
Definir una partida de pocker con dos ases es la fantasía de cualquier jugador. Pero Connor Drinan nunca imaginó que con esas cartas perdería un millón de dólares.
Ni siquiera los comentaristas podían creer lo que estaban viendo al ver que con sus dos ases perdía ya que Katz contaba con un as de corazón y de "buena suerte" las ultimas cuatro cartas eran corazones.

