Un nuevo estudio del Pew Research Center señala que el 64% de los uruguayos dicen haber sido criados como católicos pero solo 42% se asumen como tales en la actualidad
Según la investigación América Latina alberga a más de 425 millones de católicos, casi el 40% del total de la población católica mundial. Aunque por primera vez hay un papa latinoamericano, “la identificación con el catolicismo ha disminuido en toda la región”, remarca la encuesta que analiza la afiliación, las creencias y las prácticas religiosas en América Latina y el Caribe.
El extenso estudio se realizó en 18 países y en un territorio de EE. UU. (Puerto Rico), entre 2013 y 2014.Una de las grandes tendencias que confirma la investigación es la migración masiva de personas que fueron criadas como católicas hacia el protestantismo (religiones evangelistas).
En la mayoría de los países encuestados, al menos un tercio de los protestantes actuales fueron criados en la Iglesia Católica y la mitad o más dicen haber sido bautizados como católicos.La principal razón esgrimida por quienes se han cambiado de religión es que buscaban “una conexión más personal con Dios”.
Muchos ex católicos también dijeron que se hicieron protestantes porque querían un estilo de culto diferente o una iglesia que ayudara más a sus miembros, señala el estudio.
La escala de este éxodo está aproximadamente a la par con la de varios países latinoamericanos que también han sufrido fuertes disminuciones en la proporción de adultos que se identifican como católicos, entre los que se encuentran Nicaragua (25 puntos porcentuales menos), Uruguay (22 puntos menos), Brasil (20 menos) y El Salvador (19 menos)
Uruguay es el único país encuestado donde el porcentaje de adultos que dicen no tener afiliación religiosa (37%) rivaliza con la porción que se identifica como católica (42%). Además, el 15% de los uruguayos se identifican como protestantes.
El estudio concluye en que el panorama religioso de América Latina se está transformando no solo a causa de las personas que se han pasado del catolicismo al protestantismo, “sino también por aquellos que han prescindido de toda afiliación a la religión organizada”.
Las personas que se declaran "sin afiliación" incluyen a quienes se describen como ateos, agnósticos o sin una religión en particular. En esta categoría Uruguay encabeza la lista de países latinoamericanos, aproximadamente el doble de las personas sin afiliación de cualquier otra nación de la región.
Entre quienes se definen como “no afiliados” en Uruguay, el 24% declara no tener religión, el 10% es ateo y el 3% agnósticoAproximadamente uno de cada diez adultos o más en Uruguay (24%), República Dominicana (18%), El Salvador (12%) y Chile (11%) dicen no tener una religión en particular. En Estados Unidos, el 15% de los hispanos entran en esta categoría.
Capítulo Uruguay
En el estudio –se puede consultar una versión resumida en español– se dedica un capítulo a analizar el fenómeno de Uruguay por considerarlo un “caso atípico” por ser el país más secular de América Latina.
“En ningún otro país latinoamericano encuestado la cantidad de personas sin afiliación religiosa asciende ni siquiera al 20% de la población”, se señala, frente al 37% de Uruguay.Los analistas asignan la raíz de esta particularidad a la separación entre religión y Estado, que comenzó en 1861, cuando el gobierno nacionalizó los cementerios de todo el país y rompió su afiliación con las iglesias.
En la actualidad Uruguay tiene “por mucho” los niveles más bajos de compromiso religioso entre los países. Menos de un tercio (28%) de la población dice que la religión es muy importante en sus vidas, pocos uruguayos dicen que rezan diariamente (29%) o que asisten a servicios religiosos semanalmente (13%).
En Brasil, en comparación, el 61% de los adultos dicen que rezan a diario y el 45% informan asistir a los servicios al menos una vez a la semana.En el estudio se afirma que Uruguay se destaca “por su liberalismo.
Es el único país encuestado donde una mayoría del público está a favor de permitir que las parejas del mismo sexo se casen legalmente (62%) y donde la mitad de los adultos (54%) dicen que el aborto debería ser legal en todos los casos o en la mayoría.
Además, es el único país de la región donde la mayoría (57%) dice que los líderes religiosos no deberían tener “ninguna influencia en absoluto” en asuntos políticos”.En este interactivo es posible comparar las diferencias entre católicos y protestantes sobre temas tales como homsexualidad, aborto, divorcio, alcohol y conviviencia sin matrimonio.
¿Hay un “efecto Francisco”?
El estudio confirma que los católicos tienen una imagen positiva casi unánime de Francisco y consideran que su papado es un cambio muy importante para la iglesia. Sin embargo, los ex católicos son más escépticos con respecto al papa Francisco.
Solo en Argentina y en Uruguay la mayoría de los ex católicos expresan tener una imagen favorable del papa. En todos los demás países incluidos en la encuesta, tan solo la mitad de los ex católicos, aproximadamente, tienen una imagen favorable de Francisco y relativamente pocos ven en su pontificado un cambio importante para la Iglesia Católica.

