Te encuentras solo en tu habitación, o en la sala de tu casa, tu único compañero es una televisión y un control remoto, quizás sea un teléfono inteligente, tablet o cualquier aparato que te conecte con el “paraíso” llamado PORNOGRAFIA. Y comienza la aventura, miles de caricias se desbordan de una pantalla, muchas sonrisas disponibles y muchos besos, y que decir de los fascinantes cuerpos de las mejores actrices que te aceleran el corazón. Bueno, quizás te familiarices con esta escena, o quizás no, pero lo que sí es claro es que hoy en día la pornografía es tan atractiva que mantiene presos a miles y miles de personas que han sucumbido en sus engaños. Se encuentra tan accesible, tan fácil de encontrar, que ya no hay que hacer muchos esfuerzos sobrenaturales para encontrarla, está a solo un clic de distancia.
¿Cómo era antes?
Años atrás, conseguir algo de material explicito pornográfico era una odisea, ya que se tenía que acudir a alguna tienda de videos, donde en primer lugar, si eras menor de edad no te la alquilaban, en segundo lugar, tener que pasar la vergüenza de que alguien te viera comprando o alquilando este tipo de videos, era algo que muy pocos estaban dispuestos a enfrentar. La pornografía era en aquel entonces, para un grupo selecto de hombres y mujeres, que movidos por sus deseos engañosos, permanecían nadando en el mundo pornográfico.
Bendita Tecnología
Creo que tú y yo agradecemos a Dios porque hoy en día la tecnología nos ayuda en gran manera, nos facilita la forma de vivir, tanto en el trabajo, el estudio, etc. Pero es esa misma tecnología la que hoy en día nos ofrece una ventana totalmente abierta a un mundo de pornografía. Es esa tecnología en nuestros teléfonos celulares la que nos atrae y sin ningún costo, a los mares de la lujuria, pornografía y masturbación.
A diferencia del pasado, donde conseguir material pornográfico era una odisea, hoy en día, está en un pequeño aparato en nuestros bolsillos, esperando por nosotros, y que nos permite ser consumidores anónimos, sin necesidad de pagar, sin necesidad de claves, o registros. ¿Tarjetas de crédito?, ¡Ese ya no es problema!, porque hoy en día existen cualquier cantidad de sitios web donde se puede obtener pornografía gratis, y que nos vuelve adictos anónimos, que cada día buscan más y más, tratando de saciar sus deseos de lujuria, que se vuelven como un rio desbordado e incontrolable.
¿Y ahora Qué?
La Pornografía cada día es más explícita y denigrante para las mujeres, éstas van desde revistas que se clasifican como pornografía refinada, hasta las películas de sexo salvaje, orgias, sadomasoquismo, zoofilia (sexo con animales), y otras formas de sexo que están lejos de ser las establecidas por Dios, creador intelectual del sexo. En la cual se reduce a la mujer a un simple objeto de placer egoísta.
Caer en las garras de la pornografía y volverse un adicto anónimo es muy fácil, ya que a diferencia de otras adicciones que son públicas, como el alcoholismo, drogadicción y otras, la pornografía es como un gigante oculto, que te mantiene en el anonimato, y te permite mantener una doble vida, sin que nadie se entere. Te mantiene navegando por los océanos de adicción inmoral, donde nadie tiene que saber quién realmente eres. UN ADICTO AL PORNO
¿Cómo salgo de esto?
Así como encuentras las formas de caer y mantenerte en esta adicción, puedes encontrar las formas de levantarte y salir.
Pero tienes que tomar decisiones. Si, decisiones correctas.
En la Biblia existió un hombre llamado Job, que según relata el pasaje, este era un hombre como tú y yo, pero con una integridad intachable, un hombre que hasta el mismo Dios pudo decir de él,
“Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”
Pero te preguntaras, ¿Que hizo Job para que el mismo Dios lo llamara perfecto y recto?, Simplemente la respuesta es, ¡tomó decisiones correctas por amor al Dios que servía!
En el capítulo 31 del libro de Job, vemos a este hombre común, haciendo cosas no tan comunes, él está haciendo un pacto con sus ojos, él está diciendo, “Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer” (versículo 1, NVI)
Él estaba seguro que como un hombre normal, con su masculinidad al 100% era incapaz de controlar su impulsos, por eso lo vemos tomando decisiones correctas.
¡Sólo por ser varones!
