De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 3.2 millones de personas en el mundo mueren debido a la inactividad física. La reducción de sólo un 25% del sedentarismo evitaría al año más de 1,5 millón de muertes en el mundo, afirmó el experto estadounidense Michael Pratt, en el Simposio Vida Activa y Saludable de la Serie Científica Latinoamericana que se desarrolla en Buenos Aires. ¿Qué podemos hacer al respecto? Movernos, caminar, bicicletear, estirarse, trotar, nadar... "En la Argentina, cerca de la mitad de los adultos son inactivos y la tendencia parece ir en aumento", denunció Pratt. El movimiento es salud: 30 minutos de caminata al día pueden marcar la diferencia. Pero también 5 minutos cada 60 de estar sentados.
Michael Pratt, asesor principal de Salud Global del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de USA, explicó el desafío que, además, es una indicación: "La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños y adolescentes realicen al menos una hora diaria de actividad física moderada o vigorosa, y desafortunadamente, alrededor de la tercera parte de los adultos y el 80% de los adolescentes de todo el mundo no desarrollan actividad física habitualmente", lamentó.
Así comenzó su participación en el Simposio Vida Activa y Saludable de la Serie Científica Latinoamericana. El encuentro, que reunió a unos 200 participantes, analiza la relación entre la actividad física y la salud desde los aportes de científicos, médicos, académicos y deportistas de todo el mundo.
Durante la 1ra. jornada del encuentro, los expertos recordaron que la actividad física insuficiente es la causante de 3,2 millones de muertes en todo el mundo cada año, el 5,5 % del total y ha sido calificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el 4to. factor de riesgo de mortalidad mundial por enfermedades no transmisibles después de la hipertensión, el tabaquismo y la hiperglucemia.
Según la OMS, el 17% de los adultos de la población global es físicamente inactivo y el 41% es sólo insuficientemente activo para obtener beneficios en salud. Según estimaciones de este organismo de Naciones Unidas, la inactividad física causa 1,5 millón de muertes prematuras cada año globalmente y alrededor de 600.000 en la Región Europea y 679.000 en las Américas.
Pratt llamó la atención sobre la necesidad de comprender la estrecha relación que existe entre la actividad física, la vida saludable y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.
"En Argentina, cerca de la mitad de los adultos son inactivos y la tendencia parece ir en aumento", denunció Pratt, quien alertó del "gran costo económico" que eso implica a los países, por lo que llamó a combinar "estrategias clínicas y comunitarias" para instalar un "estilo de vida saludable".
El sedentarismo físico es la carencia de ejercicio físico en la vida cotidiana de una persona, lo que por lo general pone al organismo humano en una situación vulnerable ante enfermedades, especialmente cardíacas.
El sedentarismo físico se presenta con mayor frecuencia en la vida moderna urbana, por diferentes motivos. En las grandes ciudades de crecimiento rápido del mundo en desarrollo la inactividad es un problema mayor. La urbanización ha creado varios factores ambientales que desalientan la actividad física:
> Superpoblación.
> Aumento de la pobreza.
> Aumento de la criminalidad.
> Gran densidad del tráfico.
> Mala calidad del aire.
> Inexistencia de parques, aceras e instalaciones deportivas y recreativas.
Por consiguiente, las enfermedades no transmisibles asociadas a la inactividad física son el mayor problema de salud pública en la mayoría de los países del mundo.
Se considera que una persona es sedentaria cuando su gasto semanal en actividad física no supera las 2.000 calorías. También lo es aquella que sólo efectúa una actividad semanal de forma no repetitiva por lo cual las estructuras y funciones de su organismo no se ejercitan y estimulan al menos cada 2 días, tal como lo requieren.
La OMS recomienda realizar 150 minutos de actividad física moderada semanalmente, ya que la considera un determinante clave del gasto energético, y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
Se entiende por actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos. El ejercicio físico es una actividad planificada, estructurada y repetitiva que tiene como objetivo mejorar o mantener los componentes de la forma física. Hablamos de deporte cuando el ejercicio es reglado y competitivo.
El gran problema
En forma simultánea al sedentarismo físico aparecen consecuencias:
> Obesidad: la persona sedentaria no gasta las grasas que consume y estas son almacenadas en áreas como el abdomen, lo que aumenta su volumen. Contrariamente a lo que se piensa, que reduciendo la cantidad de alimentos con las dietas se reduce el volumen de grasas, las dietas sin un régimen deportivo lo único que hacen es activar dichos "almacenes de grasa". Una dieta sin deporte está condenada al fracaso.
