La noticia es otra porque no la encontré
Adolescentes de distintas escuelas de Mendoza son hoy la preocupación de profesores y directivos porque suben fotos de chicas y chicos desnudos a la red social Facebook a través de diferentes perfiles, creados no sólo para mostrar, sino también para contar situaciones íntimas, algunas ocurridas dentro de los establecimientos, según ellos mismos relatan. Docentes y autoridades del ámbito educativo están preocupados por el aumento del cyberbulling y la falta de presencia de los padres.
Al menos, cuatro perfiles similares están dedicados a publicar el contenido que, algunas veces, está acompañado por los nombres de las escuelas donde los protagonistas cursan. Las autoridades y los profesores coinciden en la “poca responsabilidad” de los padres cuando se les notifica el problema, cuestión que desde la Dirección de Defensoría de Derechos, de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) también destacaron.
Además, según las autoridades, las situaciones que se exponen en estos perfiles terminan desencadenando casos de acoso y violencia, lo que se conoce como cyberbullying, donde se insulta y menosprecia a ciertos jóvenes por sus características físicas o por contar y enumerar sus relaciones sexuales. “Este es un proceso que viene desde hace mucho tiempo y que tenía su primera versión en la página www.mipoio.com. Ahora ha evolucionado gracias a las posibilidades que les ofrece la tecnología a los chicos para hacer estas cosas. Después de esa página, donde se contaban chismes de los estudiantes de las diferentes escuelas, llegaron los videos a internet, de una práctica que llamaron happy slapping (golpiza feliz) que consistía en pegarle a alguien y grabarlo, y más tarde llegó YouTube y facilitó todo”, detalló Alejandro Castro Santander, director general del Observatorio de Convivencia Escolar de la Universidad Católica Argentina y miembro del Consejo de Directores en el Observatorio Internacional de Violencia Escolar.
Miriam Lunello es una de las vicedirectoras del Departamento de Aplicación Docente (DAD) de la UNCuyo, colegio que aparece citado en uno de los perfiles. La docente aseguró que está al tanto de lo que sucede con los alumnos y de las situaciones que se generan mediante las redes sociales. “Hay casos de acoso muy graves y permanentes, estamos al tanto pero, lamentablemente, no hay una legislación”, recalcó. Lunello agregó que gran parte de la responsabilidad la tienen los propios padres, ya que cuando se los llama a reunión para hablar de las redes sociales “directamente no vienen, de una matrícula de 1.574 asisten 4 padres”, aseguró la vicedirectora. Entonces, ratificó: “La escuela puede tomar recaudos, hacer charlas e informar lo que pasa, pero mientras nada de lo que se suba a Facebook pase dentro del establecimiento, tenemos límites y ese límite lo ponen los papás”.
Patricia es profesora del mismo colegio. Afirmó que desconocía por completo lo que pasaba con algunos de sus alumnos y se alarmó a reconocer que “ellos están cada vez más extraños”, y agregó: “No sé en qué va a terminar esto”.
Al menos, cuatro perfiles similares están dedicados a publicar el contenido que, algunas veces, está acompañado por los nombres de las escuelas donde los protagonistas cursan. Las autoridades y los profesores coinciden en la “poca responsabilidad” de los padres cuando se les notifica el problema, cuestión que desde la Dirección de Defensoría de Derechos, de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) también destacaron.
Además, según las autoridades, las situaciones que se exponen en estos perfiles terminan desencadenando casos de acoso y violencia, lo que se conoce como cyberbullying, donde se insulta y menosprecia a ciertos jóvenes por sus características físicas o por contar y enumerar sus relaciones sexuales. “Este es un proceso que viene desde hace mucho tiempo y que tenía su primera versión en la página www.mipoio.com. Ahora ha evolucionado gracias a las posibilidades que les ofrece la tecnología a los chicos para hacer estas cosas. Después de esa página, donde se contaban chismes de los estudiantes de las diferentes escuelas, llegaron los videos a internet, de una práctica que llamaron happy slapping (golpiza feliz) que consistía en pegarle a alguien y grabarlo, y más tarde llegó YouTube y facilitó todo”, detalló Alejandro Castro Santander, director general del Observatorio de Convivencia Escolar de la Universidad Católica Argentina y miembro del Consejo de Directores en el Observatorio Internacional de Violencia Escolar.

Miriam Lunello es una de las vicedirectoras del Departamento de Aplicación Docente (DAD) de la UNCuyo, colegio que aparece citado en uno de los perfiles. La docente aseguró que está al tanto de lo que sucede con los alumnos y de las situaciones que se generan mediante las redes sociales. “Hay casos de acoso muy graves y permanentes, estamos al tanto pero, lamentablemente, no hay una legislación”, recalcó. Lunello agregó que gran parte de la responsabilidad la tienen los propios padres, ya que cuando se los llama a reunión para hablar de las redes sociales “directamente no vienen, de una matrícula de 1.574 asisten 4 padres”, aseguró la vicedirectora. Entonces, ratificó: “La escuela puede tomar recaudos, hacer charlas e informar lo que pasa, pero mientras nada de lo que se suba a Facebook pase dentro del establecimiento, tenemos límites y ese límite lo ponen los papás”.
Patricia es profesora del mismo colegio. Afirmó que desconocía por completo lo que pasaba con algunos de sus alumnos y se alarmó a reconocer que “ellos están cada vez más extraños”, y agregó: “No sé en qué va a terminar esto”.