Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?


La vida puede estar cargada de preocupaciones, de miedos, de estrés, de dinero, gastos, libros, fotocopias, profesores insoportables, padres controladores, amigos, amigas, novios, novias, exnovios, exnovias, desolaciones, fracasos, levantarte por la mañana, vecinos insoportables, un robo, un ladrón, una pistola, un disparo… ¡RESPIRA! Sí, la vida puede estar llena de cosas negativas, de hecho parece que nos afanamos en rellenar cualquier hueco de nuestra mente con un pensamiento negativo, pero ¿es esa la vida que quieres vivir? Si estás dispuesto a llevar esa vida, te recomiendo que cojas aire, porque lo vas a necesitar. Si no quieres seguir esa vida, puedes pensar: un nuevo amanecer, alegría, triunfo, éxito, libertad, positividad, vida, amigos, amigas, novios, novias, respirar, relajarte, vacaciones, trabajo, sueño, méritos… ¡Vivir intensamente! William James lo expresó con estas palabras: “No reímos porque estamos felices, estamos felices porque reímos”.

Todos en nuestra vida nos encontramos con dificultades, tenemos adversidades, momentos en los que parece que todo se nos pone cuesta arriba y nos derrumbamos. Momentos que pueden derivar en un abismo profundo si nos centramos en todo lo que hemos perdido (pensamiento negativo) o momentos que nos dan la oportunidad de crecer si vemos todas las puertas que se nos abren. Un trabajo perdido, es la puerta a miles de nuevos trabajos, liberarte de ese jefe que tanto te machacaba o simplemente no te dejaba crecer. Una relación rota es quizá la puerta hacia esa persona que tanto buscas y que no terminas de encontrar.

En multitud de ocasiones, escuchamos a personas decir “necesito estar mal”, ¿es eso cierto? No he encontrado ningún estudio biológico ni humanista, ni tan siquiera psicológico que nos diga que el ser humano ante un fracaso necesite “estar mal”, son necesidades que nos creamos nosotros mismos. Todo el tiempo que empleamos en lamentarnos por un fracaso, es tiempo que estamos perdiendo en construir nuestro futuro. Un sufrimiento que viene de auto convencemos de que nuestra pérdida es irreparable. Somos nosotros en nuestro diálogo interno los que hacemos más duro ese trance, cuando en nuestra mente comenzamos a imaginar todo lo malo que suponen estas situaciones y cada vez el problema aumenta. Así que mi postura es firme, necesitamos actuar positiva-mente.

Un amigo mío tiene en su estado de “Whatsapp”, “Prepárate para lo peor y espera siempre lo mejor”. Es una frase que en el pasado defendí y quise hacer mía, experimentándola en mi vida, pero hoy prefiero “Prepárate para lo mejor y lucha por ello”. Somos la generación más preparada, la generación con mayor nivel de estudios, dicen que vamos a ser la generación perdida… La realidad es que somos la generación más preparada pero que bajamos los brazos a la primera de cambio.

Desde aquí te invito a no desanimarte, a luchar por lo que quieres, a pensar positivamente y dejar la negatividad a un lado. Cree en ti, todo lo demás vendrá rodado. Henry Ford lo tenía claro: “Tanto si crees que puedes, como si crees que no, estás en lo cierto”. Los límites te los pones tú mismo, las personas que alcanzan sus sueños son los que tienen el valor de luchar por ellos. No te rindas, sonríele a la vida y ella te sonreirá, afronta la vida con optimismo y no desfallezcas, la suerte está de parte de quien la busca sin cesar y es que sea cual sea tu situación, solo hay una salida posible: sigue caminando hacia delante.