La ola de frío en Europa no termina y ya dejó 34 muertos
Los servicios meteorológicos de varios países europeos pronostican que la última noche de 2005 podría ser la más cruda de las últimas semanas y no se descartan aún más víctimas. El temporal de nieve provocó el cierre de rutas y caminos y un verdadero caos en Francia
Europa despide el año con una ola de frío que causó hasta el momento 34 muertes en Polonia, Italia, Francia, el Reino Unido, Turquía y Croacia, mientras que los servicios meteorológicos de varios países pronostican que la última noche de 2005 podría ser la más cruda.
"Veintidós personas murieron de frío en los últimos 10 días, llevando el balance a 85 muertos desde la primera ola de frío en octubre", dijo Grazyna Puchalska, una vocera de la policía polaca citada por la agencia ANSA.
En el Reino Unido, que vivió el mes de diciembre más frío desde hace diez años, un hombre de unos cuarenta años fue encontrado muerto, congelado en las escaleras de la municipalidad de West Bromwich (centro), según informó ayer la BBC.
En Italia, el frío provocó una nueva víctima. Se trata de un indigente de 22 años que falleció en el andén de la estación central de Roma, donde la mayoría de los trenes registraban importantes atrasos, y siete vuelos que salían del aeropuerto de Florencia fueron anulados.
En Croacia, una mujer de 91 años murió de frío delante de su domicilio en Zadar (sur) cuando se registraban menos diez grados.
El tránsito por rutas y trenes está complicado en toda Croacia y en algunas regiones montañosas la nieve alcanza los dos metros de altura.
Hasta el jueves, el temporal de nieve y frío polar que azota Europa había provocado la muerte de tres personas en Italia, cuatro en Turquía y dos en Francia, además de serios trastornos en el tráfico aéreo y terrestre.
Por su parte, Suiza vivió la noche más fría del invierno, con -35 C en La Brevine, en el cantón de Neuchatel (Oeste), donde los habitantes comienzan a sufrir de la escasez de agua.
En Holanda, donde el tráfico ferroviario fue limitado, la oficina meteorológica anunció "condiciones invernales extremas".
En la vecina Bélgica se prevé también una baja de las temperaturas y las autoridades advirtieron contra los serios problemas de circulación debido a la nieve.
En Austria, las principales dificultades se esperan durante el fin de semana, con temperaturas que podrían llegar hasta los 15 grados bajo cero, según el servicio meteorológico local.
En Eslovaquia, la nieve y el viento perturbaban el tráfico caminero y ferroviario, mientras que en República Checa la situación se había estabilizado en el aeropuerto de Praga que fue cerrado en la víspera.
La nieve en Hungría provocó el descarrilamiento de un tranvía en Budapest bloqueando varias líneas de la capital donde los buses no circulaban.
En España, la nieve provocó el cierre a la circulación de cuatro pasos de montaña al norte del país, mientras que en el noreste la circulación era difícil debido al hielo.
En Rumania, donde excepcionalmente las temperaturas son clementes, las autoridades lanzaron hoy una alerta en el sur del país, donde se esperan lluvias torrenciales para el sábado y el domingo.
Caos en Francia
En tanto, vuelos retrasados en los aeropuertos de París, problemas de circulación en buena parte de la red viaria, con algunas autopistas cortadas al tráfico durante horas y decenas de miles de hogares sin corriente eléctrica fueron algunas de las consecuencias de la ola de hielo y nieve que ayer afectó a Francia.
Los aviones que tenían que despegar o aterrizar en los aeropuertos de Roissy Charles de Gaulle u Orly, en las afueras de París, acumulaban retrasos medios de una hora por la tarde a causa de la nieve y del hielo provocado por la lluvia al contacto con el suelo congelado.
El temporal, que llevó a los servicios meteorológicos a declarar una alerta por nieve y lluvias convertidas en hielo al contacto con el suelo en 81 del centenar de departamentos franceses (casi todos a excepción de los de la fachada mediterránea), causó abundantes problemas de circulación.