> Debilitamiento óseo: la carencia de actividad física hace que los huesos y los músculos pierdan fuerza y se debiliten, lo que puede derivar en enfermedades óseas como la osteoporosis, que se manifiesta en un debilitamiento de los huesos.
> Cansancio inmediato ante cualquier actividad que requiera esfuerzo físico como subir escaleras, caminar, levantar objetos o correr.
> El aumento del volumen de grasas en el organismo implica también el colesterol en el cual las arterias y venas se vuelven también almacenes de grasas inutilizadas, lo que hace que el flujo sanguíneo hacia el corazón sea menor y por lo tanto tenga que hacer un doble esfuerzo. De esto vienen los problemas cardíacos y fatiga ante cualquier esfuerzo.
> Problemas de espalda que generan dolores frecuentes.
> Propensión a desgarros musculares.
> También puede debilitar la mente, ya que el cansancio, el estrés, que generan estas consecuencias, llegan directamente al cerebro.
La especialista canadiense Margo Mountjoy explicó que en su país el costo económico de la inactividad física es de aproximadamente US$150 millones por año y propuso "cambios en el comportamiento" de los niños para conseguir una generación más activa, con "rutinas saludables en la infancia que se extiendan hasta la edad adulta".
Mountjoy detalló los "desplazamientos motorizados, la exposición excesiva a la televisión y a los videojuegos pasivos" como factores de riesgo que hay que erradicar para "mejorar la salud y el rendimiento físico e intelectual" de los niños.
Además, "un buen desarrollo físico ayuda a prevenir lesiones en la práctica de deportes ya que mejora la flexibilidad y la resistencia de huesos y músculos" aseguró la especialista canadiense y pidió involucrar a los "gobiernos a generar políticas públicas que contribuyan a la realización de más ejercicio".
Está comprobado que los estilos de vida sedentarios constituyen 1 de las 10 causas fundamentales de mortalidad, morbilidad y discapacidad; constituyendo el 2do. factor de riesgo más importante de una mala salud, después del tabaquismo.
El sedentarismo duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes tipo II y de obesidad; asimismo, aumenta la posibilidad de sufrir hipertensión arterial, osteoporosis, cáncer de mama y colon, entre otros.
Jorge Cancino López, especialista chileno en ciencias de la actividad física, presentó la idea de "entrenamiento de la fuerza muscular" como modo de prevenir el "deterioro" corporal y conseguir una "mayor calidad de vida" para los adultos mayores.
Según este experto, a partir de los 40 años se experimenta "pérdida de masa muscular", lo que provoca "fragilidad" por la "disminución en la velocidad de marcha y en la fuerza" que ocasionan "torpeza en las actividades de la vida diaria" y riesgos de caídas con consecuencias para la salud.
Cancino remarcó la importancia de realizar "al menos 30 minutos de actividad física cada día" y enfatizó que, en el caso de los adultos mayores, este ejercicio sea "valorado por un médico", "supervisado" y "diferente de la actividad física tradicional", remitiendo al concepto de "entrenamiento".
Es el sedentarismo, no las calorías
El médico y presidente del Comité de la Serie Científica Latinoamericana, Arturo Torres, explicó que una de las principales barreras para que las personas practiquen actividad física son las culturales.
Ello se debe a que a los niños no se les enseña el hábito de la actividad física, sumado a que hoy en día la tecnología y algunas comodidades que ofrece la vida cotidiana impiden el movimiento de las personas.
Además de que existe la creencia de que para llevar a cabo actividad física es necesario inscribirse a clubes deportivos y comprar ropa específica, aunque "sólo es necesario un par de tenis (zapatillas) y ponerse a caminar", explicó.
Él dijo que es importante impulsar campañas informativas respecto de los peligros de permanecer en el sedentarismo.
Y es que, además de la pérdida de peso generada por hacer ejercicio, existen beneficios directos como el aumento de la resistencia física que a su vez deriva en una mejor salud cardiovascular, aunado a la liberación de sustancias químicas como las endorfinas que generan la sensación de bienestar en las personas.
"La falta de actividad física es causa de muerte, incluso por arriba de la diabetes a nivel mundial y México es el 2do. país de Latinoamérica más inactivo", subrayó.
