Los personajes de siempre
Un papelón del Grupo Clarín: escrache a Cavallo no, pero sí a Kicillof
Jorge Lanata, María Laura Santillán, Nelson Castro fueron algunos de los comunicadores sociales que se indignaron frente al escrache sufrido por el economista Domingo Cavallo pero lo justificaron cuando se trató del ministro Axel Kicillof.
Otro caso de distinta vara. Periodistas del Grupo Clarín trataron de "violento", "Inaceptable", e "incompatible con la democracia", el escrache padecido durante una disertación en la UCA por parte de los asistentes a Domingo Cavallo, el exministro de Economía de Carlos Menem y Fernando de la Rua.
Sin embargo si nos retrotraemos un tiempo atrás y comparamos esta situación con la sufrida por el ministro de Economía, Axel Kicillof durante un viaje en Buquebus, cualquier lector se dará cuenta lo diferente de la cobertura ya que en este paso trataron de "lógico" y "comprensible de la situación" debido a la "indignación" de la gente.
Detrás de los escraches, el hartazgo social
Por Joaquín Morales Solá | LA NACION
Hace tiempo que la propia Presidenta no deja su presencia pública librada al azar. Sólo el cristinismo más leal y exaltado está autorizado a rodear a Cristina Kirchner en sus actos dentro y fuera de la Casa de Gobierno.
Ese precedente expresa, de algún modo, que el oficialismo no desconoce el estado de la opinión pública. Explica también los duros trances políticos que debieron atravesar el fin de semana pasado el vicepresidente Amado Boudou y el viceministro de Economía, Axel Kicillof .
Kicillof no fue popular nunca, pero es un representante genuino del cristinismo gobernante. Arrogante, ofensivo y desdeñoso, llevó el dogma académico a la administración del Estado sin detenerse nunca en la necesidad ni en las condiciones de la política. Nadie lo acusa de corrupto, sino de contradictorio. Vapuleó a los compradores de dólares y a los viajeros al exterior, pero la mala suerte lo encontró regresando de su casa en Uruguay, donde es mejor vivir con dólares que con pesos argentinos.
Crecen adhesiones a escrachadores de Kicillof y ya se habla de “La Buquebús”
El escrache al que fue sometido durante el último fin de semana el viceministro de Economía, Axel Kicillof, en un ferry de la empresa Buquebus que lo traía con su familia de regreso desde Uruguay, sigue despertando rechazos oficiales y apoyos opositores. Entre estos últimos, se destacan los de una incipiente agrupación política antiK autodenomiada “La Buquebús”. Si bien la información no es del todo precisa y mucho menos confiable, se supo que “La Buquebús” estaría liderada por algunos de los valientes turistas que, sacrificando sus últimos minutos de vacaciones, hicieron sentir a Kicillof, a su mujer y a sus pequeños hijos la enorme indignación por no poder salir del país ni adquirir moneda extranjera mientras volvían del exterior y compraban artículos importados en el freeshop de a bordo. “Ha nacido una nueva fuerza cacerolera y escrachadora, la rama naval de los indignados argentinos contra la Kretina KK y sus esbirros korruptos”, dicen que afirma la página de Facebook de “La Buquebús”.
Clarín, enojado por el #Kicilove
POSTS CENSURADOS POR TARINGA
Clarín no pudo ocultar su bronca en medio de la felicidad nacional
Clarín critica al Gobierno y defiende a Cavallo
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Otro caso de distinta vara. Periodistas del Grupo Clarín trataron de "violento", "Inaceptable", e "incompatible con la democracia", el escrache padecido durante una disertación en la UCA por parte de los asistentes a Domingo Cavallo, el exministro de Economía de Carlos Menem y Fernando de la Rua.
Sin embargo si nos retrotraemos un tiempo atrás y comparamos esta situación con la sufrida por el ministro de Economía, Axel Kicillof durante un viaje en Buquebus, cualquier lector se dará cuenta lo diferente de la cobertura ya que en este paso trataron de "lógico" y "comprensible de la situación" debido a la "indignación" de la gente.
Detrás de los escraches, el hartazgo social
Por Joaquín Morales Solá | LA NACION
Hace tiempo que la propia Presidenta no deja su presencia pública librada al azar. Sólo el cristinismo más leal y exaltado está autorizado a rodear a Cristina Kirchner en sus actos dentro y fuera de la Casa de Gobierno.
Ese precedente expresa, de algún modo, que el oficialismo no desconoce el estado de la opinión pública. Explica también los duros trances políticos que debieron atravesar el fin de semana pasado el vicepresidente Amado Boudou y el viceministro de Economía, Axel Kicillof .
Kicillof no fue popular nunca, pero es un representante genuino del cristinismo gobernante. Arrogante, ofensivo y desdeñoso, llevó el dogma académico a la administración del Estado sin detenerse nunca en la necesidad ni en las condiciones de la política. Nadie lo acusa de corrupto, sino de contradictorio. Vapuleó a los compradores de dólares y a los viajeros al exterior, pero la mala suerte lo encontró regresando de su casa en Uruguay, donde es mejor vivir con dólares que con pesos argentinos.
Crecen adhesiones a escrachadores de Kicillof y ya se habla de “La Buquebús”
El escrache al que fue sometido durante el último fin de semana el viceministro de Economía, Axel Kicillof, en un ferry de la empresa Buquebus que lo traía con su familia de regreso desde Uruguay, sigue despertando rechazos oficiales y apoyos opositores. Entre estos últimos, se destacan los de una incipiente agrupación política antiK autodenomiada “La Buquebús”. Si bien la información no es del todo precisa y mucho menos confiable, se supo que “La Buquebús” estaría liderada por algunos de los valientes turistas que, sacrificando sus últimos minutos de vacaciones, hicieron sentir a Kicillof, a su mujer y a sus pequeños hijos la enorme indignación por no poder salir del país ni adquirir moneda extranjera mientras volvían del exterior y compraban artículos importados en el freeshop de a bordo. “Ha nacido una nueva fuerza cacerolera y escrachadora, la rama naval de los indignados argentinos contra la Kretina KK y sus esbirros korruptos”, dicen que afirma la página de Facebook de “La Buquebús”.
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