Entrevistada por una publicación, la morocha habló de sus conflictos familiares y reveló simpáticos detalles de su convivencia con el tenista Juan “Pico” Mónaco.
La rubia y la morocha, las hermanas Nara.
Zaira Nara tuvo que vivir difíciles momentos entre el divorcio de sus padres y la escandalosa separación y posterior casamiento y embarazo de su hermana Wanda. Entrevistada por revista Luz, la morocha se refirió al tema.
"Sí, fueron terribles. Y no es algo sencillo de sobrellevar. Que haya problemas en tu familia ya de por sí es una mochila pesada, si a eso le sumás salir a la calle y que cualquiera te comente lo que cree que está sucediendo… Uff, es mucho".
Contentísima por el embarazo de Wanda, Zaira opinó que no suele meterse en la vida de su hermana porque "No soy su jueza personal. Si en algún hecho puntual termino opinando lo hago siempre puertas para adentro".
Luego, habló de los fracasos amorosos de su entorno: "Lamentablemente es así, vivimos en una época en la que la mayoría de las parejas se separa. El 90 por ciento de mis amigas, por ejemplo, tiene a sus padres separados. En mejores o peores términos, pero es la norma. Pero insisto, a pesar de todo es posible ser parte de ese 10 por ciento. Cada cual con su historia, no tengo por qué repetir el mismo destino que mis padres o mi hermana".
Por último, reveló detalles de su convivencia con Pico Mónaco: "Quizá puedo ser un poco invasiva. Hay veces que Juan llega a casa cansado y estoy con cinco amigas en plan bien de chicas, música alta, haciéndonos las uñas y hablando sin parar. Pobre, él debe pensar '¿qué pasó con mi departamento de soltero?'. Pero bueno, es parte de la gracia de una convivencia también. Y después tengo mis propias mañas, como querer dormir siempre con la tele apagada, aunque también soy dócil, cuando está muy enganchado con algo, lo dejo mirar en paz. Creo que eso es lo que soy: una chica que sabe ceder".