En ese sentido, Torres detalló que en su país, 56% de los adultos permanecen en la inactividad, cifra sólo por debajo de Chile que cuenta con 66% de su población, en tanto que Argentina y Uruguay tienen 50% y 55%, en cada caso.
Un estudio publicado por el American Journal of Medicine, titulado Obesidad, Obesidad abdominal, Actividad física, e Ingesta Calórica en USA, demostró que el estilo de vida sedentario es la principal causa del aumento en los índices de obesidad.
Por el contrario, descartó que la causa de sobrepeso sea el consumo de calorías.
Los cambios en las cifras de sobrepeso de la población estadounidense se hallaron a través de 2 indicadores internacionales, el Índice de Masa Corporal, que se calcula dividiendo el peso sobre la estatura al cuadrado, y el perímetro de circunferencia abdominal (no debe ser mayor de 90cms en hombres y 80cms en mujeres).
Según el estudio, el Indice de Masa Corporal promedio, se ha incrementado +0.37% por año, en las últimas 2 décadas.
La investigación dice que la ingesta calórica diaria no cambió significativamente, en cambio la proporción de adultos que reportaron no tener actividad física en su tiempo libre incrementó de 19.1% a 51.7%.
La maravilla de caminar
Caminar es uno de los movimientos naturales más inherentes al ser humano: nuestro cuerpo está diseñado para mantenerse en movimiento, por mucho que nos empeñemos en pasar 8 horas sentados en una silla delante de una computadora.
De la mano del sedentarismo y de una incorrecta alimentación llegan los problemas: "no me muevo porque tengo sobrepeso, y tengo sobrepeso porque no me muevo". Por eso, camine.
Si sufre de obesidad, lo primero que debería hacer es acudir a un profesional (un dietista-nutricionista) para que controle su alimentación y le ayude en la tarea de la reeducación nutricional. Es recomendable, además, que haga ejercicio. Caminar es una actividad de bajo impacto, que todos podemos (y debemos) realizar y que conlleva numerosos beneficios.
Caminar correctamente de forma moderada además ayuda a reducir la hipertensión y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejorar nuestra capacidad respiratoria, fortalecer todo nuestro cuerpo y sobre todo el tren inferior, reducir el riesgo de diabetes, mejorar nuestra coordinación y nuestra postura...
Una caminata ligera de unos 30 minutos a un ritmo moderado es un muy buen comienzo si Ud. es una persona sedentaria. Poco a poco irá ganando fondo y el cuerpo le pedirá un poco más de esfuerzo: será el momento de aumentar la intensidad del ejercicio y su duración, siempre de forma progresiva.
Según la revista Time, una reciente investigación sobre 43 estudios acerca de las tasas de actividad y de cáncer, apunta que las personas que pasan más horas sentados tienen 24% más de riesgo de desarrollar cáncer de colon, un 32% más de riesgo de cáncer endometrio y 21% más de riesgo de cáncer de pulmón.
Pero simplemente cambiando el estilo de trabajo, Ud. puede quemar de 500 a 1.000 calorías adicionales al día.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Indiana (USA) publicado en Medicine & Science in Sports & Exercise sugiere que el deterioro del flujo sanguíneo en las arterias de las piernas en realidad puede ser revertido con pausas para caminar durante 5 minutos.
Al mantenernos sentados la sangre se acumula en las piernas y evita que fluya eficazmente al corazón. Según el estudio, después de 1 hora de estar sentado, el flujo normal de la sangre se deteriora hasta en un 50%.
En las investigaciones, los hombres que caminaban durante 5 minutos en una cinta por cada hora que se sentaron no tuvieron ese deterioro en el flujo sanguíneo.
"Es interesante ver que la actividad física ligera puede ayudar a prevenir este deterioro", expresó Saurabh Thosar, autora principal del estudio.
Es la 1ra. evidencia experimental de que el movimiento moderado puede promover el flujo de sangre saludable, a pesar de los hábitos de descanso.
Los participantes en el experimento fueron varones entre las edades de 20 y 35 años que no tenían ningún problema de salud como obesidad, enfermedades del corazón, presión arterial alta o diabetes.
"Eran personas inactivas, aunque, que no hacen ejercicio regularmente", dijo en una entrevista Thosar. "Existe el riesgo de que las personas que no hacen ejercicio pueden comenzar a sentarse más y más. Es por eso que elegimos esa población.”
