¿Qué no harías por una rica cerveza fría? La compañía de cervezas Amstel comenzó una campaña para fomentar las pausas durante el día que permitan relajarse y reducir el stress. Colocó una expendedora en una plaza pública en la ciudad de Sofía que premian con cerveza a aquellos transeúntes que puedan quedarse quietos por 3 minutos.
La propuesta de “Amstel Pause” es la quietud total. Nada de libros, celulares, revistas o charlas. La condición del juego es quedarse quieto como una estatua.
“En general la gente rara vez se toma un tiempo”, argumentan en la agencia de publicidad Next Digital Creative. Las personas “Pasan gran parte del día en sus oficinas mientras interactúan constantemente a través de las redes sociales al mismo tiempo que tratan de equilibrar sus diferentes tareas. Decidimos que queremos ayudarles a desestresarlos un poco”.
“Hemos visto un montón de instalaciones publicitarias que piden a la gente a hacer todo tipo de cosas”, dice a continuación-DC. “Decidimos que sería divertido crear una instalación que hace que las personas no hagan nada.”
El funcionamiento es sencillo. El transeúnte se para delante del aparato y presiona un botón rojo que inicia el conteo de 3 minutos, gracias a un sistema antiguo llamado “tacómetro”. A partir de ese momento debe quedarse petrificado cual si hubiera encontrado los ojos de Medusa.
Si el sensor detecta un mínimo movimiento, el cronómetro se reinicia y así hasta que la persona logre completar los 180 segundos sin moverse. Si lo consigue, la máquina lo recompensa con una deliciosa cerveza fría por su paciencia.
En 16 días de funcionamiento la campaña entregó aproximadamente 1344 latas, lo que significa que aproximadamente 84 transeúntes pudieron frenar por completo y quedarse quietos.

La propuesta de “Amstel Pause” es la quietud total. Nada de libros, celulares, revistas o charlas. La condición del juego es quedarse quieto como una estatua.
“En general la gente rara vez se toma un tiempo”, argumentan en la agencia de publicidad Next Digital Creative. Las personas “Pasan gran parte del día en sus oficinas mientras interactúan constantemente a través de las redes sociales al mismo tiempo que tratan de equilibrar sus diferentes tareas. Decidimos que queremos ayudarles a desestresarlos un poco”.
“Hemos visto un montón de instalaciones publicitarias que piden a la gente a hacer todo tipo de cosas”, dice a continuación-DC. “Decidimos que sería divertido crear una instalación que hace que las personas no hagan nada.”

El funcionamiento es sencillo. El transeúnte se para delante del aparato y presiona un botón rojo que inicia el conteo de 3 minutos, gracias a un sistema antiguo llamado “tacómetro”. A partir de ese momento debe quedarse petrificado cual si hubiera encontrado los ojos de Medusa.
Si el sensor detecta un mínimo movimiento, el cronómetro se reinicia y así hasta que la persona logre completar los 180 segundos sin moverse. Si lo consigue, la máquina lo recompensa con una deliciosa cerveza fría por su paciencia.
En 16 días de funcionamiento la campaña entregó aproximadamente 1344 latas, lo que significa que aproximadamente 84 transeúntes pudieron frenar por completo y quedarse quietos.