Estoy seguro que los hombres agradecemos a Dios el habernos hecho varones con masculinidad, la que nos permite poder disfrutar a nuestras esposas, poder desearlas, amarlas y apreciar su belleza. Pero es esa misma masculinidad la raíz de nuestra adicción, y entonces, ¿Qué hago? ¿Qué decisiones puedo tomar para alejarme de la lujuria y las adicciones?
1) Toma una decisión firme para no contaminarte con pornografía y establécela en términos de días, comienza a no consumir pornografía por un lapso de una semana, ve aumentando gradualmente los días, y poco a poco comenzaras a disfrutar la libertad a este habito
2) Ten cuidado TODOS LOS DIAS con lo que permites ver con tus ojos, e incluso, cuando tengas a una mujer sensual enfrente, quita la mirada y piensa rápidamente a donde esa adicción de codiciar mujeres te puede llevar y lo que trae a tu vida. Soledad, frustración y culpa.
3) Busca ayuda. Y esta es la parte más difícil de todas, porque el hecho de tener que contarle a otra persona (espiritualmente mayor y con sabiduría) es muy vergonzoso, pero que a su vez trae libertad, ya que al momento de confesar este habito, el mismo pierde poder de dominio sobre tu vida.
4) Aparta de ser necesario todo acceso a internet, tablet y cualquier otro aparato que te haya hecho caer en esta adicción, sé que en los días que vivimos, estar sin acceso a internet es bien difícil, pero es una decisión que te podrá salvar la vida.
5) No dejes de intentarlo. Pero esta es una batalla que no podrás ganar solo, necesitas la intervención de alguien más grande que tú, necesitas a Dios y sus consejos encontrados en la Biblia.
Estas decisiones las podrás tomar hasta que realmente quieras hacer un verdadero cambio en tu vida. Hasta que por fin te des cuenta que has estado desperdiciando años y años en lujuria, pornografía y masturbación. Hasta que por fin puedas decir NO MAS ENGAÑOS, NO MAS MENTIRAS, NO MAS ADICCIONES.
Un poco de estadística
1) La edad media en la que un niño ve porno es a los 11 años.
2) El 12% de las páginas en internet son de PONOGRAFIA
3) Cada segundo existen 28,258 usuarios de internet que están viendo pornografía desde su casa, trabajo, desde un teléfono o computadora en sus tiempos libres
4) 3.40 millones de americanos visitan frecuentemente paginas porno, uno de cada tres son mujeres.
5) Cada segundo se gastan $3,065.64 en pornografía para masturbarse, excitarse, por curiosidad, para fantasear, para distraerse.
6) El 35% de las descargas de internet son PORNOGRAFIA.
7) A diario se realizan 116,000 búsquedas de pornografía infantil

¿Cómo era antes?
Años atrás, conseguir algo de material explicito pornográfico era una odisea, ya que se tenía que acudir a alguna tienda de videos, donde en primer lugar, si eras menor de edad no te la alquilaban, en segundo lugar, tener que pasar la vergüenza de que alguien te viera comprando o alquilando este tipo de videos, era algo que muy pocos estaban dispuestos a enfrentar. La pornografía era en aquel entonces, para un grupo selecto de hombres y mujeres, que movidos por sus deseos engañosos, permanecían nadando en el mundo pornográfico.
Bendita Tecnología
Creo que tú y yo agradecemos a Dios porque hoy en día la tecnología nos ayuda en gran manera, nos facilita la forma de vivir, tanto en el trabajo, el estudio, etc. Pero es esa misma tecnología la que hoy en día nos ofrece una ventana totalmente abierta a un mundo de pornografía. Es esa tecnología en nuestros teléfonos celulares la que nos atrae y sin ningún costo, a los mares de la lujuria, pornografía y masturbación.
A diferencia del pasado, donde conseguir material pornográfico era una odisea, hoy en día, está en un pequeño aparato en nuestros bolsillos, esperando por nosotros, y que nos permite ser consumidores anónimos, sin necesidad de pagar, sin necesidad de claves, o registros. ¿Tarjetas de crédito?, ¡Ese ya no es problema!, porque hoy en día existen cualquier cantidad de sitios web donde se puede obtener pornografía gratis, y que nos vuelve adictos anónimos, que cada día buscan más y más, tratando de saciar sus deseos de lujuria, que se vuelven como un rio desbordado e incontrolable.
¿Y ahora Qué?