El Centro Nacional de Información Vial (CNIR) recomendaba evitar utilizar coches y camiones a menos que fuera absolutamente indispensable, y recordaba que el periodo de vigilancia sólo iba a prolongarse durante unas horas, ya que un nuevo frente borrascoso que atraviesa Francia de oeste a este acarrea a su paso una subida importante de las temperaturas.
A modo de ejemplo de las múltiples restricciones del tráfico, más de un centenar de camiones estuvieron bloqueados por la tarde en la autopista A20 en las cercanías de Limoges (centro) después de que las autoridades prohibieran la circulación de ese tipo de vehículos a causa de la nieve.
La nieve, que empezó a caer la pasada noche en las regiones de la fachada atlántica como Bretaña, Normandía y Pas de Calais, provocó en esta última la parálisis casi total del transporte urbano de la ciudad de Lille.
Varias líneas de alta tensión sufrieron desperfectos, en particular en las regiones de Pas de Calais y Normandía, con cortes de corriente para unos 110.000 hogares en la primera y al menos varios miles en la segunda.
Los ferrocarriles también se vieron afectados por el hielo, en el oeste y en el este del país, con retrasos que llegaron a ser de siete horas y media en algunos trenes de alta velocidad en las líneas entre varias ciudades bretonas y París.
Otra consecuencia de las heladas, en este caso en la capital francesa, fue el cierre de la torre Eiffel a los visitantes desde primera hora de la tarde ya que el suelo estaba demasiado congelado, con los consecuentes riesgos para los turistas.
La empresa que explota la torre Eiffel -el monumento de pago más visitado del mundo- señaló que no puede tirar sal para deshacer el hielo por el riesgo de corrosión que eso acarrearía para la estructura y los equipamientos como los ascensores, pero que confiaba en poder reabrir la entrada al público desde el sábado por la mañana gracias a la esperada subida de las temperaturas.
-- Cualquier semejanza con el dia despues de mañana es mera coincidencia!! --
¿Una nueva era de hielo?
No sería lejano el día después de mañana
Una científica argentina predijo el congelamiento eterno del hemisferio norte. La causa es la misma que plantea la película. Se detendría una corriente marina que lleva el calor al Atlántico boreal. Una nueva era glacial haría imposible la vida en países del norte de Europa. Los simuladores indican que ocurriría dentro de cien años. Repercusiones en la Argentina
¿Una realidad? La base teórica de El día después de mañana es la del colapso de las corriente oceánicas
California arrasada por enormes huracanes, Nueva York inundada y congelada, Tokio castigada con un tormenta eterna de granizo, Europa cubierta por un manto blanco que nunca desaparecerá. El mundo al borde de una nueva era glacial.
Las causas de las catástrofes imaginadas por Roland Emmerich, para su película El día después de mañana, no estarían tan lejos de producirse. Así se plantea en una investigación realizada por Silvia Garzoli, una científica argentina que dirige la división de Oceanografía Física del Laboratorio Atlántico de Oceanografía y Meteorología del gobierno estadounidense.
La razón principal de aquellos cataclismos de ficción es la misma que estudian los oceanógrafos: la desaceleración que experimentan las corrientes marinas llevan calor al hemisferio norte y lo hacen habitable.
La predicción de Garzoli, realizada en base a modelos de simulación, es que, en alrededor de cien años, ese circuito oceánico se detendrá por completo. La consecuencia sería el congelamiento eterno del norte del mundo.
Escenario posible
“La idea de la película es que ese circuito oceánico deja de existir”, explica a Hoy Alberto Piola, un licenciado en Oceanografía formado en la UBA, que actualmente investiga para el Conicet y para el Servicio de Hidrografía Naval de la Armada Argentina.
