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Durante años, los habitantes de un pueblo tailandés se vieron obligados a beber agua de un lago contaminado formado donde se ubicaba una antigua mina de fluoruro. Las consecuencias para la salud de la población siguen hoy estando presentes.

Debido a la falta de fuentes de agua, durante años los habitantes del pueblo Ban Mae Toen, situado en la provincia tailandesa de Lampang –a unos 600 kilómetros de Bangkok–, bebieron agua del lago artificial que se había formado en una mina de fluoruro, cerrada desde hace 40 años, informa el portal 'Vice'.

El agua ha tenido unas consecuencias desastrosas para la salud de la población. Los niños sufren daños cerebrales, sordomudez, o desarrollo cerebral lento. Las personas adultas, sobre todo las mujeres, tienen las glándulas tiroides del cuello aumentadas de tamaño, al igual que sus padres.

Da tiene 64 años. Cuando tenía 34 años, bebió agua del lago. Ahora tiene las glándulas tiroides en el cuello extremadamente grandes, lo que se conoce con el nombre de bocio. A pesar del aspecto, Da asegura que no le duele.

Cuando le apareció un bulto por primera vez, no fue al médico porque ya sabía lo que era. Cuando era pequeña, había visto un aumento de tamaño similar en su madre y otros habitantes del pueblo que también habían bebido el agua del lago. "En los últimos 20 años el bulto no ha crecido. Los médicos dicen que pueden extirparlo, pero no voy a hacerlo. Soy débil y podría morir desangrada", dice Da.

Según un informe de 2007 de la Universidad australiana de Tasmania, el 11,2 % de la población de esta localidad tenía bultos en el cuello similares al de Da. Una gran parte del resto de los habitantes sufrían otro tipo de síntomas. Por ejemplo, uno de cada tres hombres y dos de cada tres mujeres mayores de 45 años presentaban algún tipo de deformidad en sus extremidades.

Para ayudar a solucionar el problema, en 2003, el Rotary Club of D'Entracasteaux de Tasmania, en Australia, introdujo el suministro de agua desde los depósitos, y abasteció a los habitantes con recipientes que almacenaban el agua de la lluvia. Oficialmente, ahora ya nadie bebe del lago. No obstante, hay quienes sostienen que el suministro de agua puede seguir siendo insuficiente en las temporadas secas.