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Mi hijo fuma marihuana, ¿qué puedo hacer?






Qué puede hacer Ud.?
 Incluso siendo adolescentes, a los hijos sí les importa lo que dicen sus padres
• Una de las razones clave por las cuales los adolescentes optan por no consumir drogas es que saben que sus padres no lo aprueban.
Exprese una actitud en contra de su consumo. Es 5 veces más probable que los niños cuyos padres tienen una actitud positiva hacia el consumo de marihuana, la consuman al llegar al inicio de la escuela secundaria. 
¡Empiece a tiempo!
 Dado que los adolescentes que consumen marihuana a menudo empiezan a partir de los 14 años de edad, los padres deben empezar una conversación continua sobre las drogas cuando sus hijos cursen el 4to. o 5to. año de primaria.
 Sea claro y específico sobre las expectativas familiares sobre el consumo de marihuana. 
3 datos
> Consumir marihuana y conducir cualquier vehículo es peligroso. La marihuana afecta el juicio y muchas otras habilidades necesarias para una conducción segura, entre ellas, la atención, la concentración, la coordinación y el tiempo de reacción. El consumo de marihuana hace difícil juzgar las distancias y reaccionar ante las señales visuales y auditivas en la carretera. La marihuana es la droga ilícita que se identifica con más frecuencia en los accidentes fatales (alrededor del 14% de los conductores); a veces en combinación con el alcohol u otras drogas. De hecho, puede ser muy peligroso combinar el alcohol (incluso en cantidades pequeñas) con la marihuana, aun más que el uso de cualquier droga por separado.
> La marihuana está relacionada con el fracaso escolar. Los efectos negativos de la marihuana sobre la atención, la motivación, la memoria y el aprendizaje pueden durar días y hasta semanas después de que sus efectos inmediatos desaparecen, sobre todo en los consumidores crónicos. Las personas que fuman marihuana todos los días pueden estar funcionando a un nivel intelectual reducido la mayor parte o la totalidad del tiempo. En comparación con sus compañeros no fumadores, los estudiantes que fuman marihuana tienden a obtener calificaciones más bajas y son más propensos a abandonar la escuela secundaria. Los consumidores de marihuana a largo plazo informan tener una disminución en su nivel de satisfacción con la vida en general, incluyendo una disminución en la salud mental y física, la memoria y problemas en sus relaciones, un nivel de salarios más bajos y menos éxito profesional.
> Las dosis altas de marihuana pueden causar psicosis o pánico durante la intoxicación. Aunque los científicos aún no saben si el consumo de marihuana causa enfermedad mental crónica, las dosis altas pueden provocar una psicosis aguda (percepciones y pensamientos perturbados, incluyendo paranoia) o ataques de pánico. En personas que ya sufren de esquizofrenia, el consumo de marihuana puede empeorar los síntomas psicóticos, y la evidencia disponible hasta la fecha sugiere que existe un vínculo entre el consumo temprano de marihuana y un riesgo mayor de psicosis entre los que tienen una vulnerabilidad preexistente a la enfermedad.
¿Qué decirle a niños de 4to. y 5to. año de primaria? 
“¿Qué sabés acerca de la marihuana, hijo/hija? ¿Sabés que la marihuana puede perjudicar tu salud? El consumo de marihuana es ilegal para cualquier persona menor de 21 años. Queremos que te vaya bien en la escuela, así que tenemos una regla familiar contra el consumo de drogas, incluida la marihuana”.
“¿Recordás nuestra regla familiar contra el consumo de marihuana? Hablemos de cómo podés rechazar las drogas, incluida la marihuana, si te las ofrecen”. 
Enseñe y practique habilidades para rechazar las ofertas de drogas.
 Practique con su hijo/a qué rol asumiría en situaciones sociales donde un compañero le ofrece marihuana. 
 Ayúdelo a encontrar las palabras adecuadas para rechazar las ofertas de drogas.
 Ayúdelo a sugerir una alternativa para el consumo de drogas.
 
 Hágale saber que está bien alejarse de alguien, incluso de un amigo, que les ofrezca drogas y, de ser necesario, llamarlo a usted para que vaya por él para llevarlo a casa. 
Establezca reglas claras
> Comunique la importancia de la conducta sana y establezca reglas claras y específicas sobre la prohibición del consumo de marihuana y otras drogas. 
> Esto puede ser parte de una conversación más amplia sobre expectativas de cosas como:
 Quehaceres domésticos.
 Seguir las reglas de los padres.
 Mostrar respeto por los miembros de la familia.
 Horas de irse a dormir.
 Horas de regresar a casa.
 Obedecer las leyes y las reglas escolares.
 Asistencia a la escuela y a sus clases.
> Provea consecuencias negativas consistentes por no cumplir las reglas. 
> Recuerde felicitar a sus hijos por sus buenas elecciones y conductas sanas.
¿Qué decir?