Según la investigación América Latina alberga a más de 425 millones de católicos, casi el 40% del total de la población católica mundial. Aunque por primera vez hay un papa latinoamericano, “la identificación con el catolicismo ha disminuido en toda la región”, remarca la encuesta que analiza la afiliación, las creencias y las prácticas religiosas en América Latina y el Caribe.
El extenso estudio se realizó en 18 países y en un territorio de EE. UU. (Puerto Rico), entre 2013 y 2014.Una de las grandes tendencias que confirma la investigación es la migración masiva de personas que fueron criadas como católicas hacia el protestantismo (religiones evangelistas).
En la mayoría de los países encuestados, al menos un tercio de los protestantes actuales fueron criados en la Iglesia Católica y la mitad o más dicen haber sido bautizados como católicos.La principal razón esgrimida por quienes se han cambiado de religión es que buscaban “una conexión más personal con Dios”.
Muchos ex católicos también dijeron que se hicieron protestantes porque querían un estilo de culto diferente o una iglesia que ayudara más a sus miembros, señala el estudio.
La escala de este éxodo está aproximadamente a la par con la de varios países latinoamericanos que también han sufrido fuertes disminuciones en la proporción de adultos que se identifican como católicos, entre los que se encuentran Nicaragua (25 puntos porcentuales menos), Uruguay (22 puntos menos), Brasil (20 menos) y El Salvador (19 menos)

Uruguay es el único país encuestado donde el porcentaje de adultos que dicen no tener afiliación religiosa (37%) rivaliza con la porción que se identifica como católica (42%). Además, el 15% de los uruguayos se identifican como protestantes.
El estudio concluye en que el panorama religioso de América Latina se está transformando no solo a causa de las personas que se han pasado del catolicismo al protestantismo, “sino también por aquellos que han prescindido de toda afiliación a la religión organizada”.
Las personas que se declaran "sin afiliación" incluyen a quienes se describen como ateos, agnósticos o sin una religión en particular. En esta categoría Uruguay encabeza la lista de países latinoamericanos, aproximadamente el doble de las personas sin afiliación de cualquier otra nación de la región.
Entre quienes se definen como “no afiliados” en Uruguay, el 24% declara no tener religión, el 10% es ateo y el 3% agnósticoAproximadamente uno de cada diez adultos o más en Uruguay (24%), República Dominicana (18%), El Salvador (12%) y Chile (11%) dicen no tener una religión en particular. En Estados Unidos, el 15% de los hispanos entran en esta categoría.
Capítulo Uruguay
En el estudio –se puede consultar una versión resumida en español– se dedica un capítulo a analizar el fenómeno de Uruguay por considerarlo un “caso atípico” por ser el país más secular de América Latina.
“En ningún otro país latinoamericano encuestado la cantidad de personas sin afiliación religiosa asciende ni siquiera al 20% de la población”, se señala, frente al 37% de Uruguay.Los analistas asignan la raíz de esta particularidad a la separación entre religión y Estado, que comenzó en 1861, cuando el gobierno nacionalizó los cementerios de todo el país y rompió su afiliación con las iglesias.

En la actualidad Uruguay tiene “por mucho” los niveles más bajos de compromiso religioso entre los países. Menos de un tercio (28%) de la población dice que la religión es muy importante en sus vidas, pocos uruguayos dicen que rezan diariamente (29%) o que asisten a servicios religiosos semanalmente (13%).
En Brasil, en comparación, el 61% de los adultos dicen que rezan a diario y el 45% informan asistir a los servicios al menos una vez a la semana.En el estudio se afirma que Uruguay se destaca “por su liberalismo.
Es el único país encuestado donde una mayoría del público está a favor de permitir que las parejas del mismo sexo se casen legalmente (62%) y donde la mitad de los adultos (54%) dicen que el aborto debería ser legal en todos los casos o en la mayoría.
Además, es el único país de la región donde la mayoría (57%) dice que los líderes religiosos no deberían tener “ninguna influencia en absoluto” en asuntos políticos”.En este interactivo es posible comparar las diferencias entre católicos y protestantes sobre temas tales como homsexualidad, aborto, divorcio, alcohol y conviviencia sin matrimonio.
¿Hay un “efecto Francisco”?
El estudio confirma que los católicos tienen una imagen positiva casi unánime de Francisco y consideran que su papado es un cambio muy importante para la iglesia. Sin embargo, los ex católicos son más escépticos con respecto al papa Francisco.

Solo en Argentina y en Uruguay la mayoría de los ex católicos expresan tener una imagen favorable del papa. En todos los demás países incluidos en la encuesta, tan solo la mitad de los ex católicos, aproximadamente, tienen una imagen favorable de Francisco y relativamente pocos ven en su pontificado un cambio importante para la Iglesia Católica.