Antes que nada, aclaro que no me voy a venir a quejar de la inseguridad, ni vengo a hablar de política o eso. Ésto es una experiencia, una anécdota. Nada más.
Buenos días, gente. Ya que estamos con la moda de bardear gendarmes, y de contar que a todos nos robaron, me acordé de una anécdota, algo que me pasó hace un par de meses ya. La historia es la siguiente:
Yo estudio música en Berazategui. Un jueves, después de terminar la clase de ensamble musical a las 20 hs, dos amigos y yo decidimos ir a ver un poco del Berazategui Rock a un par de cuadras. Ver un par de bandas, y volver a la próxima clase, ya que estábamos a unas cuadras nada más.
Dejamos los instrumentos en el centro cultural y empezamos a caminar por la calle 15 tranquilamente. Era un paredón oscuro y mal iluminado, pero seguía siendo el mejor camino desde donde estábamos, cuando escuchamos que desde la otra cuadra, en un cuadrado oscuro alguien grita "sacá el fierro" y ahí ya nos la vimos venir. 3 tipos con ropa deportiva y visera se cruzaron desde la vereda de en frente y se nos ponen adelante. Uno empieza a pedirnos los celulares mientras los otros dos vigilaban. Yo, casi feliz, le doy mi Samsung gt i5500.
Había tenido ese celular de porquería desde hace 3 años y por más que me esforzaba en perderlo, siempre volvía.
"-Flaco, si te dan $20 por ésto la hiciste re bien."
Ni se me cruzó por la cabeza reaccionar de otra forma, sumándole que de los 3, yo era el único que sabía artes marciales y que los otros 2 estaban petrificados como los mejores. La verdad que no quería que me maten a piñas ese día.
Seba, el baterista, y el que estaba al lado mío, le dijo que no tenía celular y le dio $15 que tenía ahí.
Cuando vio que Iván, el guitarrista tenía unos auriculares truchos, se le tiró encima para sacárselos, cosa que llamó la atención de unos gendarmes que estaban ocasionalmente de patrulla esa noche.
En eso, escucho detrás nuestro una frenada de auto, y los chorros salen corriendo. Me doy vuelta y veo que de una Kangoo blanca se bajan 4 gendarmes uniformados.
-No, no encontré fotos de las Kangoo blancas que usan allá.
Corro hacia uno de ellos y le digo que "el tipo de blanco tiene mi celular" y los dos empezamos a correr.
El gendarme le grita al chorro que se tire al piso. Increíblemente, el tipo es lo suficientemente idiota o inteligente como para hacerle caso.
Lo registran, y nos devuelven el dinero y mi celular. El gendarme me pide que lo use para llamar a la policía -que más tarde me lo vuelve a sacar-.
Después de un paseo en patrullero y una laaaarga sesión de declaración de casi 3 horas, me devuelven mi celular finalmente. El chorro terminó en custodia por ser menor. No era la primera vez que lo procesaban. Después de todo, fui a saludar y agradecerle a los gendarmes, que nos trataron perfectamente y se preocuparon por nosotros.
Yapa: Un mes después, me envían una citación de la comisaría informándome que tengo que ir a retirar $50 por compensación de daños. Un golazo.
Una semana después, perdí el celular en un recital. Ésta vez no volvió hacia mí.
Y ésto porque sí.

Buenos días, gente. Ya que estamos con la moda de bardear gendarmes, y de contar que a todos nos robaron, me acordé de una anécdota, algo que me pasó hace un par de meses ya. La historia es la siguiente:
Yo estudio música en Berazategui. Un jueves, después de terminar la clase de ensamble musical a las 20 hs, dos amigos y yo decidimos ir a ver un poco del Berazategui Rock a un par de cuadras. Ver un par de bandas, y volver a la próxima clase, ya que estábamos a unas cuadras nada más.

Dejamos los instrumentos en el centro cultural y empezamos a caminar por la calle 15 tranquilamente. Era un paredón oscuro y mal iluminado, pero seguía siendo el mejor camino desde donde estábamos, cuando escuchamos que desde la otra cuadra, en un cuadrado oscuro alguien grita "sacá el fierro" y ahí ya nos la vimos venir. 3 tipos con ropa deportiva y visera se cruzaron desde la vereda de en frente y se nos ponen adelante. Uno empieza a pedirnos los celulares mientras los otros dos vigilaban. Yo, casi feliz, le doy mi Samsung gt i5500.

Había tenido ese celular de porquería desde hace 3 años y por más que me esforzaba en perderlo, siempre volvía.
"-Flaco, si te dan $20 por ésto la hiciste re bien."
Ni se me cruzó por la cabeza reaccionar de otra forma, sumándole que de los 3, yo era el único que sabía artes marciales y que los otros 2 estaban petrificados como los mejores. La verdad que no quería que me maten a piñas ese día.

Seba, el baterista, y el que estaba al lado mío, le dijo que no tenía celular y le dio $15 que tenía ahí.
Cuando vio que Iván, el guitarrista tenía unos auriculares truchos, se le tiró encima para sacárselos, cosa que llamó la atención de unos gendarmes que estaban ocasionalmente de patrulla esa noche.

En eso, escucho detrás nuestro una frenada de auto, y los chorros salen corriendo. Me doy vuelta y veo que de una Kangoo blanca se bajan 4 gendarmes uniformados.

-No, no encontré fotos de las Kangoo blancas que usan allá.
Corro hacia uno de ellos y le digo que "el tipo de blanco tiene mi celular" y los dos empezamos a correr.

El gendarme le grita al chorro que se tire al piso. Increíblemente, el tipo es lo suficientemente idiota o inteligente como para hacerle caso.
Lo registran, y nos devuelven el dinero y mi celular. El gendarme me pide que lo use para llamar a la policía -que más tarde me lo vuelve a sacar-.

Después de un paseo en patrullero y una laaaarga sesión de declaración de casi 3 horas, me devuelven mi celular finalmente. El chorro terminó en custodia por ser menor. No era la primera vez que lo procesaban. Después de todo, fui a saludar y agradecerle a los gendarmes, que nos trataron perfectamente y se preocuparon por nosotros.
Yapa: Un mes después, me envían una citación de la comisaría informándome que tengo que ir a retirar $50 por compensación de daños. Un golazo.
Una semana después, perdí el celular en un recital. Ésta vez no volvió hacia mí.
Y ésto porque sí.