“Es importante para nuestra familia que nos mantengamos sanos y seguros. Una manera de lograrlo es evitar el consumo de drogas, incluida la marihuana. Esto es especialmente importante para los adolescentes dado que sus cerebros están aún madurando y la marihuana puede perjudicar el cerebro aún en desarrollo. Por eso tenemos una regla familiar contra el consumo de marihuana.”
“Si descubrimos que consumes drogas, ¿cuál crees que sería una consecuencia justa para esta desobediencia?”.
Manténgase al tanto de las actividades de su hijo.
  Observe el comportamiento de su hijo para asegurarse de que sigue las reglas.
  Involúcrese en la vida de su hijo y conozca a sus amigos.
  Manténgase en comunicación con otros padres de familia a fin de apoyarse mutuamente para mantener a sus hijos alejados de las drogas.
Mantenga abiertas las líneas de comunicación con su hijo/hija.
 Cenen juntos.
 Realicen actividades familiares divertidas.
 Comuníquese de la misma manera que su hijo (mensajes de texto, correo electrónico, Facebook, Twitter)
Background
En 2012, los votantes del estado de Washington aprobaron la Iniciativa 502, que creó un sistema legal para el comercio de marihuana. Los adultos mayores de 21 años tienen permitida la posesión de pequeñas cantidades de productos de marihuana. Esto ocurrió antes que el gobernante Frente Amplio de Uruguay impulsara su sistema legal para el comercio de marihuana.
Los productos legales incluyen alimentos y bebidas con infusión de marihuana en ellos. Algunos de estos productos pueden parecer atractivos para la juventud y confundirse con alimentos y bebidas comunes. Ejemplos de ellos incluyen dulces, bebidas no alcohólicas, productos horneados y jugos.
En el estado de Washington, la nueva ley permite hacer publicidad a la marihuana. Por lo tanto los padres que se oponen a esta situación tuvieron que asumir que su hijo/hija comenzó a quedar expuesto a la marihuana en internet, en revistas y periódicos, y en la comunidad, en general. ¿Qué hacer? Una de las decisiones fue promover debate con los hijos acerca de los anuncios y los mensajes que estos envían. No ocultar ni desconocer lo que estaba sucediendo. La consigna fue utilizar esos diálogos para enfatizar las reglas familiares sobre no consumir drogas, incluida la marihuana.
La ley no cambió para las personas menores de 21 años. Al igual que el alcohol, los productos de marihuana siguen siendo ilegales para las personas menores de 21 años. La posesión de más de 40 gramos es un delito.
Es ilegal para las personas menores de 21 años conducir después de consumir marihuana, independientemente de la cantidad. A esto se le llama “cero tolerancia”.
Se considera un delito que los adultos proporcionen marihuana a personas menores de 21 años, incluyendo que los padres proporcionen marihuana a sus propios hijos.
Es ilegal consumir (fumar, ingerir, beber) productos de marihuana en público.
Preguntas frecuentes
> ¿Es la marihuana más segura para los adolescentes que el alcohol y el tabaco? 
La marihuana, el alcohol y el tabaco son todas drogas potencialmente perjudiciales. Cada una afecta a los adolescentes de diferente manera. El consumo de marihuana por parte de los adolescentes se asocia con muchos problemas de salud y seguridad.
> ¿Acaso la marihuana no es un producto más natural (no tiene alquitrán ni otros químicos propios del tabaco), y por lo tanto está bien que la consuman los adolescentes?
Existen muchas cosas naturales que no son buenas para nuestro cuerpo. Independientemente de ser “natural” o no, la marihuana puede perjudicar la salud de los jóvenes.
> ¿No es mejor que mi hijo consuma marihuana en casa, donde puedo vigilar que esté seguro?
Las investigaciones demuestran que es más probable que los adolescentes que consumen alcohol en casa abusen de él cuando están fuera de casa. Lo mismo aplica para la marihuana.
> Yo fumé cuando era niño, ¿por qué negar un ritual de iniciación? 
Tenga en mente que la mayoría de los adolescentes no consumen marihuana (todavía son más los que no consumen), así que en realidad no es un rito de paso a la edad adulta. La marihuana de hoy es más potente que la que estaba disponible en los años 1900. Además, algunos productos de marihuana que se venden son “concentrados” y son aún más potentes.
> ¿Se puede sufrir una sobredosis de marihuana?
Aunque los adolescentes no mueren por consumir marihuana, el consumo de la misma puede causar daños. Los adolescentes no mueren de una sobredosis de cigarrillos, pero éstos siguen siendo perjudiciales.
> ¿Cómo decirle a mi hijo que no fume si yo lo hago actualmente o lo hice de joven?
Al igual que tratándose del alcohol, diga a su hijo que es ilegal consumir marihuana hasta no cumplir 21 años. El cerebro de los adolescentes se puede dañar por el consumo regular de marihuana en maneras que el cerebro adulto no se daña. Consumir marihuana en la adolescencia aumenta la probabilidad de que una persona se vuelva adicta a ella.