La Pornografía cada día es más explícita y denigrante para las mujeres, éstas van desde revistas que se clasifican como pornografía refinada, hasta las películas de sexo salvaje, orgias, sadomasoquismo, zoofilia (sexo con animales), y otras formas de sexo que están lejos de ser las establecidas por Dios, creador intelectual del sexo. En la cual se reduce a la mujer a un simple objeto de placer egoísta.
Caer en las garras de la pornografía y volverse un adicto anónimo es muy fácil, ya que a diferencia de otras adicciones que son públicas, como el alcoholismo, drogadicción y otras, la pornografía es como un gigante oculto, que te mantiene en el anonimato, y te permite mantener una doble vida, sin que nadie se entere. Te mantiene navegando por los océanos de adicción inmoral, donde nadie tiene que saber quién realmente eres. UN ADICTO AL PORNO

¿Cómo salgo de esto?
Así como encuentras las formas de caer y mantenerte en esta adicción, puedes encontrar las formas de levantarte y salir.
Pero tienes que tomar decisiones. Si, decisiones correctas.
En la Biblia existió un hombre llamado Job, que según relata el pasaje, este era un hombre como tú y yo, pero con una integridad intachable, un hombre que hasta el mismo Dios pudo decir de él,
“Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”
Pero te preguntaras, ¿Que hizo Job para que el mismo Dios lo llamara perfecto y recto?, Simplemente la respuesta es, ¡tomó decisiones correctas por amor al Dios que servía!
En el capítulo 31 del libro de Job, vemos a este hombre común, haciendo cosas no tan comunes, él está haciendo un pacto con sus ojos, él está diciendo, “Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer” (versículo 1, NVI)
Él estaba seguro que como un hombre normal, con su masculinidad al 100% era incapaz de controlar su impulsos, por eso lo vemos tomando decisiones correctas.
¡Sólo por ser varones!
Estoy seguro que los hombres agradecemos a Dios el habernos hecho varones con masculinidad, la que nos permite poder disfrutar a nuestras esposas, poder desearlas, amarlas y apreciar su belleza. Pero es esa misma masculinidad la raíz de nuestra adicción, y entonces, ¿Qué hago? ¿Qué decisiones puedo tomar para alejarme de la lujuria y las adicciones?

1) Toma una decisión firme para no contaminarte con pornografía y establécela en términos de días, comienza a no consumir pornografía por un lapso de una semana, ve aumentando gradualmente los días, y poco a poco comenzaras a disfrutar la libertad a este habito
2) Ten cuidado TODOS LOS DIAS con lo que permites ver con tus ojos, e incluso, cuando tengas a una mujer sensual enfrente, quita la mirada y piensa rápidamente a donde esa adicción de codiciar mujeres te puede llevar y lo que trae a tu vida. Soledad, frustración y culpa.
3) Busca ayuda. Y esta es la parte más difícil de todas, porque el hecho de tener que contarle a otra persona (espiritualmente mayor y con sabiduría) es muy vergonzoso, pero que a su vez trae libertad, ya que al momento de confesar este habito, el mismo pierde poder de dominio sobre tu vida.
4) Aparta de ser necesario todo acceso a internet, tablet y cualquier otro aparato que te haya hecho caer en esta adicción, sé que en los días que vivimos, estar sin acceso a internet es bien difícil, pero es una decisión que te podrá salvar la vida.
5) No dejes de intentarlo. Pero esta es una batalla que no podrás ganar solo, necesitas la intervención de alguien más grande que tú, necesitas a Dios y sus consejos encontrados en la Biblia.
Estas decisiones las podrás tomar hasta que realmente quieras hacer un verdadero cambio en tu vida. Hasta que por fin te des cuenta que has estado desperdiciando años y años en lujuria, pornografía y masturbación. Hasta que por fin puedas decir NO MAS ENGAÑOS, NO MAS MENTIRAS, NO MAS ADICCIONES.
Un poco de estadística
1) La edad media en la que un niño ve porno es a los 11 años.
2) El 12% de las páginas en internet son de PONOGRAFIA
3) Cada segundo existen 28,258 usuarios de internet que están viendo pornografía desde su casa, trabajo, desde un teléfono o computadora en sus tiempos libres
4) 3.40 millones de americanos visitan frecuentemente paginas porno, uno de cada tres son mujeres.
5) Cada segundo se gastan $3,065.64 en pornografía para masturbarse, excitarse, por curiosidad, para fantasear, para distraerse.
6) El 35% de las descargas de internet son PORNOGRAFIA.
7) A diario se realizan 116,000 búsquedas de pornografía infantil