Esa misma idea es la que plantea Garzoli, la científica que también se formó en la UBA y se doctoró en Física en la Universidad Nacional de La Plata. Es un tema de preocupación de la comunidad científica, que encuentra evidencias de que hay una desaceleración en esas corrientes.
Piola explica que esa circulación termohalina (llamada así porque relaciona la temperatura del agua con su salinidad), “planteada correctamente en la película”, lleva agua caliente a las latitudes más altas del planeta, haciendo que “el clima sea moderado”.
“Lo que está mal en la película es el período de tiempo en que el colapso de las corrientes termohalinas se produce, pues ocurre en pocas semanas”, dice el oceanógrafo. A Piola le parece algo escaso el plazo del que habla Garzoli. La científica dice que en cien años el circuito se frenaría definitivamente.
Impacto global
En principio, las consecuencias de semejante fenómeno son analizadas en el hemisferio norte, pero para Piola, “ese tipo de modificación tienen un impacto global”.
Nuestra región está directamente vinculada. “El Atlántico Sur tiene importancia, porque las corrientes a las que se hace referencia lo atraviesan. Por lo tanto, si la celda de circulación colapsa, el flujo que pasa por acá también dejaría de existir”.
Aunque los impactos concretos en el hemisferio sur son menos claros, para el norte suenan apocalípticas. La corriente marina en cuestión es la responsable, por ejemplo, de que un lugar como Islandia, ubicado tan cerca del Polo, sea habitable. Si, como anuncia Garzoli, se detiene en un siglo, en los países del noroeste de Europa las temperaturas bajarían en promedio a bajo cero.
La circulación termohalina es lenta. La corriente marina se traslada a una velocidad de un metro por segundo. Puede ser alterada y, en ese caso, “los resultados pueden ser catastróficos”, afirma Garzoli.
Sostiene su predicción en que “la mayoría de los modelos numéricos de simulación de cambio global muestran que un incremento producido por el hombre del dióxido de carbono lleva a una disminución de la velocidad de esta corriente. Si los modelos son correctos, en el año 2100, podría esperarse un colapso de la circulación termohalina”.

Los servicios meteorológicos de varios países europeos pronostican que la última noche de 2005 podría ser la más cruda de las últimas semanas y no se descartan aún más víctimas. El temporal de nieve provocó el cierre de rutas y caminos y un verdadero caos en Francia
Europa despide el año con una ola de frío que causó hasta el momento 34 muertes en Polonia, Italia, Francia, el Reino Unido, Turquía y Croacia, mientras que los servicios meteorológicos de varios países pronostican que la última noche de 2005 podría ser la más cruda.
"Veintidós personas murieron de frío en los últimos 10 días, llevando el balance a 85 muertos desde la primera ola de frío en octubre", dijo Grazyna Puchalska, una vocera de la policía polaca citada por la agencia ANSA.
En el Reino Unido, que vivió el mes de diciembre más frío desde hace diez años, un hombre de unos cuarenta años fue encontrado muerto, congelado en las escaleras de la municipalidad de West Bromwich (centro), según informó ayer la BBC.
En Italia, el frío provocó una nueva víctima. Se trata de un indigente de 22 años que falleció en el andén de la estación central de Roma, donde la mayoría de los trenes registraban importantes atrasos, y siete vuelos que salían del aeropuerto de Florencia fueron anulados.
En Croacia, una mujer de 91 años murió de frío delante de su domicilio en Zadar (sur) cuando se registraban menos diez grados.
El tránsito por rutas y trenes está complicado en toda Croacia y en algunas regiones montañosas la nieve alcanza los dos metros de altura.
Hasta el jueves, el temporal de nieve y frío polar que azota Europa había provocado la muerte de tres personas en Italia, cuatro en Turquía y dos en Francia, además de serios trastornos en el tráfico aéreo y terrestre.
Por su parte, Suiza vivió la noche más fría del invierno, con -35 C en La Brevine, en el cantón de Neuchatel (Oeste), donde los habitantes comienzan a sufrir de la escasez de agua.