> ¿Se puede uno drogar por inhalar el humo secundario de la marihuana?
El humo secundario de la marihuana puede producir un “efecto por contacto”. Esto es un problema particular para los adolescentes, dado que uier uso de marihuana en menores de edad es ilegal.
> ¿Cómo afecta el consumo de marihuana la salud de los adolescentes?
Algunos adolescentes cometen el error de creer que la marihuana puede ayudar a reducir los problemas de TDAH (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad) o ansiedad, y a mejorar su concentración en la escuela. Pero, en realidad, los adolescentes que consumen marihuana pueden tener:
• Mayor dificultad para la memorización.
• Ideas y percepciones distorsionadas (pensamientos exagerados o irracionales).
• Alucinaciones.
• Paranoia.
• Ansiedad.
• Depresión.
• Una disminución permanente en el Coeficiente Intelectual con el consumo prolongado. De hecho, es más probable que los adolescentes que consumen marihuana fracasen en la escuela, lo cual puede llevarlos a dejar los estudios.
Los adolescentes adictos a la marihuana a menudo enfrentan nuevos problemas de salud mental como ansiedad, depresión y paranoia. Asimismo, la adicción a la marihuana puede empeorar problemas de salud mental existentes. Cuando los adolescentes son adictos a la marihuana, a menudo les falta motivación y energía, y pierden interés en actividades que solían disfrutar.
¿Cómo puedo saber si mi hijo o hija adolescente consume marihuana?
Permanezca atento a cambios en el comportamiento de su hijo, por ejemplo, descuido en su arreglo personal, cambios de humor, y problemas en la relación con los miembros de su familia y amigos. Asimismo, los cambios en sus calificaciones escolares, faltar a la escuela, perder interés en sus actividades favoritas y los cambios en sus hábitos de comidas y sueño podrían estar relacionados con el consumo de drogas.
Si alguien está drogado con marihuana, puede:
• Parecer mareado o falto de coordinación.
• Parecer bobo o risueño sin razón alguna.
• Tener los ojos rojos o muy irritados.
• Tener dificultad para recordar cosas que acaban de suceder.
• Despedir el olor en su ropa y en su recámara.
• Usar incienso y otros desodorantes ambientales.
• Usar gotas para los ojos.
• Usar ropa o joyería o tener carteles que promuevan el uso de drogas.
• No tener una explicación para el uso del dinero.
Observe su propio comportamiento
Usted es un modelo para sus hijos, así que piense en lo que hace y el mensaje que le da a su hijo adolescente.
• Evite beber demasiado en presencia de sus hijos pequeños o adolescentes. 
 No consuma tabaco en presencia de sus hijos pequeños o adolescentes.
¿Qué hago si descubro que mi hijo o hija adolescente consume marihuana u otras drogas o rompe otras reglas familiares?
• Mantenga la calma.
• ¡La comunicación es clave! Al enfrentar problemas de conducta, es importante comunicar su desaprobación respecto al comportamiento sin que su hijo o hija se sienta rechazado o crea que es una mala persona.
• Recuérdele las reglas que establecieron y las consecuencias que conlleva romperlas.
• Deje una vía abierta abierta para solucionar problemas. 
¿Qué debo evitar?
No reaccione de manera exagerada. Esto puede provocar que su hijo corra mayores riesgos para demostrarle que es independiente. Cuando las consecuencias parecen demasiado duras, es más probable que su hijo:
• Se vuelva rebelde.
• Sienta resentimiento.
• Se desquite y empeore su comportamiento.
Este no es momento para el enojo, las acusaciones, los insultos o el sarcasmo.
Vamos de vuelta
La marihuana es adictiva. El consumo repetido de marihuana puede llevar a la adicción, lo que quiere decir que el consumidor tendrá dificultad para dejar su consumo de la droga y no podrá parar aun cuando este consumo interfiera negativamente en muchos aspectos de su vida. Se calcula que el 9% de las personas que alguna vez probaron la marihuana se vuelven adictas, es decir, alrededor de 1 de cada 11 personas. Esta tasa aumenta aproximadamente a 1 de cada 6 personas, o el 16%, en el caso de los consumidores que se inician en la adolescencia, y alrededor del 25% al 50% de los consumidores diarios de marihuana. Además, por ejemplo, de las más de 7 millones de personas que abusaron o fueron alguna vez adictas a alguna droga ilícita en el 2009 (un año que estuvo bajo la lupa de los científicos), 4.3 millones eran dependientes de la marihuana. Y entre los jóvenes que reciben tratamiento para el abuso de sustancias, la marihuana representa el mayor porcentaje de los ingresos a tratamiento: el 63% entre los adolescentes de 12 a 14 años y el 69% entre los de 15 a17 años.





Mientas tanto en mi rancho...