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¿Qué son los mitos urbanos?

A lo mejor sucedió realmente, o puede llegar a ocurrir, pero nadie parece haber sido testigo directo del suceso. El mito urbano sucede en una dimensión paralela, un plano idéntico al nuestro pero en el que se hace verosímil lo improbable. A veces, el mito urbano es un deseo colectivo, una esperanza, otras veces un temor... una premonición. Otras veces, una explicación improvisada o una lección moralizante que se deja leer entre líneas.

"NO SOLO LOS PERROS LAMEN"

La citada historia le sucedió a una niña de 9 años, hija única de padres de gran influencia en la política local; esta niña tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña normal con buena educación, pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola.

Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande (esto para que cuidase a la niña cuando creciera), pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra los padres fueron a despedirse de la niña; el perro, ya acostumbrado a dormir con la niña, se postraba abajo de la cama.

Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, ya aproximadamente como a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) y lo hizo y entonces ella se tranquilizó y durmió otra vez.

Cuando ella se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con letras rojas. Cuando se acercó, vio que era un rastro de sangre que decía así:

"NO SÓLO LOS PERROS LAMEN".

Entonces dio un grito de terror al ver a su perro crucificado en el suelo de su habitación.

Se dice que cuando los padres la encontraron ella no hablaba de otra cosa más que de "¿quién me lamió?" y decía el nombre de su perro, se volvió loca y hasta la fecha está en un manicomio y sus padres, tratando de olvidar lo que hallaron en el cuarto y a su hija, se fueron al extranjero.

Y la incógnita más grande es: según los que fueron a investigar al cuarto de la niña, el perro ya estaba muerto, es decir crucificado en el suelo, desde hace horas. ¿Quién le lamió la mano a la niña debajo de la cama?


Tambien conocida con un ciego y su perro lazarillo. "los locos tambien lamen"...


TERROR EN LA RUTA

Una de las historias populares más macabras entre las creadas en el siglo XX es la que hace referencia a un conductor que en el último momento decide no recoger a un viajante. Generalmente el narrador comienza diciendo: "¿Te conté lo que le ocurrió a mi amigo? Bueno, de hecho fue a su primo..." Y continúa así: Un automovilista va conduciendo por una carretera, cuando ve a un hombre joven con el pulgar levantado. Al disminuir la velocidad para recogerlo queda consternado al ver que detrás de los arbustos o árboles de la carretera asoman dos o tres compañeros suyos.

Considerando quizá que están abusando de su generosidad, o tal vez alarmado ante la posibilidad de que se trate de una banda de ladrones, el conductor decide en el último momento no recogerlos. Los viajantes se encuentran ya bastante cerca del coche, pero el conductor pisa el acelerador a fondo y se aleja tan rápido como puede. Los viajantes parecen enojados: gritan y chillan mientras el automovilista se aleja. Feliz de haber logrado escapar a tiempo, el conductor sigue su camino unos kilómetros sin detenerse. Después, al comprobar que el indicador de la gasolina se acerca al cero, se para en una estación de servicio.
Acto seguido observa que el operario de la estación de servicio, lívido como la cera, se aparta horrorizado del coche. El conductor baja para ver qué es lo que pasa, y queda paralizado de horror ante lo que ven sus ojos.

Atrapados en una de las manijas de la puerta hay cuatro dedos humanos.



EL COLECTIVERO

Una noche en Rosario (provincia Argentina), enfrente del cementerio "El Salvador", un colectivero (chofer de ómnibus) de la línea "114" iba conduciendo de noche medio dormido, de pronto, ve impotente como una chica se le cruza velozmente frente al ómnibus y este la arroya.

El colectivero asustado por lo sucedido y lo tétrico de el lugar decide retroceder, esquivar el cadáver de la chica y escapar. Luego de unos minutos de ir a toda velocidad y no detenerse en sus paradas normales, completamente histérico ve por el espejo retrovisor, que la chica que había arrollado está sentada en el ultimo asiento mirándolo fijo y llorando.


A VERONICA NO LE GUSTAN LOS CEMENTERIOS

Un día se reunieron un grupo de amigos para hacer espiritismo, pero no encontraron una casa en donde hacerlo, y pensaron hacer espiritismo en un cementerio...