En Holanda, donde el tráfico ferroviario fue limitado, la oficina meteorológica anunció "condiciones invernales extremas".
En la vecina Bélgica se prevé también una baja de las temperaturas y las autoridades advirtieron contra los serios problemas de circulación debido a la nieve.
En Austria, las principales dificultades se esperan durante el fin de semana, con temperaturas que podrían llegar hasta los 15 grados bajo cero, según el servicio meteorológico local.
En Eslovaquia, la nieve y el viento perturbaban el tráfico caminero y ferroviario, mientras que en República Checa la situación se había estabilizado en el aeropuerto de Praga que fue cerrado en la víspera.
La nieve en Hungría provocó el descarrilamiento de un tranvía en Budapest bloqueando varias líneas de la capital donde los buses no circulaban.
En España, la nieve provocó el cierre a la circulación de cuatro pasos de montaña al norte del país, mientras que en el noreste la circulación era difícil debido al hielo.
En Rumania, donde excepcionalmente las temperaturas son clementes, las autoridades lanzaron hoy una alerta en el sur del país, donde se esperan lluvias torrenciales para el sábado y el domingo.
Caos en Francia
En tanto, vuelos retrasados en los aeropuertos de París, problemas de circulación en buena parte de la red viaria, con algunas autopistas cortadas al tráfico durante horas y decenas de miles de hogares sin corriente eléctrica fueron algunas de las consecuencias de la ola de hielo y nieve que ayer afectó a Francia.
Los aviones que tenían que despegar o aterrizar en los aeropuertos de Roissy Charles de Gaulle u Orly, en las afueras de París, acumulaban retrasos medios de una hora por la tarde a causa de la nieve y del hielo provocado por la lluvia al contacto con el suelo congelado.
El temporal, que llevó a los servicios meteorológicos a declarar una alerta por nieve y lluvias convertidas en hielo al contacto con el suelo en 81 del centenar de departamentos franceses (casi todos a excepción de los de la fachada mediterránea), causó abundantes problemas de circulación.
El Centro Nacional de Información Vial (CNIR) recomendaba evitar utilizar coches y camiones a menos que fuera absolutamente indispensable, y recordaba que el periodo de vigilancia sólo iba a prolongarse durante unas horas, ya que un nuevo frente borrascoso que atraviesa Francia de oeste a este acarrea a su paso una subida importante de las temperaturas.
A modo de ejemplo de las múltiples restricciones del tráfico, más de un centenar de camiones estuvieron bloqueados por la tarde en la autopista A20 en las cercanías de Limoges (centro) después de que las autoridades prohibieran la circulación de ese tipo de vehículos a causa de la nieve.
La nieve, que empezó a caer la pasada noche en las regiones de la fachada atlántica como Bretaña, Normandía y Pas de Calais, provocó en esta última la parálisis casi total del transporte urbano de la ciudad de Lille.
Varias líneas de alta tensión sufrieron desperfectos, en particular en las regiones de Pas de Calais y Normandía, con cortes de corriente para unos 110.000 hogares en la primera y al menos varios miles en la segunda.
Los ferrocarriles también se vieron afectados por el hielo, en el oeste y en el este del país, con retrasos que llegaron a ser de siete horas y media en algunos trenes de alta velocidad en las líneas entre varias ciudades bretonas y París.
Otra consecuencia de las heladas, en este caso en la capital francesa, fue el cierre de la torre Eiffel a los visitantes desde primera hora de la tarde ya que el suelo estaba demasiado congelado, con los consecuentes riesgos para los turistas.
La empresa que explota la torre Eiffel -el monumento de pago más visitado del mundo- señaló que no puede tirar sal para deshacer el hielo por el riesgo de corrosión que eso acarrearía para la estructura y los equipamientos como los ascensores, pero que confiaba en poder reabrir la entrada al público desde el sábado por la mañana gracias a la esperada subida de las temperaturas.
