Los ninja, o shinobi, fueron agentes de élite japoneses instruidos en el antiguo arte del ninjutsu (literalmente "El Arte del Sigilo"
un arte marcial consistente principalmente en una exhaustiva recopilación de técnicas de espionaje, confusión, asesinato y, muy particularmente, recolección de información. En misiones nocturnas, donde se requeria llegar (y salir) sin ser vistos, los ninja solían vestir de negro o colores oscuros, cubiertos completamente, salvo la zona de los ojos y nariz. Para otras misiones podían recurrir al método del disfraz, entre los que se podía encontrar el de artista, el de anciano o el de funcionario de la Seguridad Social. Sus armas de preferencia eran los shuriken, cuchillas metálicas ideales para lanzar, los kunai, puñales de doble uso (arrojadizo y sajante), el ninjato, que era la espada del ninja, de hoja más corta y un mango más largo que la katana y por usar una enorme variedad de armas y artefactos especialmente diseñados para sus fines.
Los ninja, entonces, eran entrenados como espías y asesinos antes que como guerreros, y su tarea principal era encargarse de misiones en las cuales era fundamental la discreción, la eficiencia y el subterfugio. Su rol era similar al que desempeñan los comandos en ejércitos modernos. Durante las largas eras de guerras civiles en Japón, los ninja solían organizarse en clanes mercenarios y ofrecer sus servicios al mejor postor. Sus ventajas sobre los clásicos bushi (guerreros) japoneses y los acorazados samurai eran más que obvias; los ninja eran guerreros ligeros, expertos en artes marciales y entrenados para atacar en solitario o en grupos pequeños. El mito dice que los ninja no tenían escrúpulos ningunos a la hora de actuar, pero en realidad seguían los preceptos de un código de honor muy elaborado, el ninpo, similar en su manera al bushido de los samurai, que regía paso por paso la manera de actuar de los guerreros. Tanto el ninpo como el mismo concepto del ninjutsu provienen de las antiguas técnicas de espionaje chinas, consideradas en su día como las mejores del mundo. Los ninja, sin embargo, no eran considerados guerreros valiosos en el campo de batalla, ya que no suponían desafío alguno contra los fuertemente armados y aún mejor entrenados samurai, nobles que vivían y morían para la guerra, y solían permanecer apartados de las conflagraciones a gran escala. Existieron también mujeres ninja, las kunoichi, con un entrenamiento específico.
(wikipedia)


Los ninja, entonces, eran entrenados como espías y asesinos antes que como guerreros, y su tarea principal era encargarse de misiones en las cuales era fundamental la discreción, la eficiencia y el subterfugio. Su rol era similar al que desempeñan los comandos en ejércitos modernos. Durante las largas eras de guerras civiles en Japón, los ninja solían organizarse en clanes mercenarios y ofrecer sus servicios al mejor postor. Sus ventajas sobre los clásicos bushi (guerreros) japoneses y los acorazados samurai eran más que obvias; los ninja eran guerreros ligeros, expertos en artes marciales y entrenados para atacar en solitario o en grupos pequeños. El mito dice que los ninja no tenían escrúpulos ningunos a la hora de actuar, pero en realidad seguían los preceptos de un código de honor muy elaborado, el ninpo, similar en su manera al bushido de los samurai, que regía paso por paso la manera de actuar de los guerreros. Tanto el ninpo como el mismo concepto del ninjutsu provienen de las antiguas técnicas de espionaje chinas, consideradas en su día como las mejores del mundo. Los ninja, sin embargo, no eran considerados guerreros valiosos en el campo de batalla, ya que no suponían desafío alguno contra los fuertemente armados y aún mejor entrenados samurai, nobles que vivían y morían para la guerra, y solían permanecer apartados de las conflagraciones a gran escala. Existieron también mujeres ninja, las kunoichi, con un entrenamiento específico.
(wikipedia)