No menos de una veintena de efectivos fuertemente armados y unos ocho patrulleros empleó, de manera infructuosa, la policía local para tratar de atrapar, en las primeras horas de la tarde de ayer, a desconocidos que ingresaron, con fines de robo, en una vivienda de Villa Soldati.
El inusual despliegue, que concitó la atención de varios lugareños, se originó poco antes de las 15, cuando una vecina llegó a su casa y advirtió que una de las ventanas del frente de la vivienda lindera, ubicada en Fournier 128, se encontraba abierta y su persiana forzada.
Sabiendo que la dueña de esa finca, identificada como Beba González, se había ausentado --supuestamente viajó a Río Colorado--, Elba Cometta, según comentó a un cronista de este diario, se comunicó al 109, ante la posible comisión de un delito. Rápidamente fueron arribando distintos móviles que cercaron el área.
"Nosotros fuimos a almorzar a la casa de mi hermana y, al regresar, vi la ventana así (abierta) y nos llamó la atención, por eso llamé de inmediato", comentó la denunciante.
La manzana --comprendida por las calles Fournier, Caseros, Rosales y Maipú-- quedó literalmente cerrada con uno y dos vehículos oficiales en cada intersección.
Cometta dijo que, al advertir un vecino movimientos sospechosos en los patios, "que dan al centro de manzana", se direccionó la búsqueda hacia ese sector.
Por los techos
Algunos uniformados, portando escopetas, pidieron permiso para alcanzar los techos, mientras otros recorrían a pie el sector, en medio de algunas corridas y escenas de tensión que, finalmente, no arrojaron el resultado esperado.
En uno de los domicilios por los cuales se ingresó, al 152 de Fournier, funciona una panadería cuyos empleados comentaron que no escucharon ningún ruido, debido a que en ese momento algunas maquinarias se encontraban encendidas.
Otros efectivos, a su vez, entraron en la vivienda de González, para descartar la presencia de los presuntos ladrones en el lugar.
Luego, en compañía de un vecino que ofició de testigo, comprobaron que, efectivamente, manos anónimas habían actuado, teniendo en cuenta que en su interior reinaba el desorden.
"Aparentemente no habría faltante de televisores y otros electrodomésticos", comentó uno de los pobladores, al tiempo que Cometta recalcó que, al menos en esa cuadra, no se habían registrado otros hechos similares en los últimos tiempos.
Revisada la zona, y después de varios minutos, la mayoría de los policías se retiró del lugar, mientras que una guardia se quedó vigilando la finca, a la espera de la llegada de la damnificada o un hijo de ella, con el objeto de confirmar si existía algún faltante.
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1) Para que vieran que no era bolaso lo que conte el domingo.. cuando llego el primer patrullero los chorros todabia estaban dentro de la casa.. asi y todo .. con tantos policias .. armados hasta las pelotas.. se escaparon .. raro .. si fuera mal pensado pensaria que todo este circo estubo armado..
El inusual despliegue, que concitó la atención de varios lugareños, se originó poco antes de las 15, cuando una vecina llegó a su casa y advirtió que una de las ventanas del frente de la vivienda lindera, ubicada en Fournier 128, se encontraba abierta y su persiana forzada.
Sabiendo que la dueña de esa finca, identificada como Beba González, se había ausentado --supuestamente viajó a Río Colorado--, Elba Cometta, según comentó a un cronista de este diario, se comunicó al 109, ante la posible comisión de un delito. Rápidamente fueron arribando distintos móviles que cercaron el área.
"Nosotros fuimos a almorzar a la casa de mi hermana y, al regresar, vi la ventana así (abierta) y nos llamó la atención, por eso llamé de inmediato", comentó la denunciante.
La manzana --comprendida por las calles Fournier, Caseros, Rosales y Maipú-- quedó literalmente cerrada con uno y dos vehículos oficiales en cada intersección.
Cometta dijo que, al advertir un vecino movimientos sospechosos en los patios, "que dan al centro de manzana", se direccionó la búsqueda hacia ese sector.
Por los techos
Algunos uniformados, portando escopetas, pidieron permiso para alcanzar los techos, mientras otros recorrían a pie el sector, en medio de algunas corridas y escenas de tensión que, finalmente, no arrojaron el resultado esperado.
En uno de los domicilios por los cuales se ingresó, al 152 de Fournier, funciona una panadería cuyos empleados comentaron que no escucharon ningún ruido, debido a que en ese momento algunas maquinarias se encontraban encendidas.
Otros efectivos, a su vez, entraron en la vivienda de González, para descartar la presencia de los presuntos ladrones en el lugar.
Luego, en compañía de un vecino que ofició de testigo, comprobaron que, efectivamente, manos anónimas habían actuado, teniendo en cuenta que en su interior reinaba el desorden.
"Aparentemente no habría faltante de televisores y otros electrodomésticos", comentó uno de los pobladores, al tiempo que Cometta recalcó que, al menos en esa cuadra, no se habían registrado otros hechos similares en los últimos tiempos.
Revisada la zona, y después de varios minutos, la mayoría de los policías se retiró del lugar, mientras que una guardia se quedó vigilando la finca, a la espera de la llegada de la damnificada o un hijo de ella, con el objeto de confirmar si existía algún faltante.
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1) Para que vieran que no era bolaso lo que conte el domingo.. cuando llego el primer patrullero los chorros todabia estaban dentro de la casa.. asi y todo .. con tantos policias .. armados hasta las pelotas.. se escaparon .. raro .. si fuera mal pensado pensaria que todo este circo estubo armado..