
Hola, muchachos.
He venido a hablarles de un tema especial y quiero que se recuerde. No porque les parezca sencillo es menos importante.
Se ha visto últimamente todo esto de "la cultura del pancho". Explicando, para cualquiera de afuera que no esté al tanto, en Argentina se le regala todo a algunos a cambio de su afiliación política. Esto ha generado cosas muy malas. Pero lo peor no son las injusticias que vemos sino el que se haya destruido lo que voy a llamar "la cultura del esfuerzo".
Hoy en día los jóvenes quieren todo de arriba, regalado. Creen que se les tiene que dar todo servido y no ponen nada de sí para lograr las cosas. Como llegamos a esto es una buena pregunta. No es que Cristina haya convertido en esto al país, algo mal ya había desde antes y, en todo caso, el kirchnerismo lucró con una tendencia que ya existía y la explotó al máximo para sus fines políticos.
Ahora, tenemos que reconstruir la cultura que cayó o construir algo nuevo que tenga en cuenta que uno tiene que dar de sí para obtener las cosas... una sociedad no crece si las personas piden y reclaman pero nunca aportan nada al conjunto y eso es lo que estamos haciendo en este momento. Le estamos dando todo a gente de este país o de otro, mientras las personas que se esfuerzan son exprimidas hasta el último centavo. Es un país del revés, como quien diría, porque naturalmente el que más hace suele ser el que mejor está y no porque lo decida alguien sino porque así se dan las cosas, si se las deja solas.
Hoy en día, un pibito tiene hijos y va a pedir planes y el Gobierno argentino literalmente los mantiene. Pero el Gobierno saca la plata de alguna parte, de los impuestos caros y multas exageradas que cobra, por ejemplo.
Se le dice a la gente que tiene que buscar lo fácil pero esto no es sustentable, porque en la vida hay muchas cosas que cuestan y que son valiosas. Pueden ser difíciles pero convienen más y estamos mejor con ellas. Acostarse con una atorranta del boliche es fácil, es más complicado encontrar una mujer que valga. Y eso no quiere decir que tengamos que conformarnos con la atorranta, que nos va a hacer más cornudos que un alce y a tomarnos de tontos.
Debemos retomar los tiempos en los que sabíamos que teníamos que hacer un esfuerzo para tener las cosas que valen. Si hoy no lo es, no bajes los brazos, porque si decimos que no podemos hacer nada estamos perdidos y es mentira. Podemos hacer algo. Enseñe a los demás que las cosas hay que ganárselas, con su conducta y con sus palabras. No hay por qué hacer de esto una cosa desagradable, porque de hecho la cultura del esfuerzo está más asociada con alegrías y felicidades que la cultura del ocio.
Pensemos que muchos de los delincuentes que hay hoy seguramente empezaron por eso de querer tener todo de arriba sin hacer nada, seguramente hubiera sido diferente si esas personas supieran que para tener algo hay que ganárselo. Es lo más justo y es algo lógico. Más allá de todas las teorías sociales y de lo que pensemos que es una sociedad justa, la frutas y verduras no se cultivan solas, las vacas que comemos alguien las cría, las casas alguien las construye...
La gente dice que esto viene de la educación y sí, es cierto, pero no en el sentido que lo dicen. La idea es que los maestros tengan que enseñar lo que no nos preocupamos de enseñar en casa y no es así. El maestro tiene que enseñar a contar, a leer, a comprender la naturaleza... si enseña algo de la vida, le podemos agradecer porque no es su trabajo. Aparte, seamos honestos, si un maestro no puede calificar mal a alguien que hizo las cosas mal porque ya van los padres a romperle la cabeza, ¿qué tanto puede enseñar a comportarse a ese alumno? No, la educación que está mal es la que se da en casa, aparte de las críticas que podamos hacer al sistema escolar. No nos lavemos las manos porque ya sabemos las consecuencias. Los padres se tienen que hacer cargo. Si el hijo sale a robar, ponerle los límites y castigarlo, preguntarse cómo es que llegó a esa situación. Lo peor que se puede hacer es justificarlo o decir que es libre y puede hacer lo que quiere. Después, cuando aparezca con una bala en la cabeza no se enojen con el que lo mató defendiéndose porque le quería robar. Enojense antes y hagan algo con su hijo para que sea un hombre de bien.
No es todo hacer lo que uno quiere y les cuento. Hay una chica que se acostaba con quien quería y terminó contagiándose el SIDA, que aclaro que ella dice que es difícil llevar esa enfermedad, no es un juego enfermarse de SIDA ni aunque tengas todo lo material que necesites. Pero, claro, a lo mejor alguno piense que es solamente un caso. Bueno, hay otra que también hacía lo mismo y terminó con un golpeador y vago. El hijo no habla por toda la violencia en la que vive y lo tratan como si fuera un retrasado. Pero también debe ser idea mía, así que hay otra que también hace lo mismo y también se consiguió uno, que aunque no le duren mucho los novios, la golpea y la trata mal. Eso es lo que eligieron ellas, porque era lo más fácil y porque esos hombres les gustaban.
También conozco otra, que se consiguió un novio de una familia de ladrones. El novio y conocidos le robaron a alguien de la familia de esta chica. En todo caso, al novio le dan todo aunque no haga nada porque se estaba por ir con otra. Yo quiero preguntar si esto tiene sentido. Evidentemente, le quisieron ahorrar un dolor a la chica y hasta la presionaron para que se mantenga al lado de él. Ella aceptó, porque si no le cortaban todo. Y siguió fingiendo tener una familia feliz, un poco más desilusionada de la vida tal vez. La cosa es que si no lo hubieran mantenido al lado de ella a la fuerza, probablemente no le hubieran robado a esta persona de la familia. Y todo esto es justamente porque no se entiende que lo que es valioso a veces se gana con esfuerzo, no siempre es ni tiene que ser fácil.
Bueno, muchas gracias por haber leído. Un abrazo y ojalá que podamos hacer de éste un lugar mejor, donde todos vivamos bien de acuerdo con nuestra dedicación.