http://i1.wp.com/www.periodismo.com/wp-content/subid/120914.gif?resize=620%2C400 Es el primero de su tipo, con especialidades y menúes para diferentes especies. Y deja contentos tanto a humanos como caninos.
En Filipinas existe un bar en el que los clientes pueden sentarse, relajarse, y compartir un momento tomando café con sus mascotas. “Whole pet kitchen”, ubicado en la ciudad de San Juan, es el primer bar-restaurant para seres de cuatro y dosLas recetas para ambos son, por supuesto, caseras. Es algo que la chef y dueña del lugar Giannina González, se toma muy enserio: “Yo hacía tandas completas de galletas y muffins, y se los entregaba a mi veterinaria, además de probarlos con mis propias mascotas”. Es que los alimentos prefabricados, explica, suelen tener buen sabor pero son un desastre nutricional. patas, con un menúes diferenciados para humanos y perros.La especialidad de la casa es la “Lasagna de Jack”, que contiene carne vacuna, hígado y vegetales, yogurt y queso. Las mascotas-clientes, dicen, suelen limpiar el plato con la lengua. El negocio es todo un éxito en Filipinas. Tanto, que la dueña planea pronto abrir un café para humanos y gatos. Cuidado con confundir los platos.
En Filipinas existe un bar en el que los clientes pueden sentarse, relajarse, y compartir un momento tomando café con sus mascotas. “Whole pet kitchen”, ubicado en la ciudad de San Juan, es el primer bar-restaurant para seres de cuatro y dosLas recetas para ambos son, por supuesto, caseras. Es algo que la chef y dueña del lugar Giannina González, se toma muy enserio: “Yo hacía tandas completas de galletas y muffins, y se los entregaba a mi veterinaria, además de probarlos con mis propias mascotas”. Es que los alimentos prefabricados, explica, suelen tener buen sabor pero son un desastre nutricional. patas, con un menúes diferenciados para humanos y perros.La especialidad de la casa es la “Lasagna de Jack”, que contiene carne vacuna, hígado y vegetales, yogurt y queso. Las mascotas-clientes, dicen, suelen limpiar el plato con la lengua. El negocio es todo un éxito en Filipinas. Tanto, que la dueña planea pronto abrir un café para humanos y gatos. Cuidado con confundir los platos.