Hay muchas leyendas sobre Verónica, pero ésta me ha llamado mucho la atención. Se la contaron a una amiga mía y comienza así: un día se reunieron un grupo de amigos para hacer espiritismo, pero no encontraron una casa en donde hacerlo, y pensaron hacer espiritismo en un cementerio. A casi nadie les gustó la idea, pero les pareció muy emocionante y accedieron. Una vez que llegaron al cementerio, no supieron a quién invocar, y a una chica se le ocurrió invocar a Verónica. A la chica le gustaba mucho Verónica, se sabía muchas historias de ella, pero nunca se le había ocurrido invocarla a ella para que le contara su verdadera historia. Se colocaron y empezaron todos a invocar a Verónica, pero no ocurrió nada; todos se empezaron a impacientar, pero la chica no, estaba totalmente convencida de que Verónica iba a aparecer.
Pasadas varias horas, ya lo dejaron y la chica se quedó muy callada y seria. A los dos días, la chica comentó a sus amigos que le ocurrían cosas muy extrañas por la noche. Un amigo le dijo que se quedaba una noche en su casa para ver si era verdad o invenciones. Ya la chica y el chico se fueron a la cama y empezaron a escuchar unas voces muy raras, como si vinieran de lejos. El chico y la chica empezaron a tener miedo cuando esas voces se hicieron más claras e intensas, pero entonces las voces pararon y el chico le preguntó a la chica si era una broma y la chica le dijo que no, que era Verónica, que no le gustaba lo que habíamos hecho; pasados unos minutos, en un espejo se podía ver la silueta de una mujer. La chica y el chico empezaron a temblar, y escucharon lo siguiente de una voz que veía desde lejos:

—No me gustan los cementerios; no sabéis nada de mí.

Se dice que al chico y a la chica Verónica les contó su verdadera historia, pero nunca se sabrá la verdad, ya que se volvieron locos. El chico se suicidó y la chica se intentó quitar la vida pero no pudo, y ahora está en un manicomio. Cada vez que le pregunta por aquella noche, ella se vuelve histérica y no puede hablar, no le deja Verónica. Nadie sabe la verdad, pero algo grave tuvo que ocurrir.

LA DAMA DE BLANCO

Esta es una historia que se cuenta en cualquier ciudad en la que haya un cementerio. Se dice que un chico sale una noche y en un bar, boliche o similar conoce a una chica muy linda y vestida de blanco. Conversa, bailan, toman algo y al final de la noche, él la acompaña a la casa. En el camino, él le presta su campera, ya que la chica sentía frío y ella le dice que vuelva al día siguiente a buscarla. Cuando el chico vuelve, los padres de la chica le dicen que es imposible, ya que su hija había muerto años atrás. Las fotos que le muestran confirman que esa era la chica con la que él había estado y al visitar el cementerio en busca de respuestas, encuentra su campera sobre la tumba de la joven. Algunas variantes de la historia dicen que una mancha de bebida en el vestido de la chica (que ella se había hecho en la fiesta luego de la cual murió) confirman la identidad de la joven o que el joven acompaña a la chica hasta algún punto cerca de su casa y que al seguirla con la vista, la ve atravesar la pared del cementerio. La aparición de la dama de blanco, según dicen, ha sucedido varias veces en el Cementerio de la Recoleta (en la esquina de Azcuénaga y Vicente López, tanto en el exterior como en el interior del cementerio) y ha causado la pérdida de la razón de más e un infortunado joven. Algunos asocian esta historia con la de Rufina Cambaceres (ver más abajo) aunque parece que el vínculo es algo posterior y no inherente al mito.

EL FANTASMA DEL BANCO NACION

La casa central del Banco de la Nación está construido sobre un terreno conocido como “el pozo de las ánimas”, lugar donde se estableció la primera capilla de la zona en la época de conquista y donde, obviamente, había un cementerio. En el lugar funcionó el primer edificio del Teatro Colón, la sede de la Bolsa de Comercio y finalmente en 1995 se construyó el Banco de la Nación Argentina. Varios rumores circulaban acerca del fantasma de una niña con una muñeca en sus manos que recorría los pasillos del Banco. Finalmente, a fines del 2001, las cámaras de seguridad pudieron filmar a la niña, confirmando los relatos de los guardias.







y les recomiendo algo divertido... hagan circular una (inventenla, que este buena) y fijense cuanto tarda en volverles, completamente cambiada
es muy gracioso

CONTINUARA...



pd: no me pidan que cite fuentes, son cosas que hice copy/paste de mil millones de paginas de internet y que tengo hace meses...