link: https://www.youtube.com/watch?v=2vjPBrBU-TM
Según UNICEF, cada hora 228 chicos de América latina son abusados sexualmente y la nueva modalidad de los pedófilos para captar a sus víctimas ha llegado de la mano de Internet.

Una encuesta de la asociación civil Chicos.net expone que el 14 por ciento de los chicos de entre 8 y 13 años tuvo alguna experiencia percibida como desagradable navegando por internet, que incluye, entre otras: solicitud de imágenes y datos personales, encuentros con personas que no eran quienes decían ser, y hasta propuestas para tener relaciones sexuales.
La pedofilia es la atracción sexual primaria que siente un adulto hacia niños o adolescentes; muchas veces se la confunde con pederastia, que designa específicamente a la práctica sexual entre un adulto y un menor.
Según publica la revista dominical de un diario porteño, para evitar confusiones entre los términos, actualmente los especialistas prefieren hablar de abuso sexual infantil y encuadrar así a todas las situaciones de erotismo con niños.
Para ser considerado un pedófilo la persona debe ser mayor de 16 años y tener al menos cinco años más que el menor abusado. Y de acuerdo a la ONG española Acción Contra la Pornografía Infantil, el perfil de los pedófilos es el siguiente:
Por lo general son varones (en un 90 por ciento de los casos); tienen entre 30 y 45 años; desempeñan profesiones más calificadas que los violadores de mujeres adultas; se encuentra integrados en la sociedad y hasta están casados; niegan sus crímenes o los minimizan (66 por ciento), se niegan a recibir tratamiento (58 por ciento); tienen capacidad para controlar su conducta y son reincidentes (en el 90 por ciento); conocen a su víctima o son sus padres o familiares (85 por ciento y 68 por ciento, respectivamente).
Asimismo, un informe del FBI alerta sobre ciertos símbolos gráficos y logos que los abusadores de menores utilizan para identificarse de acuerdo a sus preferencias sexuales. Los mismos aparecen en anillos, colgantes, adhesivos, o incluso en tatuajes.
Se trata de dos figuras en la que el contorno mayor alude al adulto y la menor al chico. Así un triángulo representa a los que gustan de los varones, un corazón al los que prefieren a las niñas; y una mariposa -formada por dos corazones grandes y dos pequeños rosas y celestes- la atracción por ambos sexos.

Herbert no aprueba este post