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Bueno nos pidieron que hagamos un trabajo sobre la dictadura militar, un cuento o una ficha, yo preferi el cuento espero que les guste
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Año 1978
Era una noche oscura , nublada y la cuidad de buenos aires, se encontraba cubierta de un terrible silencio, del cual ya se estaba acostumbrando y que ni las hazañas de nuestra selección ,ayudaba a espantar esta neblina de temor, que acallaba esta ciudad, que en años mas mozos era un jolgorio de voces. Tan solo un vehículo. Se encontraba circulando la ruta nacional 195 se trataba de un flamante falcón de color verde, de cuatro puertas, en su interior se encontraban dos hombres, uno de rostro juvenil, de pelo negro, tez blanca, ojos color café y de nariz respingada; junto a él estaba al volante un hombre de cabello oscuro de mirada seria y fría, con un aspecto que denotaba su edad, ya pasaba los cuarenta
-Ya estamos cerca- dijo el hombre mirada fría y ojos negros- y Marcelo ¿como te sentís?, te noto callado, espero no te arrepientas, o queres volver a capucha
-No estoy bien-Dijo Marcelo-me gusta más estar en la calle persiguiendo a estos subversivos, mas que estar aguantando su olor. En capucha-dijo riéndose
El compañero le tiro una sonrisa y dijo. Si es horrible el olor de esos peronistas, lo único que extraño, de ahí es darle a la maquinita
-Y las mujeres-dijo Marcelo-esta bueno demostrarle a esos subversivos quien manda-dijo mientras reía-igual tengo que volver a cumplir mas tareas
Ya casi llegamos-dijo el conductor
El falcón verde doblo en la esquina de la armada argentina y a los pocos metros se detuvo frente a un portón, ambos hombres bajaron del vehículo fueron directo al baúl de este, dentro había un persona, un hombre encapuchado, vestido de con un saco color marrón, y unos vaqueros que le hacían juegos
A los gritos lo sacaron de ahí
-Levántate mierda – le dijo Marcelo con tono autoritario
-Acá vas a hablar carajo-dijo el conductor-vamos a llevarlo para adentro, avisa q nos habrán el portón, decile que traemos a otro subversivo
Marcelo se dirigió para dentro y aviso en la garita que custodiaba el lugar que los dejaran pasar
-Ya esta, vamos a llevarlo-dijo Marcelo
El hombre tenía ambas manos en la espalda, a causa de las esposas que llevaba puesta, Marcelo lo tomo del hombro y gritándole le dijo que avanzara, lentamente los tres hombres caminaban hacia la entrada trasera del casino de oficiales, ambos militares con la mirada firme, mientras que el prisionero era obligado a tener la cabeza gacha, a pesar de la nula visión que esa bolsa en su cabeza le propiciaba, el encapuchado no caminaba muy rápido, su ropa mostraba signos de que había sido golpeado antes de ser llevado por ellos.
Marcelo cada vez que el hombre se detenia,por el desgaste físico notorio q tenia, lo empujaba y incluso lo golpeaba justo en la cintura
-Dale mierda- dijo Marcelo- no hagas más lento el camino hacia tu final, dale que ya llegamos mierda
-Trajimos a este hombre nos dijeron que vos te vas a encargar de el-dijo el conductor a un hombre que estaba, en la entrada
-Si este se va directo al sótano tenemos varias preguntas que hacerle-dijo este hombre, y agarro al encapuchado y se lo llevo para dentro
-Bueno Marcelo me voy a descansar un rato, vos seguí con lo tuyo-le dijo el conductor
-Si tengo que irme para capucha ahora mismo- dijo Marcelo- tengo que interrogar a uno
Se fue para dentro del edificio, un edificio de paredes blancas, un piso color madera, uno al verlo no pensaría de las cosas que pasaban allí, en el se encontraban varios hombres yendo de un lado para el otro, Marcelo se dirigió a las escales, fue directo al tercer piso, en este había un terrible contraste con la planta baja, se percibió un olor desagradable, las paredes estaban mal pintadas
Marcelo se dirijo hacia el extremo derecho de edificio, ahí había una puerta y un hombre estaba delante de ella
-Marcelo, buenos noches- dijo el hombre- ya era hora que llegaras, seguro te quedaste festejando el triunfo de la selección de ayer
-Si seguro este año ganamos-dijo Marcelo- bueno voy pasar a ver a uno de los encapuchados
Entro a la habitación, la cual tenía un techo de madera, y había varios colchones tirados en el piso, con gente encapuchada durmiendo dentro, estas “camas”, estaban separadas por paños de madera, el se dirigió a uno y levanto a uno de los encapuchados,
-Bueno donde quedamos la última vez-decía Marcelo con vos fría- así, no me vas a decir ¿¿donde está tu compañero??
