Escuela de Ingeniería de la UNR, de Caballero - Fernández
La obra, ubicada en la Ciudad Universitaria de Rosario, aprovecha las virtudes del hormigón en un edificio simple y eficiente.
Todo el programa se distribuyó en planta baja, menos 6 aulas que se dispusieron en la planta alta. En lugar de utilizar el módulo más difundido en educación que es de 7,20 x 7,20 metros, optaron por diseñar aulas de 10 x 10. “Esto nos dio aulas de 100 m2, que pueden dividirse, creando dos locales de 50 m2. Y para los laboratorios duplicamos la superficie, los planteamos en 200 m2, para diferenciarlos del aula de estudio. Cuando uno recorre el edificio espacialmente es muy variado y las funciones se cualifican de manera distinta”, describe el arquitecto.
Uno de los mayores cambios respecto del proyecto original fue la resolución estructural de la cubierta de los laboratorios con una cáscara de hormigón plegada. “Fue una manera de captar la luz natural, ya que son locales que dan al Sur. Y por otra parte les da un aspecto más industrial: es un lugar donde se ‘produce’ conocimiento”, explica Caballero y agrega que la cubierta “dialoga un poco con el edificio contiguo, que tiene una resolución similar”.
Constructivamente, no es una estructura de hormigón convencional, sino que la estructura de la losa es postesada de 10 m por 10 m, sin vigas. “Es un edificio grande, espacialmente interesante. Duro, bien hecho, con pocos detalles, pocos materiales finos, sin revestimientos”, describe Caballero y sostiene “que no es estéticamente lindo: como se trata de la Escuela de Ingeniería, tratamos de buscarle la vuelta por ese lado. Lo que se ve es lo que es.” Con el edificio en funcionamiento, cree se logró la sencillez organizativa que requiere la tipología y que a la vez, el edificio invita a usuario a apropiarse de los espacios. “Es una gran satisfacción –dice– por que si no es de este modo (con fondos del Estado) es muy difícil hacer un edificio educativo de esta envergadura”.
Escuela de Ingeniería de la UNR (1° etapa)
Proyecto: Gerardo Caballero y Maite Fernández, arqs. Colaboradores: Orlando Aloatti, Mariana Susso, Juan Fonseca, Mario Antelo. Ingeniería: José Ramón Orengo. Climatización: Juan Carlos Arcángelo, ing. Electricidad: INELGE. Dirección de Obra: Dirección de Construcciones Universitarias. Secretaría de Política Edilicia, Universidad Nacional de Rosario. Constructora: DINALE S.A. Superficie: 3.008 m2.
Esta es la primera etapa, la segunda se licitaría en unos años para la expansión de la misma.
La obra, ubicada en la Ciudad Universitaria de Rosario, aprovecha las virtudes del hormigón en un edificio simple y eficiente.



Todo el programa se distribuyó en planta baja, menos 6 aulas que se dispusieron en la planta alta. En lugar de utilizar el módulo más difundido en educación que es de 7,20 x 7,20 metros, optaron por diseñar aulas de 10 x 10. “Esto nos dio aulas de 100 m2, que pueden dividirse, creando dos locales de 50 m2. Y para los laboratorios duplicamos la superficie, los planteamos en 200 m2, para diferenciarlos del aula de estudio. Cuando uno recorre el edificio espacialmente es muy variado y las funciones se cualifican de manera distinta”, describe el arquitecto.
Uno de los mayores cambios respecto del proyecto original fue la resolución estructural de la cubierta de los laboratorios con una cáscara de hormigón plegada. “Fue una manera de captar la luz natural, ya que son locales que dan al Sur. Y por otra parte les da un aspecto más industrial: es un lugar donde se ‘produce’ conocimiento”, explica Caballero y agrega que la cubierta “dialoga un poco con el edificio contiguo, que tiene una resolución similar”.
Constructivamente, no es una estructura de hormigón convencional, sino que la estructura de la losa es postesada de 10 m por 10 m, sin vigas. “Es un edificio grande, espacialmente interesante. Duro, bien hecho, con pocos detalles, pocos materiales finos, sin revestimientos”, describe Caballero y sostiene “que no es estéticamente lindo: como se trata de la Escuela de Ingeniería, tratamos de buscarle la vuelta por ese lado. Lo que se ve es lo que es.” Con el edificio en funcionamiento, cree se logró la sencillez organizativa que requiere la tipología y que a la vez, el edificio invita a usuario a apropiarse de los espacios. “Es una gran satisfacción –dice– por que si no es de este modo (con fondos del Estado) es muy difícil hacer un edificio educativo de esta envergadura”.



Escuela de Ingeniería de la UNR (1° etapa)
Proyecto: Gerardo Caballero y Maite Fernández, arqs. Colaboradores: Orlando Aloatti, Mariana Susso, Juan Fonseca, Mario Antelo. Ingeniería: José Ramón Orengo. Climatización: Juan Carlos Arcángelo, ing. Electricidad: INELGE. Dirección de Obra: Dirección de Construcciones Universitarias. Secretaría de Política Edilicia, Universidad Nacional de Rosario. Constructora: DINALE S.A. Superficie: 3.008 m2.
Esta es la primera etapa, la segunda se licitaría en unos años para la expansión de la misma.