Cara tiene 33 años, dos hijos y una oficina con más de dos mil juguetes sexuales. Muchos podrían pensar que también tiene el mejor trabajo del mundo.
Cara en su oficina de trabajo como testeadora de consoladores
Existen muchas personas que han tenido la suerte de encontrar su vocación y aman su trabajo, otros no han tenido tanta suerte y trabajan para conseguir dinero. Cara Houlellebecq se encuentra entre los primeros afortunados: no solo le gusta su trabajo, también le da dinero y 15 orgasmos por semana.
Cara trabajaba en un banco, pero hace cinco años tomó la decisión de convertirse en “blogger erótica”. Hoy, además de continuar con su blog y cuidar de sus dos hijos, trabaja 7 horas por semana testeando los nuevos consoladores que desarrollan las compañías a cambio de 1.500 dólares al mes. “Los juguetes fueron siempre parte de mi vida sexual. Me dieron la idea de empezar a escribir sobre mi vida sexual y ahí es cuando tuve la idea de probarlos” explicó a Mail Online.
Cara trabajaba en un banco, pero hace cinco años tomó la decisión de convertirse en “blogger erótica”. Hoy, además de continuar con su blog y cuidar de sus dos hijos, trabaja 7 horas por semana testeando los nuevos consoladores que desarrollan las compañías a cambio de 1.500 dólares al mes. “Los juguetes fueron siempre parte de mi vida sexual. Me dieron la idea de empezar a escribir sobre mi vida sexual y ahí es cuando tuve la idea de probarlos” explicó a Mail Online.
Cara en su oficina de trabajo como testeadora de consoladores
Existen muchas personas que han tenido la suerte de encontrar su vocación y aman su trabajo, otros no han tenido tanta suerte y trabajan para conseguir dinero. Cara Houlellebecq se encuentra entre los primeros afortunados: no solo le gusta su trabajo, también le da dinero y 15 orgasmos por semana.
Cara trabajaba en un banco, pero hace cinco años tomó la decisión de convertirse en “blogger erótica”. Hoy, además de continuar con su blog y cuidar de sus dos hijos, trabaja 7 horas por semana testeando los nuevos consoladores que desarrollan las compañías a cambio de 1.500 dólares al mes. “Los juguetes fueron siempre parte de mi vida sexual. Me dieron la idea de empezar a escribir sobre mi vida sexual y ahí es cuando tuve la idea de probarlos” explicó a Mail Online.
Cara trabajaba en un banco, pero hace cinco años tomó la decisión de convertirse en “blogger erótica”. Hoy, además de continuar con su blog y cuidar de sus dos hijos, trabaja 7 horas por semana testeando los nuevos consoladores que desarrollan las compañías a cambio de 1.500 dólares al mes. “Los juguetes fueron siempre parte de mi vida sexual. Me dieron la idea de empezar a escribir sobre mi vida sexual y ahí es cuando tuve la idea de probarlos” explicó a Mail Online.