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En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?".
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos
y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.
El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo.
Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial."


El metro patrón, aquel con el que comparamos nuestra unidad de medida se materializó , allá por 1889, en un metro patrón de platino e iridio depositados en cofres situados en la Oficina de Pesos y Medidas, en las afueras de París.

Desde 1960 en adelante, ese mismo metro, se definió mediante la distancia que recorre en vacio , la luz en determinada fracción de segundo. Mucho más exacto que el anterior patrón sujeto a modificaciones humanas, temperatura, humedad, y tantos otros factores.

Aquellos discípulos, parece que no entendiendo mucho el mensaje de Jesús, le preguntan. ¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?...buscaban un patrón de comparación, alguien con quien compararse, porque si hay uno más grande hay otros más chicos. Jesús podría haber dado un catálogo de características, virtudes, obligaciones que el “más grande” cumplirá:
El que cumple los mandamientos, el que da de comer a la viuda y los pobres, el que va a misa todos los domingos, el que da el diezmo, el que… pero no, puso el parámetro: ¡un niño!
Podemos imaginar el rostro de todos los presentes. ¿¡¡un niño Jesús!!? ¿No te habrás equivocado? Con razón , dicen que estás medio loco… puso un niño, inocente, de corazón puro, confiado, seguro en brazos de papá, necesitado de sus padres, sin tener dobleces, sin pensamientos malos o negativos, puro optimismo…los discípulos en vez de crecer para arriba deben crecer para abajo, hacia afuera, hacia la periferia. Y todos somos pequeños, y debemos tratarnos como tal, y cuidarnos entre nosotros, y prevenirnos del peligro, y tomar cada uno la carga del otro, como el papá cuando carga la mochila del niño y lo lleva al colegio o la mamá cuando le da de comer en la boca al bebé o le enseña a caminar.

Hoy es el día de los Ángeles custodios, que velan por los más pequeños y que velan por cada uno de nosotros, pequeños del Señor. De ese ser que es el rostro de Dios hacia cada uno, personal, es el rostro de Dios hacia vos, hacia mí, es la certeza de que Dios está con nosotros, una forma de concretizar su amor, hasta en los más mínimos detalles. Nos cuida, nos protege, le habla a Dios de cada uno. Y cada uno lo tiene. Hoy es una ocasión de hablarle y de decirle que lleve nuestra oración a Dios.
Y, como entre ángeles se entienden, si debo pedir por una persona, le pidamos a su Ángel para que lo cuide y lo lleve por caminos seguros de amor y perdón.

.Y… Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial." lo dice el Señor. Desprecio que puede ser abandono, indiferencia, , aborto, abusos, asesinatos… Nuestra oración por los más pequeños y sobre todo por los más vulnerables.

http://sergiovaldezsauad.blogspot.com.ar/2014/10/mateo-181-510-angeles-custodios.html