Otra funcionaria kirchnerista procesada por corrupción
Se trata de la exSecretaria de Medio Ambiente Romina Picolotti, quien fue procesada por la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, por mala administración de fondos públicos.

CAPITAL FEDERAL. Almuerzos, regalos de lujo, vuelos privados y cenas en restaurantes caros son algunas de las irregularidades que la jueza federal María Servini de Cubría detectó durante la gestión de la kirchnerista Romina Picolotti, al frente de la Secretaría de Medio Ambiente. Por tal motivo, la procesó por administración fraudulenta en perjuicio del Estado. La exsecretaria es otra de las funcionarias kirchneristas procesadas por corrupción, que se suma a los casos del exSecretario de Transporte Ricardo Jaime, de la extitular del Banco Central y exMinistra de Economía Felisa Micheli, y del mismísimo vicepresidente Amado Boudou.
De acuerdo con Infobae, Servini de Cubría decidió procesar a Picolotti y en la misma resolución, firmada el 18 de julio pasado (el último día hábil antes de la feria judicial de invierno) y le trabó un embargo de 450 mil pesos.
La resolución que tomó la jueza coincide con el procesamiento del ex titular de la Sedronar, Ramón Granero, por el ingreso descontrolado de efedrina a nuestro país; y con un allanamiento reciente a la AFA dispuesto por la propia Servini de Cubría, en la causa por supuestas irregularidades por el fútbol para todos; y ayer con el hallazgo del nieto de Estela de Carlotto, quien fue apropiado en la última dictadura militar de manos de Laura, la hija de la Fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.
La investigación se inició en 2007 y a raíz de tres denuncias contra Picolotti, en una de ellas por el "despilfarro" del dinero que había en la Secretaría a su cargo.
Según la investigación que encaró la jueza, Picolotti habría utilizado dinero asignado al presupuesto de la Secretaría para solventar gastos personales y que eran injustificados entre julio de 2006 y diciembre de 2008. Además, se la acusa de haber utilizado el dinero para pagar viajes en avión a su grupo familiar (su cónyuge, sus hijos y hasta la mucama) y que más allá que estaban identificados como "desarraigo" no tenían justificación.
También por pagar vuelos privados en aviones chárter a personal de la secretaría. Ese dinero era parte de los fondos que el Ministerio de Economía giraba a la Fundación ArgenINTA, un satélite del INTA (Instituto Nacional de Teconología Agropecuaria) la cual manejaba el presupuesto de la Secretaría.
En su procesamiento, Servini de Cubría argumentó que los viajes por supuesto "desarraigo" no estaban justificados y que los mismos dan cuenta de un "desmanejo" de fondos públicos. La magistrada remarcó que "con sólo ver la cantidad de viajes realizados por Picolotti a Córdoba y que todos los viajes de sus hijos se hicieron en compañía de los padres" se cae el argumento sobre desarraigo que ella utilizó como excusa. Incluso en uno de ellos viajó la persona de nacionalidad norteamericana que tenía al cuidado a los hijos de ella.
Un ejemplo del "despilfarro" es por los viajes que hizo en 2006 una empleada de Picolotti, Stefanía Daveris, que la ex secretaria justificó como laboral. Pero Servini de Cubría, dijo que el contrato de ésta última con el Estado recién data de 2007 por lo que no se entienden los motivos por los que se solventaron viajes con dinero público, desde un año antes de la contratación.
De acuerdo con Infobae, Servini de Cubría decidió procesar a Picolotti y en la misma resolución, firmada el 18 de julio pasado (el último día hábil antes de la feria judicial de invierno) y le trabó un embargo de 450 mil pesos.
La resolución que tomó la jueza coincide con el procesamiento del ex titular de la Sedronar, Ramón Granero, por el ingreso descontrolado de efedrina a nuestro país; y con un allanamiento reciente a la AFA dispuesto por la propia Servini de Cubría, en la causa por supuestas irregularidades por el fútbol para todos; y ayer con el hallazgo del nieto de Estela de Carlotto, quien fue apropiado en la última dictadura militar de manos de Laura, la hija de la Fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.
La investigación se inició en 2007 y a raíz de tres denuncias contra Picolotti, en una de ellas por el "despilfarro" del dinero que había en la Secretaría a su cargo.
Según la investigación que encaró la jueza, Picolotti habría utilizado dinero asignado al presupuesto de la Secretaría para solventar gastos personales y que eran injustificados entre julio de 2006 y diciembre de 2008. Además, se la acusa de haber utilizado el dinero para pagar viajes en avión a su grupo familiar (su cónyuge, sus hijos y hasta la mucama) y que más allá que estaban identificados como "desarraigo" no tenían justificación.
También por pagar vuelos privados en aviones chárter a personal de la secretaría. Ese dinero era parte de los fondos que el Ministerio de Economía giraba a la Fundación ArgenINTA, un satélite del INTA (Instituto Nacional de Teconología Agropecuaria) la cual manejaba el presupuesto de la Secretaría.
En su procesamiento, Servini de Cubría argumentó que los viajes por supuesto "desarraigo" no estaban justificados y que los mismos dan cuenta de un "desmanejo" de fondos públicos. La magistrada remarcó que "con sólo ver la cantidad de viajes realizados por Picolotti a Córdoba y que todos los viajes de sus hijos se hicieron en compañía de los padres" se cae el argumento sobre desarraigo que ella utilizó como excusa. Incluso en uno de ellos viajó la persona de nacionalidad norteamericana que tenía al cuidado a los hijos de ella.
Un ejemplo del "despilfarro" es por los viajes que hizo en 2006 una empleada de Picolotti, Stefanía Daveris, que la ex secretaria justificó como laboral. Pero Servini de Cubría, dijo que el contrato de ésta última con el Estado recién data de 2007 por lo que no se entienden los motivos por los que se solventaron viajes con dinero público, desde un año antes de la contratación.