Se trata de una obra del artista estadounidense Paul McCarthy. Esta semana fue derribada por un grupo de conservadores franceses.
Una controversial escultura inflable llamada "Árbol" y erigida en la Plaza Vendome, de París generó gran polémica entre los vecinos parisinos por su parecido con un juguete sexual.
El trabajo, de 24,4 metros de altura, del artista estadunidense Paul McCarthy está situado en la Place Vendome en el marco de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en 2014 (FIAC). Sin embargo, la creación no fue bien aceptada por algunos críticos.
Un grupo de franceses de extrema derecha, el "Printemps Francais",expresó que la Place Vendome fue "desfigurada" y la capital francesa "humillada". En otro post, el grupo afirmó que el dinero de los contribuyentes se va a trabajar así.
Esta es una de las muchas obras temáticas de McCarthy. Una escultura controvertida destinada a Rotterdam en 2001 muestra un Santa Claus, con la celebración de otro objeto de formato dudoso.
El artista también creó una instalación inflable gigante que representa excrementos en Hong Kong el año pasado. Y en 2011, una exposición de su trabajo en Londres incluye esculturas de George W. Bush de tener relaciones sexuales con los cerdos.
El polémico montaje hinchable, de 24 metros de alto y llamado "Tree" ("Árbol"), se había plantado en la Plaza Vendôme, junto a sus exclusivas joyerías y hoteles de lujo, por encargo de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) que abrirá sus puertas al público del 22 al 26 de octubre.
La indignación por el supuesto parecido de la obra con un consolador, que se expandió de forma viral en las redes sociales, se materializó cuando unos individuos desconectaron los cables que lo mantenían erguido.
Poco antes de las tres de la mañana varias personas aprovecharon un descuido del vigilante para cortarlos, lo que hizo que la escultura se cayera y que sus encargados decidieran desinflarla temporalmente.
La FIAC anunció después que McCarthy, de 69 años de edad, no quería verse implicado en este tipo de altercados ni contribuir a que surgieran otros si la obra se reinstalaba, por lo que se negó a que la recolocaran.
Entre quienes han expresado su condena a ese ataque figuran la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y su responsable de Cultura, Bruno Julliard, para quien lo que avergüenza y humilla a Francia no es esa obra, sino los "imbéciles que la degradan".
Con esa declaración recuperó los términos utilizados por el grupo conservador radical "Printemps Français", que había denunciado que suponía una humillación para la ciudad y desfiguraba la elitista plaza.
El artista, conocido por sus obras provocadoras, ha admitido la similitud entre su instalación y el tapón anal (butt plug) que sus detractores ven en ella.
"Todo forma parte de una broma: Al principio, tenía la sensación de que el tapón tenía una forma similar a las esculturas de Brancusi. Luego me di cuenta de que se parecía a un árbol de Navidad. La gente puede ofenderse si quiere ver en él el consolador, pero para mí está más cerca de la abstracción", dijo a "Le Monde".
Poco después de la instalación de la escultura, un hombre abofeteó varias veces al artista y le reprochó que no es francés y que su creación no pinta nada en ese selectivo enclave.
McCarthy, sorprendido pero no herido, llegó a preguntar entonces a los medios presentes si era normal que ese tipo de cosas sucedieran en Francia.
En su defensa salió la directora artística de esta 41 edición de la FIAC, la neozelandesa Jennifer Flay, quien afirmó que la obra, que ha recibido todas las autorizaciones oficiales necesarias, era lo suficientemente ambigua como para no herir susceptibilidades.
"¿Para qué sirve el arte, si no es para alterar, para cuestionar, para revelar fallos en la sociedad?", se preguntó la representante del salón, que admitió que no es "ni una sorpresa ni un secreto" que McCarthy haya jugado con la ambigüedad.

Una controversial escultura inflable llamada "Árbol" y erigida en la Plaza Vendome, de París generó gran polémica entre los vecinos parisinos por su parecido con un juguete sexual.
El trabajo, de 24,4 metros de altura, del artista estadunidense Paul McCarthy está situado en la Place Vendome en el marco de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en 2014 (FIAC). Sin embargo, la creación no fue bien aceptada por algunos críticos.
Un grupo de franceses de extrema derecha, el "Printemps Francais",expresó que la Place Vendome fue "desfigurada" y la capital francesa "humillada". En otro post, el grupo afirmó que el dinero de los contribuyentes se va a trabajar así.
Esta es una de las muchas obras temáticas de McCarthy. Una escultura controvertida destinada a Rotterdam en 2001 muestra un Santa Claus, con la celebración de otro objeto de formato dudoso.
El artista también creó una instalación inflable gigante que representa excrementos en Hong Kong el año pasado. Y en 2011, una exposición de su trabajo en Londres incluye esculturas de George W. Bush de tener relaciones sexuales con los cerdos.
El polémico montaje hinchable, de 24 metros de alto y llamado "Tree" ("Árbol"), se había plantado en la Plaza Vendôme, junto a sus exclusivas joyerías y hoteles de lujo, por encargo de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) que abrirá sus puertas al público del 22 al 26 de octubre.
La indignación por el supuesto parecido de la obra con un consolador, que se expandió de forma viral en las redes sociales, se materializó cuando unos individuos desconectaron los cables que lo mantenían erguido.
Poco antes de las tres de la mañana varias personas aprovecharon un descuido del vigilante para cortarlos, lo que hizo que la escultura se cayera y que sus encargados decidieran desinflarla temporalmente.
La FIAC anunció después que McCarthy, de 69 años de edad, no quería verse implicado en este tipo de altercados ni contribuir a que surgieran otros si la obra se reinstalaba, por lo que se negó a que la recolocaran.
Entre quienes han expresado su condena a ese ataque figuran la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y su responsable de Cultura, Bruno Julliard, para quien lo que avergüenza y humilla a Francia no es esa obra, sino los "imbéciles que la degradan".
Con esa declaración recuperó los términos utilizados por el grupo conservador radical "Printemps Français", que había denunciado que suponía una humillación para la ciudad y desfiguraba la elitista plaza.
El artista, conocido por sus obras provocadoras, ha admitido la similitud entre su instalación y el tapón anal (butt plug) que sus detractores ven en ella.
"Todo forma parte de una broma: Al principio, tenía la sensación de que el tapón tenía una forma similar a las esculturas de Brancusi. Luego me di cuenta de que se parecía a un árbol de Navidad. La gente puede ofenderse si quiere ver en él el consolador, pero para mí está más cerca de la abstracción", dijo a "Le Monde".
Poco después de la instalación de la escultura, un hombre abofeteó varias veces al artista y le reprochó que no es francés y que su creación no pinta nada en ese selectivo enclave.
McCarthy, sorprendido pero no herido, llegó a preguntar entonces a los medios presentes si era normal que ese tipo de cosas sucedieran en Francia.
En su defensa salió la directora artística de esta 41 edición de la FIAC, la neozelandesa Jennifer Flay, quien afirmó que la obra, que ha recibido todas las autorizaciones oficiales necesarias, era lo suficientemente ambigua como para no herir susceptibilidades.
"¿Para qué sirve el arte, si no es para alterar, para cuestionar, para revelar fallos en la sociedad?", se preguntó la representante del salón, que admitió que no es "ni una sorpresa ni un secreto" que McCarthy haya jugado con la ambigüedad.