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El director ejecutivo de Amnistía Internacional (AI) México, Perseo Quiroz, en su visita al estado de Colima, declaró que “la tortura está fuera de control”, ya que tan solo en la última década, las denuncias por éste delito han aumentado en un 600%.



A pesar de que se retrasó por dos horas el inicio de la conferencia “Fuera de control; tortura y otros tratos en México” (que en un principio estaba programada a las 10:00 am.), el auditorio de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales prácticamente se llenó al momento de la presentación, a la que acudieron estudiantes, ciudadanos y miembros de dependencias de gobierno, de asociaciones civiles y colectivos.


En su conferencia, Perseo Quiroz expuso al auditorio que cuando presentaron su Informe sobre la tortura en México (hace aproximadamente un mes), “causó mucha controversia entre los funcionarios públicos con los que nos reunimos”, incluyendo al Procurador General de la República Jesús Murillo Karam; visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; la subsecretaria de Derechos Humanos, entre otros.

“Lo primero que nos dijeron es que no estaban de acuerdo con la cifras y con lo que nosotros estábamos presentando, porque lo veían como algo alarmista (…) y que no reconocía los grandes avances que ésta administración pública había hecho en materia de Derechos Humanos”, contó el director ejecutivo de AI en México.



Durante su presentación, el exponente aseguró que “lo que pasó en Iguala y en Tlatlaya no se da en un vacío, sino en un contexto social ampliamente deteriorado (…) no hay un solo estado de la República que se salve”, ya que, en todas las entidades federativas “hemos detectado negligencia para sancionar violaciones a derechos humanos, (…) y que las comisiones estatales de derechos humanos no juegan un papel central como deberían jugarlo”, puesto que “han hecho un trabajo muy pobre para documentar los casos de tortura que ocurren en sus estados”.

De acuerdo a los resultados del informe realizado en México por esa organización internacional, “las denuncias por tortura (…) ha aumentado en la última década un 600%”; tan solo en éste año, “tenemos seis veces más casos de denuncias de personas que afirman haber sido torturadas que los que teníamos en 2013″, apuntó.

Así también, señaló que del año 2010 a la fecha, “tenemos al rededor de 10 mil personas que afirman haber sido torturadas en México”, por ello, “pasamos de tener unas 200 denuncias en 2003, a tener cerca de mil 500 denuncias en el 2013″.

No obstante las cifras preocupantes, Perseo Quiroz detalló que las estadísticas representan únicamente las denuncias que se presentaron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, “lo que nos hace falta es lo que se le llama la cifra negra”, dijo.

Otro de los aspectos alarmantes que AI mostró en su informe es que, a raíz de una encuesta realizada por la propia organización, se dio a conocer que “el 60% de los mexicanos tiene temor a ser torturados”. Además, el 30% de los mexicanos consideran que la tortura “es válida y legítima en alguna de las circunstancias”, lo que se traduce, de acuerdo a las palabras de Perseo Quiroz en “que como mexicanos hemos normalizado el uso de la tortura en la sociedad y nos parece como algo cotidiano que (…) si un policía nos detiene podemos ser maltratados, torturados, en incluido en algunas ocasiones llegamos a pensar que está bien”.

Lo anterior, según el experto en Derechos Humanos, se debe a que “caímos en una falacia que la administración pasada nos hizo creer”, donde se daba el mensaje de que “a la gente que se le tortura y a la gente que está en prisión es porque ‘algo ha de haber hecho’, ‘algún nexo tendrían con el crimen organizado’, ‘alguna cosa mala tendrían’, sin embargo lo que el informe nos muestra es que (…) tenemos una deficiente procuración de justicia, (…) entonces los policías recurren a la tortura como método de investigación judicial”, afirmó.

Perseo Quiroz precisó que “uno de los momentos cruciales es el que se da entre la detención de una persona y el momento en que esa persona es puesta a disposición ante la autoridad correspondiente, ya sea ministerio público, ya sea instituto nacional de migración, ya sea la autoridad, etc.”, debido a que “en ese periodo de tiempo no sabemos qué pasa con las personas”, por lo tanto, “es en donde (…) las personas más riesgo corren de ser torturadas, no solamente torturadas, sino desaparecidas”.

Mencionó el caso de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el pasado 23 de septiembre, donde la policía detuvo a los jóvenes y después ya no se supo nada, lo que hasta el momento no se ha esclarecido.

Por todo lo anterior, AI concluyó que “la tortura está fuera de control (…) porque se da a lo largo y ancho del territorio nacional, (…) pero también porque no pasa nada cuando se tortura a las personas”, ya que de todas las denuncias que existen solamente ha habido 7 casos que han sido procesados por ese delito, que comparado con las 10 mil personas denunciantes, “la proporción de las personas procesadas y el numero de denuncias es inmensa (…) algo está pasando”.

Ante el panorama que se planteó, Perseo Quiroz hizo hincapié en que las acciones de las personas pueden generar cambios concretos e importantes, por lo que invitó a los asistentes a sumarse al equipo de AI, donde los activistas que forman parte de la organización, actúan para realizar manifestaciones, invasión de espacios públicos para visibilizar casos de tortura y violación a los derechos humanos, sin embargo “el activismo social es de largo aliento y nos va a frustrar constantemente y no vamos a ver resultados pronto”, por o que insistió en no claudicar, cerrando con la pregunta: “¿qué puede más, si nuestra indignación o nuestro cansancio?”
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