El estudio no investigó si caminar demostró ser más eficaz que estar de pie a la hora de mejorar el flujo sanguíneo. Pero el científico sospecha que caminar evita que el flujo sanguíneo sea deficiente en las piernas, ya que requiere de un movimiento muscular activo.

Michael Pratt, asesor principal de Salud Global del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de USA, explicó el desafío que, además, es una indicación: "La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños y adolescentes realicen al menos una hora diaria de actividad física moderada o vigorosa, y desafortunadamente, alrededor de la tercera parte de los adultos y el 80% de los adolescentes de todo el mundo no desarrollan actividad física habitualmente", lamentó.
Así comenzó su participación en el Simposio Vida Activa y Saludable de la Serie Científica Latinoamericana. El encuentro, que reunió a unos 200 participantes, analiza la relación entre la actividad física y la salud desde los aportes de científicos, médicos, académicos y deportistas de todo el mundo.
Durante la 1ra. jornada del encuentro, los expertos recordaron que la actividad física insuficiente es la causante de 3,2 millones de muertes en todo el mundo cada año, el 5,5 % del total y ha sido calificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el 4to. factor de riesgo de mortalidad mundial por enfermedades no transmisibles después de la hipertensión, el tabaquismo y la hiperglucemia.
Según la OMS, el 17% de los adultos de la población global es físicamente inactivo y el 41% es sólo insuficientemente activo para obtener beneficios en salud. Según estimaciones de este organismo de Naciones Unidas, la inactividad física causa 1,5 millón de muertes prematuras cada año globalmente y alrededor de 600.000 en la Región Europea y 679.000 en las Américas.
Pratt llamó la atención sobre la necesidad de comprender la estrecha relación que existe entre la actividad física, la vida saludable y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.
"En Argentina, cerca de la mitad de los adultos son inactivos y la tendencia parece ir en aumento", denunció Pratt, quien alertó del "gran costo económico" que eso implica a los países, por lo que llamó a combinar "estrategias clínicas y comunitarias" para instalar un "estilo de vida saludable".
El sedentarismo físico es la carencia de ejercicio físico en la vida cotidiana de una persona, lo que por lo general pone al organismo humano en una situación vulnerable ante enfermedades, especialmente cardíacas.
El sedentarismo físico se presenta con mayor frecuencia en la vida moderna urbana, por diferentes motivos. En las grandes ciudades de crecimiento rápido del mundo en desarrollo la inactividad es un problema mayor. La urbanización ha creado varios factores ambientales que desalientan la actividad física:
> Superpoblación.
> Aumento de la pobreza.
> Aumento de la criminalidad.
> Gran densidad del tráfico.
> Mala calidad del aire.
> Inexistencia de parques, aceras e instalaciones deportivas y recreativas.
Por consiguiente, las enfermedades no transmisibles asociadas a la inactividad física son el mayor problema de salud pública en la mayoría de los países del mundo.
Se considera que una persona es sedentaria cuando su gasto semanal en actividad física no supera las 2.000 calorías. También lo es aquella que sólo efectúa una actividad semanal de forma no repetitiva por lo cual las estructuras y funciones de su organismo no se ejercitan y estimulan al menos cada 2 días, tal como lo requieren.
La OMS recomienda realizar 150 minutos de actividad física moderada semanalmente, ya que la considera un determinante clave del gasto energético, y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
Se entiende por actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos. El ejercicio físico es una actividad planificada, estructurada y repetitiva que tiene como objetivo mejorar o mantener los componentes de la forma física. Hablamos de deporte cuando el ejercicio es reglado y competitivo.
El gran problema
En forma simultánea al sedentarismo físico aparecen consecuencias:
> Obesidad: la persona sedentaria no gasta las grasas que consume y estas son almacenadas en áreas como el abdomen, lo que aumenta su volumen. Contrariamente a lo que se piensa, que reduciendo la cantidad de alimentos con las dietas se reduce el volumen de grasas, las dietas sin un régimen deportivo lo único que hacen es activar dichos "almacenes de grasa". Una dieta sin deporte está condenada al fracaso.
> Debilitamiento óseo: la carencia de actividad física hace que los huesos y los músculos pierdan fuerza y se debiliten, lo que puede derivar en enfermedades óseas como la osteoporosis, que se manifiesta en un debilitamiento de los huesos.
