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Las llamas comenzaron en el tablero eléctrico, ubicado cerca del altar de la iglesia, según el informe preliminar que le dieron al fiscal Lista. La última revisión de la instalación fue en 2001.






BARILOCHE (AB).- Un cortocircuito en un tablero ubicado a pocos metros del altar, provocó el voraz incendio que destruyó por completo la parroquia Inmaculada Concepción. Así lo determinaron las pericias que se hicieron para establecer la causa del siniestro, que arrebató una joya del patrimonio cultural de esta ciudad.

El fiscal Guillermo Lista comentó que, según los peritos que trabajaron en el lugar, el tablero tuvo un desperfecto y comenzó a calentarse. El fuego comenzó desde abajo, indicó el fiscal, a pocos metros del altar de la parroquia y avanzó sobre la estructura de madera. La alta temperatura provocó que algunos vidrios explotaran y el oxígeno que ingresó aceleró la expansión de las llamas, que envolvieron la histórica parroquia revestida con tejuelas de alerce.

Indicó que en 2001 se revisó la instalación eléctrica por última vez, según testimonios que se recolectaron en el lugar tras el incendio.

El comisario Elio Tapia señaló que un ingeniero eléctrico trabajó para tratar de establecer las causas del incendio. Y explicó que todavía no habían recibido el informe de Bomberos. Pero destacó que, de acuerdo con las conclusiones preliminares, todo indica que fue un incendio accidental. "El fuego comenzó en el interior", afirmó.

El incendio ocurrió en la madrugada del sábado. Un vecino avisó minutos antes de las 5 a la Policía, que se quemaba la parroquia, situada en Elflein y Beschtedt.

Cuando los bomberos arribaron al lugar, las llamas habían devorado el edificio, que se construyó en 1907, y trabajaron para evitar que el fuego se expandiera a las construcciones vecinas.

Lista comentó que cerca del altar descansaban los restos del padre Zacarías Genghini, uno de los impulsores de la parroquia. El fuego destruyó el ataúd, pero la estructura interna de metal preservó los restos del sacerdote.

El fiscal comentó que el sábado a media tarde el olor a madera quemada era impresionante en el lugar. También, el dolor y la conmoción de los que se acercaron a observar las ruinas.