos y compañeros de la Normal (la escuela de magisterio)”, afirmó López con cierta calma. Hay padres que han sufrido crisis porque la experiencia es muy traumática.

García, vecino de la comunidad de Pueblo Viejo del municipio de Iguala (sur), explicó que por las noches las camionetas de los criminales son las dueñas de los caminos y que los delincuentes suelen ocultarse en cuevas de los cerros próximos. A veces se detecta su presencia cuando encienden fogatas.

La Policía nunca venía por aquí "hasta esta semana, que estuvieron pase y pase para allá arriba", acota García mientras señala el punto donde se unen dos montañas y en cuyas faldas se hallaron las fosas clandestinas.

Las autoridades sospechan que policías municipales de Iguala colaboraron en la desaparición de los 43 estudiantes ocurrida después de unos ataques conjuntos de agentes y presuntos criminales en esa localidad de la convulsa región de Guerrero.

Una treintena de personas han sido detenidas, incluidos al menos 22 policías municipales que balearon a los estudiantes y también presuntos miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.

Nada se sabe de las 43 personas que sobrevivieron a los tiroteos. Testigos dijeron haber visto cómo, tras los disparos, decenas de ellos eran trasladados en patrullas policiales hacia algún lugar desconocido.

Guerrero, estado pobre

Guerrero, uno de los estados más pobres de México, ha sido clave para el trasiego y venta de droga. La pobreza en Guerrero ocupa el tercer lugar a nivel nacional, superado sólo por Chiapas y Oaxaca, aunque en este último estado se localiza una de las zonas más pobres de México. Su capital es Chilpancingo de los Bravo.

En los últimos años también se ha ubicado entre las primeras cinco regiones con los índices más altos de homicidios y secuestros del país, perpetrados por policías corruptos en unión con individuos del crimen organizado.

Las calles y montañas del estado "son territorio de los malos" (miembros del crimen organizado), dice el mexicano José García, que vive en las afueras de Iguala, a 193 kilómetros al sur de México DF. El macabro legado de la violencia de las bandas del narcotráfico que ha matado a alrededor de 100.000 personas desde 2007 en esta región.