> Cansancio inmediato ante cualquier actividad que requiera esfuerzo físico como subir escaleras, caminar, levantar objetos o correr.
> El aumento del volumen de grasas en el organismo implica también el colesterol en el cual las arterias y venas se vuelven también almacenes de grasas inutilizadas, lo que hace que el flujo sanguíneo hacia el corazón sea menor y por lo tanto tenga que hacer un doble esfuerzo. De esto vienen los problemas cardíacos y fatiga ante cualquier esfuerzo.
> Problemas de espalda que generan dolores frecuentes.
> Propensión a desgarros musculares.
> También puede debilitar la mente, ya que el cansancio, el estrés, que generan estas consecuencias, llegan directamente al cerebro.
La especialista canadiense Margo Mountjoy explicó que en su país el costo económico de la inactividad física es de aproximadamente US$150 millones por año y propuso "cambios en el comportamiento" de los niños para conseguir una generación más activa, con "rutinas saludables en la infancia que se extiendan hasta la edad adulta".
Mountjoy detalló los "desplazamientos motorizados, la exposición excesiva a la televisión y a los videojuegos pasivos" como factores de riesgo que hay que erradicar para "mejorar la salud y el rendimiento físico e intelectual" de los niños.
Además, "un buen desarrollo físico ayuda a prevenir lesiones en la práctica de deportes ya que mejora la flexibilidad y la resistencia de huesos y músculos" aseguró la especialista canadiense y pidió involucrar a los "gobiernos a generar políticas públicas que contribuyan a la realización de más ejercicio".
Está comprobado que los estilos de vida sedentarios constituyen 1 de las 10 causas fundamentales de mortalidad, morbilidad y discapacidad; constituyendo el 2do. factor de riesgo más importante de una mala salud, después del tabaquismo.
El sedentarismo duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes tipo II y de obesidad; asimismo, aumenta la posibilidad de sufrir hipertensión arterial, osteoporosis, cáncer de mama y colon, entre otros.
Jorge Cancino López, especialista chileno en ciencias de la actividad física, presentó la idea de "entrenamiento de la fuerza muscular" como modo de prevenir el "deterioro" corporal y conseguir una "mayor calidad de vida" para los adultos mayores.
Según este experto, a partir de los 40 años se experimenta "pérdida de masa muscular", lo que provoca "fragilidad" por la "disminución en la velocidad de marcha y en la fuerza" que ocasionan "torpeza en las actividades de la vida diaria" y riesgos de caídas con consecuencias para la salud.
Cancino remarcó la importancia de realizar "al menos 30 minutos de actividad física cada día" y enfatizó que, en el caso de los adultos mayores, este ejercicio sea "valorado por un médico", "supervisado" y "diferente de la actividad física tradicional", remitiendo al concepto de "entrenamiento".
Es el sedentarismo, no las calorías
El médico y presidente del Comité de la Serie Científica Latinoamericana, Arturo Torres, explicó que una de las principales barreras para que las personas practiquen actividad física son las culturales.
Ello se debe a que a los niños no se les enseña el hábito de la actividad física, sumado a que hoy en día la tecnología y algunas comodidades que ofrece la vida cotidiana impiden el movimiento de las personas.
Además de que existe la creencia de que para llevar a cabo actividad física es necesario inscribirse a clubes deportivos y comprar ropa específica, aunque "sólo es necesario un par de tenis (zapatillas) y ponerse a caminar", explicó.
Él dijo que es importante impulsar campañas informativas respecto de los peligros de permanecer en el sedentarismo.
Y es que, además de la pérdida de peso generada por hacer ejercicio, existen beneficios directos como el aumento de la resistencia física que a su vez deriva en una mejor salud cardiovascular, aunado a la liberación de sustancias químicas como las endorfinas que generan la sensación de bienestar en las personas.
"La falta de actividad física es causa de muerte, incluso por arriba de la diabetes a nivel mundial y México es el 2do. país de Latinoamérica más inactivo", subrayó.
En ese sentido, Torres detalló que en su país, 56% de los adultos permanecen en la inactividad, cifra sólo por debajo de Chile que cuenta con 66% de su población, en tanto que Argentina y Uruguay tienen 50% y 55%, en cada caso.
