El animal emprendía su viaje migratorio, pero se desvió del camino y terminó en un edificio de oficinas al Este de Alemania.
Un alce terminó encerrado en un edificio de oficinas de Dresde, al Este de Alemania, tras perderse durante su viaje migratorio, iniciado probablemente en Polonia.
El animal, dice la agencia Efe, quedó atrapado cuatro horas entre un cristal y una pared.
El animal, reporta la misma agencia, se resistió a abandonar el lugar a pesar de los infructuosos intentos para llevarlo de vuelta a su destino, por lo que el personal del zoológico local se vio obligado a dispararle varios dardos tranquilizantes.
Ante el acoso de la policía y de muchos curiosos sorprendidos por su presencia en la zona, el animal acabó atravesando la puerta de cristal de uno de los edificios, en cuya entrada permaneció bloqueado durante horas.
El alce, el mamífero salvaje más grande de Europa, ha comenzado en los últimos años a regresar a los bosques de Alemania, donde se consideraba extinguido desde la Edad Media.
Al margen de los animales que anualmente cruzan la frontera desde Polonia hacia tierras alemanas, los expertos estiman que en el país pueden vivir de forma permanente una decena de ejemplares.
Un alce terminó encerrado en un edificio de oficinas de Dresde, al Este de Alemania, tras perderse durante su viaje migratorio, iniciado probablemente en Polonia.
El animal, dice la agencia Efe, quedó atrapado cuatro horas entre un cristal y una pared.
El animal, reporta la misma agencia, se resistió a abandonar el lugar a pesar de los infructuosos intentos para llevarlo de vuelta a su destino, por lo que el personal del zoológico local se vio obligado a dispararle varios dardos tranquilizantes.
Ante el acoso de la policía y de muchos curiosos sorprendidos por su presencia en la zona, el animal acabó atravesando la puerta de cristal de uno de los edificios, en cuya entrada permaneció bloqueado durante horas.
El alce, el mamífero salvaje más grande de Europa, ha comenzado en los últimos años a regresar a los bosques de Alemania, donde se consideraba extinguido desde la Edad Media.
Al margen de los animales que anualmente cruzan la frontera desde Polonia hacia tierras alemanas, los expertos estiman que en el país pueden vivir de forma permanente una decena de ejemplares.