-Te juro que no sé nada,-dijo el hombre con vos temblorosa
-Está bien parece que vas a tener que ir de nuevo la sala de las torturas-dijo Marcelo
-No no por favor no- gritaba el hombre
Marcelo le dio un golpe de puño en la cabeza, al grito de ¡¡¡cállate!!! le siguió pegando, hasta que justo entro corriendo el mismo hombre con el que había hablado en la entrada
-Marcelo vos habías estudiado algo de enfermería ¿no?- dijo
-Si si por qué- le respondió
-Tenemos una emergencia, el doctor no está.- dijo apresurado- y una de las embarazadas está a punto de dar a luz
Ambos fueron corriendo, entraron a una habitación, completamente sucia, allí se encontraba un oficial, con una mujer tendida sobre una camilla, abierta de piernas y tapada, con una toalla amarrilla, pero con manchas negras muestra de su suciedad
-Bien que llegaste, esta hija de puta, se le ocurrió parir ahora-dijo el hombre q estaba en la sala
-Bien vamos a ver- dijo Marcelo- ya está por tenerlo
La mujer gritaba de dolor, y el oficial le propino un golpe en la cabeza
-Cállate mierda- le decía- mira que esto no quita lo que sos, no vas a tener privilegios por estar en esta condición- y le propino otro golpe
La mujer trataba no de gritar, pero le era imposible, y cada grito era otro golpe, mientras tanto Marcelo seguí con su trabajo, al rato cesaron el ruido de los gritos y los golpes
-Es un niño- dijo Marcelo y le entrego al oficial el niño
-Puedo verlo-dijo la mujer con la cara morada por los golpes, que apenas dejaban ver sus lagrimas en los ojos
Marcelo en un ataque de ira, pateo la camilla y la mujer cayó al suelo
-Te crees que tenes algún derecho de verlo, hija de puta-le dijo Marcelo gritando- este hijo ya no es tuyo
-No por favor déjenme al menos a mi hijo-gritaba la mujer, a la vez que intentaba levantarse, lo cual no pudo ya que Marcelo le dio un tremenda patada en el estomago
-Este hijo ahora es nuestro y será para alguna de las familias de los oficiales- dijo el oficial-sentite alegre de que al menos va tener una buena vida, y no va a ser un zurdito como vos
La mujer seguía gritando, y Marcelo enojado, de nuevo le dio una patada. El oficial se dio vuela y con el bebe en brazos se dispuso a ir, Marcelo hizo lo mismo, cuando de un tirón el oficial cayó al suelo con el bebe en las manos
Era la mujer se había levantado a pesar de los golpes, de la sangre que le salía de su rostro a pesar de todo esta mujer se levanto y se tiro arriba del oficial y empezó a agredirlo
-Devolveme a mi mi hijo- gritaba con furia, en una mescla de sangre y lagrimas que brotaba de su rostro
-Soltame puta, de mierda-dijo el oficial, el cual pego un salto a escuchar un estruendo
Marcelo había desenfundado su arma y la tenía en la mano, había disparado ya y la mujer cayó a un costado, de arriba del oficial con un agujero de bala en su espalda. Marcelo se le acerco con arma en mano y pateo a la mujer para que quede boca arriba, apoyo su arma en su frente y la miro
-Porque dios, porque me paso esto- dijo la mujer- porque a mí, porque dios
A lo que Marcelo respondió- porque esto es un castigo de dios, el los odia, como nosotros zurditos
Un estallido, y chorro de sangre cubrió la pistola y la cara de Marcelo dibujo una sonrisa

Año 2016
