
La azafata alemana Olivia Sievers a menudo atendía vuelos a Buenos Aires y un día encontró ahí al perro más fiel del mundo.
Hace 6 meses Olivia conoció a este peludo en la puerta de un hotel

Lo alimentó y lo acarició, y a partir de entonces el perro, al cual Olivia llamó Rubio, empezó a esperar cada vez su visita a Buenos Aires.


Incluso le encontró un hogar pero el perrito huyó de ahí para esperar a Olivia otra vez.

Para ese tiempo, la mujer se había encariñado tanto con Rubio que decidió llevárselo a Alemania.

Ahora el perro está rodeado de amor y cariño. Está absolutamente feliz en su nuevo hogar.


