Prohíben reír a las mujeres en Turquía
El viceprimer ministro del país calificó el acto de la carcajada femenina como un "acto impúdico".
viceprimer ministro de Turquía, Bulent Arinç dio un discurso contra la "corrupción moral" en su país y dio declaraciones polémicas acerca de la risa de las mujeres. "Si te ríes fuera de tu casa y te mueves 'seductoramente', no eres una mujer decente", afirmó.
Además, Arinç describió el ideal de mujer y hombre castos y, al llegarle el turno al sexo femenino fue determinante: "Para ellas, nada de reirse en voz alta",dijo defendiendo la risa interna de las mujeres. "La mujer debe ser decorosa, saber qué es lo decente. No debería reírse en voz alta delante de todo el mundo", continuó.
Sus dichos provocaron una protesta masiva por parte de las mujeres turcas, que recurrieron a las redes sociales para defenderse. Especialmente en Twitter y Facebook, las plataformas digitales fueron el escenario de miles de fotografías de mujeres sonriendo y con comentarios al estilo: "Qué divertido, Arinç, no me puedo aguantar" o "A reírse todo el mundo, cada risa es una rebelión".
Por su parte, Canan Arin, activista y protectora de los derechos de la mujer, dijo que es una pena que las turcas tengan que responder a este tipo de dichos y comentarios "tontos", cuando hay problemáticas más importantes para tratar y preocuparse, como la violencia de género.
El viceprimer ministro del país calificó el acto de la carcajada femenina como un "acto impúdico".

viceprimer ministro de Turquía, Bulent Arinç dio un discurso contra la "corrupción moral" en su país y dio declaraciones polémicas acerca de la risa de las mujeres. "Si te ríes fuera de tu casa y te mueves 'seductoramente', no eres una mujer decente", afirmó.
Además, Arinç describió el ideal de mujer y hombre castos y, al llegarle el turno al sexo femenino fue determinante: "Para ellas, nada de reirse en voz alta",dijo defendiendo la risa interna de las mujeres. "La mujer debe ser decorosa, saber qué es lo decente. No debería reírse en voz alta delante de todo el mundo", continuó.

Sus dichos provocaron una protesta masiva por parte de las mujeres turcas, que recurrieron a las redes sociales para defenderse. Especialmente en Twitter y Facebook, las plataformas digitales fueron el escenario de miles de fotografías de mujeres sonriendo y con comentarios al estilo: "Qué divertido, Arinç, no me puedo aguantar" o "A reírse todo el mundo, cada risa es una rebelión".
Por su parte, Canan Arin, activista y protectora de los derechos de la mujer, dijo que es una pena que las turcas tengan que responder a este tipo de dichos y comentarios "tontos", cuando hay problemáticas más importantes para tratar y preocuparse, como la violencia de género.