Un estudio publicado por el American Journal of Medicine, titulado Obesidad, Obesidad abdominal, Actividad física, e Ingesta Calórica en USA, demostró que el estilo de vida sedentario es la principal causa del aumento en los índices de obesidad.
Por el contrario, descartó que la causa de sobrepeso sea el consumo de calorías.
Los cambios en las cifras de sobrepeso de la población estadounidense se hallaron a través de 2 indicadores internacionales, el Índice de Masa Corporal, que se calcula dividiendo el peso sobre la estatura al cuadrado, y el perímetro de circunferencia abdominal (no debe ser mayor de 90cms en hombres y 80cms en mujeres).
Según el estudio, el Indice de Masa Corporal promedio, se ha incrementado +0.37% por año, en las últimas 2 décadas.
La investigación dice que la ingesta calórica diaria no cambió significativamente, en cambio la proporción de adultos que reportaron no tener actividad física en su tiempo libre incrementó de 19.1% a 51.7%.
La maravilla de caminar
Caminar es uno de los movimientos naturales más inherentes al ser humano: nuestro cuerpo está diseñado para mantenerse en movimiento, por mucho que nos empeñemos en pasar 8 horas sentados en una silla delante de una computadora.
De la mano del sedentarismo y de una incorrecta alimentación llegan los problemas: "no me muevo porque tengo sobrepeso, y tengo sobrepeso porque no me muevo". Por eso, camine.
Si sufre de obesidad, lo primero que debería hacer es acudir a un profesional (un dietista-nutricionista) para que controle su alimentación y le ayude en la tarea de la reeducación nutricional. Es recomendable, además, que haga ejercicio. Caminar es una actividad de bajo impacto, que todos podemos (y debemos) realizar y que conlleva numerosos beneficios.
Caminar correctamente de forma moderada además ayuda a reducir la hipertensión y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mejorar nuestra capacidad respiratoria, fortalecer todo nuestro cuerpo y sobre todo el tren inferior, reducir el riesgo de diabetes, mejorar nuestra coordinación y nuestra postura...
Una caminata ligera de unos 30 minutos a un ritmo moderado es un muy buen comienzo si Ud. es una persona sedentaria. Poco a poco irá ganando fondo y el cuerpo le pedirá un poco más de esfuerzo: será el momento de aumentar la intensidad del ejercicio y su duración, siempre de forma progresiva.
Según la revista Time, una reciente investigación sobre 43 estudios acerca de las tasas de actividad y de cáncer, apunta que las personas que pasan más horas sentados tienen 24% más de riesgo de desarrollar cáncer de colon, un 32% más de riesgo de cáncer endometrio y 21% más de riesgo de cáncer de pulmón.
Pero simplemente cambiando el estilo de trabajo, Ud. puede quemar de 500 a 1.000 calorías adicionales al día.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Indiana (USA) publicado en Medicine & Science in Sports & Exercise sugiere que el deterioro del flujo sanguíneo en las arterias de las piernas en realidad puede ser revertido con pausas para caminar durante 5 minutos.
Al mantenernos sentados la sangre se acumula en las piernas y evita que fluya eficazmente al corazón. Según el estudio, después de 1 hora de estar sentado, el flujo normal de la sangre se deteriora hasta en un 50%.
En las investigaciones, los hombres que caminaban durante 5 minutos en una cinta por cada hora que se sentaron no tuvieron ese deterioro en el flujo sanguíneo.
"Es interesante ver que la actividad física ligera puede ayudar a prevenir este deterioro", expresó Saurabh Thosar, autora principal del estudio.
Es la 1ra. evidencia experimental de que el movimiento moderado puede promover el flujo de sangre saludable, a pesar de los hábitos de descanso.
Los participantes en el experimento fueron varones entre las edades de 20 y 35 años que no tenían ningún problema de salud como obesidad, enfermedades del corazón, presión arterial alta o diabetes.
"Eran personas inactivas, aunque, que no hacen ejercicio regularmente", dijo en una entrevista Thosar. "Existe el riesgo de que las personas que no hacen ejercicio pueden comenzar a sentarse más y más. Es por eso que elegimos esa población.”
El estudio no investigó si caminar demostró ser más eficaz que estar de pie a la hora de mejorar el flujo sanguíneo. Pero el científico sospecha que caminar evita que el flujo sanguíneo sea deficiente en las piernas, ya que requiere de un movimiento muscular activo.