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Un sorete fue asesinado por un vecino, en la localidad bonaerense de Guernica. El maleante conformaba una banda que arrojaba piedras a automóviles y viviendas para posteriormente asaltar a sus conductores y moradores.




Un delincuente fue asesinado por un vecino, en la localidad bonaerense de Guernica, como violento desenlace de un intento de robo. El occiso conformaba una banda que arrojaba piedras a automóviles y viviendas para posteriormente asaltar a sus conductores y moradores. Justamente, el maleante intentó ingresar a un inmueble y su propietario lo siguió hasta su domicilio con el claro afán de cobrarse venganza, ejecutándolo de un disparo, sin mediar palabra.

Un tiro en la cabeza

Ya sin signos vitales, Cristian Montenegro, de 21 años, ingresó al Hospital Cecilia Grierson de Guernica, con un impacto de bala en la cabeza, con orificio de entrada y salida en cada parietal. No sólo les llamó la atención a los profesionales de la salud la gravedad de la herida sino también la pasividad de los familiares que acompañaban a Montenegro.

Por lo tanto, se acercaron a uno de los seres queridos a fin de tomar conocimiento de las causas que desencadenaron tan brutal deceso. Un malviviente Reflejando cierto pesar, reconocieron que el joven se dedicaba al mal vivir, integrando una banda delictiva cuyo modus operandi era por demás básico. Su principal arma eran piedras y proyectiles contundentes que arrojaban a los vehículos que circulaban por la Ruta 210, a fin de detener su marcha y asaltar a los automovilistas.

No obstante, también extendían su accionar en las viviendas de la zona, bajo la misma mecánica: arrojar una piedra a ventanas y techos de chapa. Luego aguardaban unos minutos, a fin de advertir la presencia de sus moradores en el interior, y si no veían movimiento alguno, ingresaban con fines de robo.

Justiciero

Sin embargo, finalmente la operatoria falló dado que Montenegro lanzó el proyectil y, al observar que nadie salía del hogar, entró.

Pero a sus pocos pasos, fue sorprendido por el dueño de la casa, Sergio Hernán Maidana, de 37 años, quien provocó su fuga. Lo cual no satisfizo a la víctima pues tomó su automóvil para dirigirse a la vivienda del delincuente. Maidana alcanzó a Montenegro a pocos metros de su domicilio, situado en Asamblea 202, del Barrio La Esperanza, de dicha localidad.

Se trenzaron en lucha, llevándose la peor parte el justiciero. Por lo tanto, retornó a su casa y tomó su arma de fuego 9 milímetros para cobrarse venganza. En este sentido, según relataron familiares del occiso, el hombre, que se desempeña como remisero irrumpió en la propiedad y, sin mediar palabra, apoyó la pistola en la cabeza del maleante y disparó.

Siempre en silencio, abandonó la finca con destino incierto, puesto que hasta el momento permanece prófugo. Cabe señalar que el malviviente abatido tenía una importante cantidad de piedras en los dos bolsillos de su pantalón.