-- Cualquier semejanza con el dia despues de mañana es mera coincidencia!! --
¿Una nueva era de hielo?
No sería lejano el día después de mañana
Una científica argentina predijo el congelamiento eterno del hemisferio norte. La causa es la misma que plantea la película. Se detendría una corriente marina que lleva el calor al Atlántico boreal. Una nueva era glacial haría imposible la vida en países del norte de Europa. Los simuladores indican que ocurriría dentro de cien años. Repercusiones en la Argentina
¿Una realidad? La base teórica de El día después de mañana es la del colapso de las corriente oceánicas
California arrasada por enormes huracanes, Nueva York inundada y congelada, Tokio castigada con un tormenta eterna de granizo, Europa cubierta por un manto blanco que nunca desaparecerá. El mundo al borde de una nueva era glacial.
Las causas de las catástrofes imaginadas por Roland Emmerich, para su película El día después de mañana, no estarían tan lejos de producirse. Así se plantea en una investigación realizada por Silvia Garzoli, una científica argentina que dirige la división de Oceanografía Física del Laboratorio Atlántico de Oceanografía y Meteorología del gobierno estadounidense.
La razón principal de aquellos cataclismos de ficción es la misma que estudian los oceanógrafos: la desaceleración que experimentan las corrientes marinas llevan calor al hemisferio norte y lo hacen habitable.
La predicción de Garzoli, realizada en base a modelos de simulación, es que, en alrededor de cien años, ese circuito oceánico se detendrá por completo. La consecuencia sería el congelamiento eterno del norte del mundo.
Escenario posible
“La idea de la película es que ese circuito oceánico deja de existir”, explica a Hoy Alberto Piola, un licenciado en Oceanografía formado en la UBA, que actualmente investiga para el Conicet y para el Servicio de Hidrografía Naval de la Armada Argentina.
Esa misma idea es la que plantea Garzoli, la científica que también se formó en la UBA y se doctoró en Física en la Universidad Nacional de La Plata. Es un tema de preocupación de la comunidad científica, que encuentra evidencias de que hay una desaceleración en esas corrientes.
Piola explica que esa circulación termohalina (llamada así porque relaciona la temperatura del agua con su salinidad), “planteada correctamente en la película”, lleva agua caliente a las latitudes más altas del planeta, haciendo que “el clima sea moderado”.
“Lo que está mal en la película es el período de tiempo en que el colapso de las corrientes termohalinas se produce, pues ocurre en pocas semanas”, dice el oceanógrafo. A Piola le parece algo escaso el plazo del que habla Garzoli. La científica dice que en cien años el circuito se frenaría definitivamente.
Impacto global
En principio, las consecuencias de semejante fenómeno son analizadas en el hemisferio norte, pero para Piola, “ese tipo de modificación tienen un impacto global”.
Nuestra región está directamente vinculada. “El Atlántico Sur tiene importancia, porque las corrientes a las que se hace referencia lo atraviesan. Por lo tanto, si la celda de circulación colapsa, el flujo que pasa por acá también dejaría de existir”.
Aunque los impactos concretos en el hemisferio sur son menos claros, para el norte suenan apocalípticas. La corriente marina en cuestión es la responsable, por ejemplo, de que un lugar como Islandia, ubicado tan cerca del Polo, sea habitable. Si, como anuncia Garzoli, se detiene en un siglo, en los países del noroeste de Europa las temperaturas bajarían en promedio a bajo cero.
La circulación termohalina es lenta. La corriente marina se traslada a una velocidad de un metro por segundo. Puede ser alterada y, en ese caso, “los resultados pueden ser catastróficos”, afirma Garzoli.
Sostiene su predicción en que “la mayoría de los modelos numéricos de simulación de cambio global muestran que un incremento producido por el hombre del dióxido de carbono lleva a una disminución de la velocidad de esta corriente. Si los modelos son correctos, en el año 2100, podría esperarse un colapso de la circulación termohalina”.


