
Luego de años relegadas a segundo plano, las mujeres finalmente estamos tomando lugar en un mundo de hombres. La igualdad necesaria se está haciendo notar, y lo vemos reflejado en Maryam Mirzakhani, matemática iraní que acaba de ganar la medalla Fields, el máximo premio en las matemáticas.
Este premio es considerado el equivalente al Premio Nobel pero en el campo de las matemáticas, y en toda su historia, nunca lo había ganado una mujer. Las matemáticas son uno de los campos donde el sexo femenino ha sido excluido durante mucho tiempo, y este logro demuestra que las cosas están cambiando para mejor.

Los logros de Maryam Mirzakhani

A sus 37 años, la matemática iraní es profesora de la Universidad de Stanford, una de las más reconocidas del mundo. Este será un precedente para que más mujeres se lancen al campo de las matemáticas y se den cuenta de que es posible destacarse.
La aparición de una mujer en escena fue lo que causó más conmoción en esta entrega, porque si bien hay casi la misma cantidad de mujeres que de hombres en matemáticas, solo un 10% accede al profesorado en universidades reconocidas.
El premio dice que Mirzakhani ganó por “sus excepcionales contribuciones a la dinámica y la geometría de las superficies de Riemann y sus espacios modulares”. Es un gran avance para las matemáticas, aunque suene extraño para quienes no estén habituados a ellas.

La Medalla Fields

La Medalla Fields se entrega cada 4 años en el Congreso Internacional de Matemáticas y es otorgada a entre 2 y 4 matemáticos que tengan menos de 40 años. Los ganadores de éste año son Manjul Bhargava, de Estados Unidos, Artur Ávila, de Brasil y Martin Hairer, de Austria.
El premio también refleja que la cantidad de matemáticos ha crecido, así como la calidad de los estudios realizados en las diferentes universidades. Es además la primera vez que gana alguien de Sudamérica y de medio oriente.
ngrid Daubechies, presidenta de la Unión Internacional de Matemáticas, dijo que si bien hubo grandes mujeres matemáticas anteriormente, ninguna había realizado su mejor trabajo antes de los 40. Este tipo de dedicación es complicada para las mujeres y concretan sus investigaciones en un plazo mayor al de los hombres. Daubechies es además la primera mujer en ser presidenta de este organismo.
Sin dudas, son años de avance tanto para las mujeres como para los académicos pertenecientes a otras zonas del mundo. De todas maneras aún queda camino por recorrer, y esperamos que en un futuro los conocimientos se expandan, así como las posibilidades de tener una educación de calidad y un desarrollo intelectual necesario.


