Como muchos ya sabéis, los fines de semana solemos publicar noticias más distendidas y que no tienen hueco alguno entre la actualidad diaria, y la que traemos hoy va precisamente en esa línea: un chaval le roba la tarjeta de crédito a su vecino y se compra una PlayStation 4.
Uno lee este hecho y piensa que sucedió en China, Estados Unidos, Corea o algún país donde suelen recogerse este tipo de actos noticiosos con bastante regularidad. Pero no, ocurrió en España, concretamente en Valladolid. De acuerdo a la información facilitada, este joven, de 25 años de edad, obtuvo la tarjeta de crédito de su vecino tras robársela del buzón de correos particular (el banco le había mandado una nueva tarjeta a su domicilio, como hacen habitualmente las entidades bancarias).
Con la tarjeta en su propiedad, el chico no tuvo otra ocurrencia que comprarse una PlayStation 4 a través de una conocida tienda virtual. Y aquí le cogió su vecino: cuando vio que se habían cargado 410 euros en su cuenta bancaria, habló con el banco para alegar que él nunca había comprado una PS4; es más, nunca había llegado a recibir la tarjeta bancaria.
El afectado puso la denuncia correspondiente y tras la investigación pertinente, no fue muy difícil hallar el paradero de la persona que le había robado la tarjeta de crédito, ya que sólo había que dirigirse a la dirección que se había puesto a la hora de enviar la PlayStation 4.
La consola de Sony ha sido incautada por la policía y el joven pucelano está acusado de un delito de estafa a través de Internet. Se desconoce la pena qué le puede caer por haber cometido este acto, aunque hay algo seguro: la próxima vez se lo pensará dos veces -o más- antes de cometer una negligencia tan descarada.
Uno lee este hecho y piensa que sucedió en China, Estados Unidos, Corea o algún país donde suelen recogerse este tipo de actos noticiosos con bastante regularidad. Pero no, ocurrió en España, concretamente en Valladolid. De acuerdo a la información facilitada, este joven, de 25 años de edad, obtuvo la tarjeta de crédito de su vecino tras robársela del buzón de correos particular (el banco le había mandado una nueva tarjeta a su domicilio, como hacen habitualmente las entidades bancarias).
Con la tarjeta en su propiedad, el chico no tuvo otra ocurrencia que comprarse una PlayStation 4 a través de una conocida tienda virtual. Y aquí le cogió su vecino: cuando vio que se habían cargado 410 euros en su cuenta bancaria, habló con el banco para alegar que él nunca había comprado una PS4; es más, nunca había llegado a recibir la tarjeta bancaria.
El afectado puso la denuncia correspondiente y tras la investigación pertinente, no fue muy difícil hallar el paradero de la persona que le había robado la tarjeta de crédito, ya que sólo había que dirigirse a la dirección que se había puesto a la hora de enviar la PlayStation 4.

La consola de Sony ha sido incautada por la policía y el joven pucelano está acusado de un delito de estafa a través de Internet. Se desconoce la pena qué le puede caer por haber cometido este acto, aunque hay algo seguro: la próxima vez se lo pensará dos veces -o más- antes de cometer una negligencia tan descarada.