
Si a día de hoy se iniciase un proceso constituyente y se declarase la Unión Europea como nación soberana, estos serían algunos de sus indicadores:

Sería el país más rico del mundo.
Con un PIB de 17.577.691 de dólares en 2011 según el FMI la Unión Europea sería, incluso en una época de grave crisis, el país más rico del mundo justo por delante de los Estados Unidos.
Sería el país más desarrollado del mundo.
Con un Índice de Desarrollo Humano de 0'937 según parámetros de la UNDP la Unión Europea sería el país más desarrollado y con la mayor calidad de vida, justo por delante de Noruega.
Sería el tercer país más poblado.

Con una población total de 502.486.499 de personas sería el tercer país más poblado del mundo, por detrás de La India y dejaria a Estados Unidos en el cuarto puesto.
Sería uno de los diez países más grandes.
Concretamente el séptimo con una superficie de 4.324.782 de km2, justo por detrás de Australia y por delante de La India.
Tendría el Parlamento nacional más grande del mundo.

La Eurocámara que ya representa a 500 millones de ciudadanos sería, con sus 750 diputados elegidos por 415 millones de personas, el Parlamento nacional más grande del mundo.
Sería la segunda mayor democracia del mundo.
Con sus 500 millones de habitantes la Unión Europea sería, tras La India, el Estado democrático más numeroso del mundo.
Sería el país con más lenguas oficiales.
La Unión Europea sería el único país con veintitrés idiomas oficiales y estaría entre las naciones con mayor diversidad lingüística al hablarse más de doscientas lenguas con diversos grados de oficialidad.
Sería el país con más espacios protegidos.
Los 454.723 km2 de la Red Natura 2000, más los espacios protegidos por las propias legislaciones nacionales (que pasarían a ser estatales) convertirían a la Unión Europea en la nación con mayor superficie de espacios naturales protegidos. Una tasa del 20% de energías renovables convertirían además a este país en el más sostenible del mundo.
Sería el país con más monumentos Patrimonio de la Humanidad.

España e Italia ya son los dos países con más Patrimonio de la Humanidad reconocido por la UNESCO. En el caso de conformarse como Estado soberano la Unión Europea englobaría el Patrimonio de la Humanidad ostentado por sus veintisiete naciones constituyentes, todas ellas con un importante legado artístico, histórico y cultural desarrollado durante más de dos mil años.
