
¿Stallone recuerda sus inicios con el porno?

Lo que logra Stallone, con sus productores, colega guionista y director, es tirotear por lo bajo al ya desacreditado género de acción. Da a entender que en este no hacen faltas neuronas sino sentarse como un robot a ver explosiones y patadas por doquier. Es como una de porno pero de acción, nada de trama sino directo al grano (¿será como una regresión a sus inicios como actor?) Pero esto no debe ser así siempre, y existen muchas películas de acción que al menos intentan tener una trama, solo que Stallone ignora esto por completo, pues es evidente que su intención es entretener y recaudar como un jeque.
Incluso la reunión de amigos es cada vez más floja, porque ahora las viejas estrellas aparecen solo para dar la cara o para dar la sensación de que harán algo grande y luego desaparecen. Wesley Snipes es rescatado con bombos y platillos para luego ser uno más del montón; Harrison Ford de repente cambia de rol y por poco sale volando como Superman, Jet Li aparece unos segundos ¡disparando una ametralladora! Antonio Banderas recuerda un poco a su personaje en Asesinos, pero en versión payaso. Solo Mel Gibson, con sus gestos habituales de loco, justifica su personaje con creces. Para colmo, arrincona a su experimentado dream team para reclutar a otro equipo de jovencitos que lo único que muestran es que saben hacer lo mismo que los viejos, aunque más rápido pero con menos experiencia. El supuesto choque generacional solo sirve de soporte para chistes y para sumar más protagonistas, y a la larga perdemos la cuenta de cuantos son.
¿Querrá igualar Stallone la marca de Rambo y llegar a la cuarta entrega? No sabemos si podremos soportarlo, pero al menos las seis entregas de Rocky esperemos que no quiera alcanzar nunca más.
