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Dicen que dicen...

...que hace mucho pero mucho tiempo, allá en lo que es hoy Santiago de Estero, más exactamente en Tojona , en la costa saladina vivía una bellísima joven, hija de una familia acaudalada a la que le gustaba mucho la música.
Así que le vamos a poner una chacarera para seguir leyendo cumpai!




Si bien cantaba melodiosamente, era una mejor bailarina.
La muchacha solía internarse en el interior del bosque, pues amaba a la naturaleza y solía entenderse muy bien con ella.



Su nombre era Telésfora Castillo, pero todos la conocían por Telesita. Los lugareños amaban a esta joven por su bondad y sencillez. A ella poco le importaban los bienes materiales; por ello, si alguien enfermaba o tenía alguna urgencia, seguro que si recurría a Telesita todo se arreglaba con facilidad ya que ella no dudaba en desprenderse de sus pertenencias si algún vecino las necesitaba.
Lo cierto es que siempre tenía un buen consejo a flor de labios o algo para contribuir al bienestar de los campesinos y ellos le retribuían amándola y protegiéndola.
Con el tiempo, al perder a sus padres quedó Telesita en la más absoluta soledad, fue entonces, cuando imprevistamente ella quedó sin nada porque todo lo fue regalando.
Para ese tiempo todos le atribuían extraordinarios milagros.
Según cuentan no había farra a la que Telesita no concurriera, ni boliche que no conociera.
Ella estaba siempre presente con su canto y con su danza.
Y sale otra chacarera para acompañar el post matutino!




Allá iba Telesita, siempre sola, siempre alegre y siempre al son de la música se dejaba llevar.
Pasaron los años, aquella joven convertida en mujer persistió con su pasión por la danza.
Por eso cuando desapareció de los lugares que frecuentaba, los que la conocían pensaron lo peor, y no se equivocaron. Fueron los vecinos en su busca, y allí la encontraron en su rancho, totalmente quemada.
Muchos dicen que el fervor que Telesita profesaba por el baile había consumido su cuerpo hasta hacerlo arder.
La historia de Telésfora Castillo fue pasando de boca en boca, como todas las leyendas.



Si la gente se encomienda a ella, ofreciéndole un baile acompañado con bombo y violín, aseguran que aún hoy, te regala sus favores, claro que no debe faltar el aguardiente hervida con poleo.

"[...]Ya murió la Telesita
en su tormento quemada.
Promesantes del lugar
la miran santificada."

León Benarós.


Así que ya saben compañeros, si algo se les ha perdido y no aparece, a ofrecerle una Telesiada, 7 chacareras con la misma pareja y vino hasta que el cuerpo se nos desplome! SALUD!