Que suerte tiene la Cole... felicitaciones!
Alfredo Gutiérrez
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Los integrantes de la colectividad judía en la Argentina tendrán cuatro días no laborables en el año durante la Pascua Judía (Pésaj), de acuerdo a una ley aprobada ayer en el Senado de la Nación.
Las nuevas jornadas no laborables se suman a las tres que ya estaban reconocidas por ley para los practicantes de esa religión: dos por el Año Nuevo Judío (Rosh Hashaná) y uno por el Día del Perdón (Iom Kipur).
La Pascua Judía es una festividad en que se recuerda la liberación por Moisés de los israelitas esclavizados en el Egipto de Ramsés III, un episodio relatado en el libro del Exodo del Antiguo Testamento. Son 8 días, a partir del día 15 de Nisan del calendario judío, y su víspera coincide este año con el 12 de abril.
La nueva ley convierte en no laborables los dos primeros y los últimos días de la celebración, llamados "días festivos". Los cuatro restantes son, para la religión, de "media fiesta".
El Pésaj, según aclaró el radical Rodolfo Terragno (quien propuso tratar el proyecto ayer sobre tablas porque no estaba en el temario previsto), "es una de las festividades más observadas por los judíos en todo el mundo, aun por aquellos que no son practicantes". La iniciativa legal había sido ya aprobada por la Cámara de Diputados en abril de 2005.
La urgencia de ayer (se votó sobre tablas y por unanimidad) se debe a la proximidad de las fechas: si el Gobierno promulga la ley, los días 13, 14, 19 y 20 de abril serán no laborables para los argentinos que profesan la religión judía.
Según las costumbres religiosas de la comunidad, durante los 8 días del Pésaj está prohibida la ingesta de alimentos fermentados y derivados de harina.
La tradición dice que durante estas jornadas se come Matzá, una galleta de pan ázimo, para representar el hecho de que los judíos, al salir a toda prisa de Egipto, no tuvieron tiempo de dejar leudar el pan para la travesía.
La festividad tiene también la finalidad de sostener la tradición oral de su religión. En las primeras dos noches, se acostumbra a reunirse familiarmente alrededor de una cena llamada Seder (en hebreo, orden), durante la cual se relata la epopeya de la salida de Egipto.
La reunión familiar tiene también una función pedagógica: los niños formulan preguntas referidas a las particularidades de la cena y aprenden la diferencia entre la esclavitud y el valor de la libertad.
Alfredo Gutiérrez
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Los integrantes de la colectividad judía en la Argentina tendrán cuatro días no laborables en el año durante la Pascua Judía (Pésaj), de acuerdo a una ley aprobada ayer en el Senado de la Nación.
Las nuevas jornadas no laborables se suman a las tres que ya estaban reconocidas por ley para los practicantes de esa religión: dos por el Año Nuevo Judío (Rosh Hashaná) y uno por el Día del Perdón (Iom Kipur).
La Pascua Judía es una festividad en que se recuerda la liberación por Moisés de los israelitas esclavizados en el Egipto de Ramsés III, un episodio relatado en el libro del Exodo del Antiguo Testamento. Son 8 días, a partir del día 15 de Nisan del calendario judío, y su víspera coincide este año con el 12 de abril.
La nueva ley convierte en no laborables los dos primeros y los últimos días de la celebración, llamados "días festivos". Los cuatro restantes son, para la religión, de "media fiesta".
El Pésaj, según aclaró el radical Rodolfo Terragno (quien propuso tratar el proyecto ayer sobre tablas porque no estaba en el temario previsto), "es una de las festividades más observadas por los judíos en todo el mundo, aun por aquellos que no son practicantes". La iniciativa legal había sido ya aprobada por la Cámara de Diputados en abril de 2005.
La urgencia de ayer (se votó sobre tablas y por unanimidad) se debe a la proximidad de las fechas: si el Gobierno promulga la ley, los días 13, 14, 19 y 20 de abril serán no laborables para los argentinos que profesan la religión judía.
Según las costumbres religiosas de la comunidad, durante los 8 días del Pésaj está prohibida la ingesta de alimentos fermentados y derivados de harina.
La tradición dice que durante estas jornadas se come Matzá, una galleta de pan ázimo, para representar el hecho de que los judíos, al salir a toda prisa de Egipto, no tuvieron tiempo de dejar leudar el pan para la travesía.
La festividad tiene también la finalidad de sostener la tradición oral de su religión. En las primeras dos noches, se acostumbra a reunirse familiarmente alrededor de una cena llamada Seder (en hebreo, orden), durante la cual se relata la epopeya de la salida de Egipto.
La reunión familiar tiene también una función pedagógica: los niños formulan preguntas referidas a las particularidades de la cena y aprenden la diferencia entre la esclavitud y el valor de la libertad.