
Mi vieja y yo (cuando era un niño)
Porqué voy a la marcha de #NiUnaMenos si soy hombre?
En primer lugar, porque soy hijo de una víctima de la violencia de género: en la madrugada del 4 de octubre de 1995, mi viejo (Juan Salomón Aravena Pino), asesinó a mazazos a mi vieja (Maria Teresa Zubrzycki) en la localidad de Bernal Oeste, provincia de Buenos Aires. También en esa madrugada, luego de ese hecho, intentó asfixiar a mi hermana ahorcándola; por suerte ella se despertó al sentir las manos en sus garganta y ante la pregunta de "qué estás haciendo?" mi viejo abandonó su intención, no porque esa pregunta lo detuviera, sino porque yo dormía en esa misma pieza y sabía que al menor ruido de mi hermana yo lo iba a agarrar y conmigo no iba a poder (ya en esa época, y con 16 años, yo ya medía 1.90 y pesaba 85 kilos).
También porque sé lo que es tener que armar un velatorio, un funeral e ir a declarar como testigo a una comisaría con tan solo 16 años. Porque sé lo que es perder mi hogar, también mi casa, mis dos perros, mi barrio, mis libertades y mis sueños y proyecciones a futuro y todo aquello que yo quería a esos 16 años y tener que ir a vivir a "donde alguien te reciba".
También voy porque de chico, y recién entrado en la adolescencia, yo era víctima de la violencia intrafamiliar (tengo cicatrices en la espalda que así lo certifican).
Sin embargo la principal razón no es ninguna de estas tres mencionadas, dado que siento que pensar que voy solo por lo que yo viví es ser un poco egoísta. La razón principal es porque no quiero caminar entre fantasmas: el fantasma de Ángeles Rawson (que vivía a 4 cuadras de donde vivo), a quien de seguro me debo haber cruzado más de una vez, y cuya calle transito muchas veces al mes; por el fantasma de Marita Verón (que puede estar en quién sabe dónde, quizás muy cerca); por el fantasma de Melina Romero (que iba a bailar enfrente del bar al que suelo ir a veces a festejar el día del amigo, en San Martín); por el fantasma de Chiara, el de Wanda, el de Erica, el de Ayelén, el de Rocio, el de Serena, el de Lola, el de Nicole, el de Yamila, el de Ana Victoria, y un muy largo y absurdo (y doloroso) etcétera.
Porque si seguimos así vamos a caminar entre cada vez más fantasmas y éstos nos van a superar en número a [email protected] que todavía seguimos [email protected] Porque ya no nos podemos hacer [email protected] [email protected] y hacer como que "no pasa nada". Tarde o temprano te puede pasar a vos que estás leyendo esto, a alguien de tu familia, de tu círculo de amigos o de seres queridos, y ahí ya no hay vuelta atrás. Y no solo te hablo de que maten a alguien; puede ser que golpeen a alguien, puede ser que desaparezcan y pasen a ser una estadística con el tiempo, puede ser que sean víctimas de las redes de prostitución, puede ser que sea otra víctima de bajos recursos que muere por un aborto no "legal y gratuito", puede ser alguien que sea [email protected], puede ser alguien que sea víctima de la violencia psicológica, del bullying, de la discriminación por género, de la explotación laboral, de la discriminación y burlas por la elección de tu pareja o gustos sexuales, de la falta de oportunidades dependiendo de a qué clase social pertenezcas, de los regímenes de las "creencias religiosas", o de las culturales, o las sociales, o de las modas o de lo "que van a pensar los demás", y otro largo y absurdo (y doloroso) etcétera.
Y esta marcha no es solo para señalar a los machistas. También es para que el Estado en su conjunto (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial) tomen las cartas en el asunto y aprueben los proyectos de ley pertinentes y apliquen la ley sin líneas de grises. También por las mujeres que crían machistas. Y por la educación que claramente está fallando (en las aulas, en los hogares, en los clubes, y en todo lugar de la vida diaria). También porque las denuncias sean tomadas en las comisarías apenas vas y no después de 48 horas (como en el caso de las personas "extraviadas" ), y porque no se vea a la víctima de la violencia como alguien que "algo habrá hecho".
Podés tener diferencias; pequeñas, medianas o grandes, pero no te podés hacer el/la [email protected]
Y yo voy por eso, porque si me hago el tonto, los que se creen "vivos", ganan.
Nunca más me voy a hacer el tonto. Nunca más. Ni una menos.
Pablo Andrés Aravena
Consultor Psicológico (Counselor)