Un hombre, ya entrado en edad, camina por un pasillo, con la mirada gacha, con signos de que había llorado hace algún tiempo no muy lejano, llego hasta una puerta y detrás de ella había unas escaleras que llevaban hacían el altillo, un lugar pequeño con un techo de madera, cubiertos de paredes de un color que en pasado habría sido un amarrillo fuerte, pero que ahora solo era una mescla de amarrillo, negro por la suciedad y gris, por las partes desquebrajadas. La habitación estaba repleta de cosas viejas de un color gris, el cual había sido pintado por el polvo a lo largo de los años. El hombre se acerco a un bulto tapado por una frazada la corrió y abajo había un baúl flamante color verde, el cual resaltaba al contraste con los demás objetos de la habitación. Lo abrió y en su interior se encontraban unas cuantas fotos viejas, amarillentas por el paso del tiempo, una pistola con una capa de polvo encima, y un par de medallas de las cuales, tomo una con forma de estrella y la observo, “medalla al merito” escrito en el centro
-Un castigo de dios- dijo el hombre- agarro el arma, y la miro con una mirada extraña, cerro sus ojos, y todas sus facciones, denotaban un terrible tristeza, que ni su cara ya arrugada y con poca expresividad, podía disimular la tristeza que había en su rostro
Apretó aun más fuerte su arma y se la llevo cerca de la boca
-Un castigo de dios-volvió a decir
Abrió la boca y se metió el arma en ella, puso sus dedos en el frio gatillo, cerró los ojos, y recordó, “un castigo de dios”
Al rato se escucho un estallido, el ruido seco de dos cuerpos al caer y arma y cuerpo tirados en el suelo, ambos bañados en sangro mutuamente

Al otro día
-Y bueno parece que tendremos otro día nublado, no diego- dijo un hombre vestido en traje, de tez blanca y con el pelo bien peinado hacia atrás
-Parece que si- dijo diego el meteorólogo- pero para el lunes va a mejorar así que no hace falta salir a comprar paraguas
Bueno ese fue diego rockfert con el informe del clima-dijo el conductor- bueno ahora en otras noticias, un hombre fue hallado muerto en su casa, se dice que fue acto de suicido, ahora al móvil
La pantalla se fue del hombre bien vestido y fue hacia el interior de una casa, en donde un policía, de edad entre los 50 y 55 hablaba ante un micrófono.
-El suceso ocurrió en horas de las madrugas-dijo el policía, mientras hablaba se le movía el bigote de lado a lado- el difunto es conocido con el nombre de Marcelo aceto, creemos que el individuo, tomo esa dedición ya que lamentablemente su hija había muerto hace unas semanas, a causa del robo de un automotor de su pertenencia, según tenemos entendidos la mataron de un tiro directo a la cabeza
-¿Cree que la causa de la dedición de este hombre fue por eso?-dijo una voz en off, fuera de la cámara, pero que se llevo el micrófono hacia él,
-Mire no podes dar todavía todas las seguridades, no se descarta nada, pero la causa más probable que tenemos es esta-dijo el policía
-De acuerdo, entonces es un caso casi resulto-dijo la vos en off- muchas gracias volvemos al móvil
La imagen volvió al hombre vestido de traje, que con una sonrisa para la cámara decía
-“Bueno ahora en otra noticias, nuestra selección sigue imbatible. Esto es lo que decian sus jugadores”

FIN