En el condado de Henrico, en Virginia (EEUU), se incendió un crematorio cuando un empleado intentó incinerar los restos de un hombre que pesaba 225 kilos. Los vecinos de la zona pudieron ver la humareda desde varios kilómetros.
El fuego empezó cuando iniciaron la incineración debido a la enorme cantidad de grasa acumulada en el cuerpo del difunto, que a su vez hizo que se generara una cantidad descomunal de calor y aceite, señaló el gerente del crematorio.
Los servicios de emergencia acudieron al crematorio y consiguieron extinguir las llamas en poco más de media hora, evitando así que los demás cuerpos que habían allí acentuaran todavía más el incendio.
Tres operarios que también estaban dentro pudieron escapar sin sufrir ningún percance según informan los medios locales.
El pasado miércoles el centro recibió la autorización para quemarlo, pero por ahora se quedará cerrado por el incendio.
El fuego empezó cuando iniciaron la incineración debido a la enorme cantidad de grasa acumulada en el cuerpo del difunto, que a su vez hizo que se generara una cantidad descomunal de calor y aceite, señaló el gerente del crematorio.
Los servicios de emergencia acudieron al crematorio y consiguieron extinguir las llamas en poco más de media hora, evitando así que los demás cuerpos que habían allí acentuaran todavía más el incendio.
Tres operarios que también estaban dentro pudieron escapar sin sufrir ningún percance según informan los medios locales.
El pasado miércoles el centro recibió la autorización para quemarlo, pero por ahora se quedará cerrado por el incendio.